Blez Marcé, Joaquín (1802-1872).


Fotógrafo cubano nacido en 1802 en Santiago de Cuba y muerto en 1872 en La Habana.

Marcé se trasladó a Italia para estudiar bajo la tutoría de Rodolfo Namias, en Milán. Estudiante de fotografía, técnicas aplicadas, y física y química, al terminar su carrera volvió a Cuba, donde fijó su residencia en La Habana. Sus estudios en el laboratorio de Namias le llevaron a aplicar la física y la química al mundo de la fotografía.

Inauguró una galería de retratos en la capital cubana, donde creó un ambiente teatral para hacer las fotografías de sus clientes, a la manera de los fotógrafos pictorialistas, donde se reflejaban los gustos de las clases sociales más acomodadas de la ciudad, con una serie de vestimentas y objetos propios de la clase burguesa que allí se iba a retratar. Los fondos teatrales representaban las grandes mansiones de estilo clásico en las que vivían los grandes potentados y sus familias, o en otros casos, jardines imaginarios que estaban a los pies de las casas.

Estas imágenes son una exaltación de la belleza física, que era lo que le pedía esa clientela burguesa, enriquecida con la producción de caña de azúcar en Cuba, y a cuyos miembros se les denominaba «sacarócratas» (término formado por la contracción de los vocablos «sacaroideo» y «aristócrata»). Esta belleza quedó bien reflejada en las fotografías de desnudos, que cubría de un halo también común en muchos pintores como Courbet, en los que la imagen se recubría de un velo transparente, conseguido por medio de diferentes técnicas como son el lavado continuo de la imagen en el positivado o las ralladuras en el negativo; dando un aspecto mucho más irreal a la imagen conseguida y acercándola a la teoría romántica.

Blez Marcé vivió la Revolución Cubana y tuvo que adaptarse a la nueva forma de vida en su isla. Los ochenta y ocho años que vivió le hicieron evolucionar en su trabajo, pasó a hacer un tipo de fotografía más realista, para la que fue utilizando las nuevas técnicas que aparecían en el mercado. A pesar de todo, siguió utilizando, para conseguir una imagen más rica, los virados al oro y al platino, que hacen perdurar la imagen mucho más tiempo y le dan ese color casi marrón que caracteriza a las imágenes de principio de siglo.

Bibliografía

  • CASTRO MUÑIZ, Miguel; OLLER Y OLLER, Jorge.: Cuba: Cien años de Fotografía. Murcia: Mestizo, 1998.

  • TAUSK, Peter: Historia de la Fotografía en el siglo XX. Santiago de Cuba: Oriente, 1984.