Bradley, Francis Herbert (1846-1924).
Filósofo neoidealista inglés, metafísico, de fuerte personalidad, desarrolló su pensamiento filosófico de forma completamente original, lo cual hace que sólo en términos generales pueda encuadrarse en las categorías normales de la historia.
Vida y obras
Bradley nació en Clapham. De carácter cerrado, se dedicó sólo durante algunos años a la tarea docente. Vivió encerrado en el Merton College, conociendo el mundo casi únicamente a través de los libros. Pero aún aquí fue más lo que dio que lo que recibió, porque la lectura era sólo el incentivo para su meditación personal. La contrapartida de este solitario poder creador, fue la desconexión respecto a los argumentos de sus críticos. Su adhesión a Hegel tiene características propias. El suyo no es un idealismo ya hecho, sino un idealismo a realizar. Si bien coincide con Hegel en el concepto de que «la verdad es el todo», su dialéctica es muy distinta y a veces contrapuesta a la de aquél. Sus obras principales: Ethical Studies (1876), The principles of Logic (1883), Appearance and Reality (1893) y varias colecciones de artículos.
Pensamiento
Sus trabajos sobre la ética inauguran la producción original del idealismo inglés después de la exégesis kantiana y hegeliana. Se propone mostrar la insuficiencia de dos tendencias en este campo: el hedonismo del «placer por el placer» y el formalismo del «deber por el deber». La finalidad de la ética, según él, es realizar plenamente la persona (no la persona particular, sino la personalidad universal) a partir de la situación concreta, en el contexto de la vida social.
En lógica, se muestra contrario a fundarla sobre la psicología y, en particular, sobre la asociación de las ideas. Bradley sostiene que las ideas no son acontecimientos mentales subjetivos, imágenes interiores, sino significados puros. Esta tesis de irreductibilidad de la lógica a la psicología será heredada por todo el pensamiento inglés inmediatamente posterior. De hecho, fue la obra que con mayor respeto criticaron sus adversarios.
La metafísica de Bradley es un monismo radical. Dado que la verdad se encuentra únicamente en la unidad del todo, toda afirmación de una multiplicidad de sustancias está en contraste con la realidad. La finalidad de la filosofía consiste en reafirmar la «unidad omnicomprensiva» de la realidad, que para Bradley, lo mismo que para Hegel, es lo absoluto. En contra de Hegel, Bradley piensa, sin embargo, que lo absoluto no puede ser determinado sino «negativamente», es decir, diciendo de él lo que no es. Lo absoluto es lo contrario a la apariencia, pues ésta es propia del mundo de la pluralidad. Esta tesis da un tinte de misticismo al idealismo de Bradley. Toda determinación positiva de lo absoluto implicaría relaciones y entonces lo absoluto se vería reducido a la apariencia. Por el mismo motivo, lo absoluto comprende en sí a la apariencia, pues no sería absoluto si hubiera algo exterior a él. El pensamiento humano solamente se puede acercar al absoluto por medio de la analogía o del simbolismo, con ocasión de experiencias pasajeras, como pueden darse en el arte o en la moral.
La resonancia de Bradley
Por su carácter netamente inglés, Bradley se ganó el favor del público de su país, siendo tardía e indirectamente conocido en el extranjero. Fue el primer filósofo inglés que recibió la «Order of Merit». De todos modos, fue una personalidad de excepción en la filosofía inglesa. Solamente dos hebreos, Joachim y S. Alexander (australiano) han sido sus fieles seguidores. Existe un cierto recelo contra Bradley entre los seguidores del pragmatismo y del empirismo que, sin saber bien los motivos, presienten en él a un enemigo.
Bibliografía
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VANDER VEER, G. L., Bradley’s metaphysics and the self (Londres: 1970).