Cadena y Brualla, Ramón de la. Marqués de la Cadena (1893-1965). El influyente periodista y escritor taurino
Ramón de la Cadena y Brualla, conocido principalmente por su pseudónimo “Don Indalecio”, fue un destacado escritor y periodista español cuya figura sobresale en el mundo de la tauromaquia. Nacido en Zaragoza el 16 de marzo de 1893 y fallecido el 16 de mayo de 1965, este hombre no solo se distinguió por su afición a los toros, sino por su profundo análisis y pasión por todo lo relacionado con este arte que, en su época, formaba parte integral de la cultura española. El Marqués de la Cadena fue una personalidad que dejó una huella imborrable a través de sus obras literarias y periodísticas, las cuales le permitieron transmitir su visión del mundo taurino de una forma única y profundamente intelectual.
Orígenes y contexto histórico
Ramón de la Cadena y Brualla nació en una España convulsa, marcada por los ecos de la Restauración y las tensiones sociales y políticas que caracterizaron los primeros años del siglo XX. Criado en Zaragoza, ciudad que desempeñó un papel crucial en su desarrollo como aficionado a la tauromaquia, la influencia de su tierra natal y la cultura aragonesa fue determinante en su carrera. A pesar de haber ostentado el título nobiliario de Marqués de la Cadena, fue su seudónimo “Don Indalecio” el que lo hizo famoso en el ámbito taurino y periodístico.
Desde muy joven, Ramón de la Cadena mostró una gran inclinación por el mundo de los toros. A diferencia de muchos de sus contemporáneos, que veían la tauromaquia como un simple espectáculo, él la consideraba un arte, una manifestación cultural de gran riqueza intelectual. A medida que fue madurando su pasión, comenzó a canalizarla en el ámbito de la escritura, y en su adolescencia ya ejercía de corresponsal de varias publicaciones periódicas de renombre, lo que le permitió afianzarse como uno de los grandes cronistas de la fiesta brava.
Logros y contribuciones
Uno de los aspectos más importantes de la figura de Ramón de la Cadena fue su capacidad para transmitir el arte de la tauromaquia mediante la pluma. En un tiempo en el que la narrativa taurina estaba dominada por crónicas sensacionalistas, “Don Indalecio” aportó una visión más profunda y académica, basando sus escritos en el análisis detallado y la reflexión intelectual. Su obra se distingue por su estilo agudo y a menudo crítico, siempre con un profundo respeto por la tradición taurina.
Entre sus contribuciones más significativas se encuentran una serie de ensayos y tratados que han pasado a formar parte de la bibliografía esencial sobre tauromaquia. Su libro La fiesta de toros (1926) fue uno de los primeros en ofrecer un análisis completo de la fiesta taurina desde una perspectiva cultural y filosófica. En el mismo año, publicó Goya y la fiesta de toros, una obra en la que aborda la relación entre el famoso pintor aragonés y el mundo de los toros, un tema fascinante que subraya las profundas raíces históricas de la tauromaquia en la cultura española.
Otro de sus trabajos más importantes fue Cosas de toros (1928), un ensayo que va más allá de la simple descripción de las corridas y que busca explorar el simbolismo y la transcendencia de la fiesta. En Toreros largos y toreros cortos. Toreros machos y toreros hembras (1930), uno de sus títulos más provocadores, analiza los diferentes estilos y las figuras más destacadas del toreo, reflexionando sobre la evolución de los toreros y su relación con la sociedad española.
Su obra continuó con una serie de libros fundamentales para comprender la historia de la tauromaquia en Aragón y España, tales como Los toreros aragoneses (1932), La tauromaquia zaragozana durante el siglo XIX (1951) y La fiesta nacional (1952). Esta última obra se adentra en los aspectos más políticos y culturales de la tauromaquia, estableciendo la conexión entre el toreo y la identidad nacional española.
En sus últimas décadas, Ramón de la Cadena publicó también La tauromaquia en el siglo XX (1952), donde aborda cómo los cambios sociales y políticos del siglo XX habían afectado al arte taurino y cómo este seguía siendo un símbolo de la cultura popular en España.
Momentos clave
Durante su carrera, Ramón de la Cadena participó activamente en diversos medios de comunicación. A través de su seudónimo “Don Indalecio”, contribuyó con sus crónicas y ensayos a diversas publicaciones especializadas en el mundo taurino. Fue un colaborador habitual de revistas como La Fiesta Brava y El Ruedo, donde sus reflexiones y análisis sobre el toreo eran muy apreciados por sus lectores. Estas publicaciones fueron fundamentales para difundir su visión de la tauromaquia como un arte y no solo como un espectáculo de entretenimiento.
Además de su labor periodística, su participación en la vida taurina fue notable, ya que su influencia fue clave para mantener y fortalecer el vínculo entre la cultura española y la tradición de los toros en tiempos de crisis. En momentos difíciles, como la posguerra civil, la figura de “Don Indalecio” se consolidó como un defensor del toreo en su forma más pura y profunda, enfrentándose a aquellos que intentaban trivializarlo o modificar sus tradiciones.
Relevancia actual
Aunque Ramón de la Cadena falleció en 1965, su legado sigue siendo de gran relevancia en la actualidad. Su obra literaria y periodística continúa siendo un referente para aquellos que buscan entender el verdadero sentido de la tauromaquia, más allá de las polémicas que la rodean. El enfoque serio e intelectual que adoptó sobre el toreo ha sido apreciado por generaciones de aficionados, estudiosos y profesionales del mundo taurino.
La obra de “Don Indalecio” no solo es importante para los amantes de los toros, sino también para quienes están interesados en la historia social y cultural de España. A través de sus escritos, se puede comprender cómo el toreo ha sido una manifestación de las tradiciones y valores de la sociedad española a lo largo de los siglos.
En la Zaragoza contemporánea, su figura sigue siendo recordada y celebrada, especialmente en los círculos taurinos, donde su influencia perdura como un ejemplo de pasión, dedicación y amor por el arte taurino. Su vida y obra continúan inspirando a nuevas generaciones a reflexionar sobre la importancia de la tauromaquia en la historia cultural de España y en el imaginario colectivo de su pueblo.
Obras destacadas de Ramón de la Cadena
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La fiesta de toros (1926)
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Goya y la fiesta de toros (1926)
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Cosas de toros (1928)
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Toreros largos y toreros cortos. Toreros machos y toreros hembras (1930)
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Los toreros aragoneses (1932)
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La tauromaquia zaragozana durante el siglo XIX (1951)
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La fiesta nacional (1952)
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La tauromaquia en el siglo XX (1952)
La figura de Ramón de la Cadena y Brualla sigue viva en el recuerdo de los aficionados al toreo y en los estudios dedicados a la tauromaquia, siendo un pilar fundamental para comprender la evolución y el significado de este arte en la cultura española.
MCN Biografías, 2025. "Cadena y Brualla, Ramón de la. Marqués de la Cadena (1893-1965). El influyente periodista y escritor taurino". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/cadena-y-brualla-ramon-de-la-marques-de-la-cadena [consulta: 30 de septiembre de 2025].