Blay Fábregas, Miguel (1866-1936). El escultor catalán que dejó huella en el modernismo y el art déco

Miguel Blay Fábregas, nacido en Olot (Gerona) en 1866, es una de las figuras más destacadas de la escultura española de finales del siglo XIX y principios del XX. A lo largo de su carrera, su obra reflejó una mezcla de las corrientes socializantes de su tiempo con los movimientos más estéticos y decorativistas del modernismo y del art déco. Blay Fábregas fue un escultor cuya influencia perduró, tanto en la monumentalidad de sus obras públicas como en la elegancia de sus creaciones de mármol. Su legado sigue presente en la memoria artística de España, con una obra que abarcó desde los monumentos funerarios hasta las esculturas con un gran contenido simbólico.
Orígenes y contexto histórico
Miguel Blay Fábregas nació en una época marcada por profundos cambios sociales, económicos y artísticos, no solo en España, sino en toda Europa. A finales del siglo XIX, la Revolución Industrial y la influencia de las corrientes ideológicas de la época alteraron las estructuras tradicionales de la sociedad. En este contexto, el arte también experimentó transformaciones significativas, impulsadas por el simbolismo, el modernismo y las primeras manifestaciones del art déco.
Blay Fábregas comenzó su formación artística en su ciudad natal, Olot, donde ingresó en la Escuela Municipal de Dibujo. Allí fue discípulo de José de Berga y de Vayreda, dos artistas relevantes de la región, quienes le ayudaron a desarrollar su técnica y comprensión de la escultura. A temprana edad, mostró una especial inclinación por el modelado, lo que lo llevó a ingresar en un taller de imaginaría. Este paso fue crucial para perfeccionar su estilo y ampliar su visión artística.
En 1889, su talento fue reconocido por la Diputación de Gerona, que le otorgó una pensión para estudiar en París, centro neurálgico del arte de la época. En la capital francesa, Blay Fábregas continuó su formación en la Academia Julien y la Academia de Bellas Artes, donde fue alumno del célebre escultor Henri Chapu. Esta etapa en París fue decisiva para su desarrollo artístico, ya que fue testigo de la renovación que vivían las artes plásticas con la llegada de nuevos movimientos como el simbolismo y el modernismo.
Logros y contribuciones
Blay Fábregas fue un escultor de gran maestría, cuyas obras destacan tanto por su sobriedad formal como por su elegancia. Su carrera estuvo marcada por una continua búsqueda de la perfección técnica, especialmente en el manejo del mármol. Este material fue el protagonista de muchas de sus creaciones más importantes, entre las que se encuentran algunas de sus esculturas más célebres como La niña desnuda (1892), que actualmente se exhibe en el Museo del Prado en Madrid, y Los primeros fríos (1892), donde realizó una interesante yuxtaposición de dos figuras: un viejo y una niña. En esta obra, el realismo del hombre mayor se contrapone con el tratamiento modernista de la figura infantil, lo que la convierte en un ejemplo destacado de su estilo.
Una de las obras más significativas de Blay Fábregas fue Eclosión (1908), una escultura que simboliza el nacimiento o la renovación, y que está impregnada de los ideales del modernismo, con su énfasis en las formas fluidas y los detalles ornamentales. En este sentido, su trabajo no solo reflejaba su habilidad técnica, sino también su capacidad para captar las tensiones sociales y las inquietudes filosóficas de su tiempo.
Durante su carrera, Blay Fábregas recibió numerosos premios y distinciones. Uno de los más importantes fue la medalla de honor en la Exposición Universal de París en 1900, un reconocimiento que consolidó su posición entre los más grandes escultores de la época. También obtuvo la medalla de honor en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid en 1908, lo que reforzó su reputación en el panorama artístico español.
Momentos clave
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1889: Obtiene una pensión de la Diputación de Gerona para estudiar en París.
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1891 y 1894: Participa en la Exposición de Barcelona y en la Exposición de Bilbao, consolidándose como un escultor destacado de su generación.
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1892: Crea dos de sus obras más conocidas: La niña desnuda y Los primeros fríos, que marcan la transición de su estilo hacia el modernismo.
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1900: Obtiene la medalla de honor en la Exposición Universal de París, uno de sus mayores logros internacionales.
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1906: Se establece en Madrid, donde comienza a enseñar en la Escuela de San Fernando, formando a nuevas generaciones de artistas.
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1925: Es nombrado director de la Academia de Bellas Artes de España en Roma, un puesto que refleja su prestigio en el ámbito internacional.
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1936: Fallece en Madrid, dejando un legado artístico que perdura hasta nuestros días.
Relevancia actual
Miguel Blay Fábregas no solo fue un escultor de su tiempo, sino también un creador cuyas obras continúan siendo estudiadas y admiradas. Su trabajo, influenciado por los movimientos simbolistas y modernistas, sigue siendo una referencia dentro del arte escultórico español y europeo. Las técnicas que empleó en el manejo del mármol y el bronce, así como su capacidad para capturar el alma de las figuras que esculpía, lo convierten en un precursor de las tendencias artísticas del siglo XX.
Además, Blay Fábregas fue un maestro que formó a muchos artistas en la Escuela de San Fernando, contribuyendo al desarrollo de la escultura en España durante la primera mitad del siglo XX. Su paso por la Academia de Bellas Artes de España en Roma y su participación en exposiciones internacionales como la Exposición Universal de París en 1900 y la Exposición Internacional de Filadelfia en 1926, lo afianzaron como un escultor de proyección internacional.
Hoy en día, muchas de sus obras se encuentran en museos y espacios públicos, como el Parque del Retiro en Madrid, donde algunos de sus monumentos siguen siendo testigos de su genialidad. Su legado sigue vivo tanto en el arte como en la enseñanza de la escultura, y su obra continúa siendo una parte fundamental de la historia del arte español.
Obras más destacadas de Miguel Blay Fábregas
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La niña desnuda (1892): Escultura de mármol exhibida en el Museo del Prado de Madrid, que muestra el virtuosismo del escultor en el manejo del mármol.
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Los primeros fríos (1892): Escultura que presenta un contraste entre el realismo de la figura masculina y el modernismo de la figura femenina.
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Eclosión (1908): Obra representativa del simbolismo y del modernismo, que refleja el proceso de renovación o nacimiento.
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Monumentos funerarios y conmemorativos: Blay Fábregas fue también creador de varios monumentos públicos, algunos de los cuales se encuentran en el Parque del Retiro de Madrid, como su monumento a la figura de Ramón y Cajal.
Su influencia sigue viva en las generaciones de escultores que lo consideran una figura clave del arte moderno.
MCN Biografías, 2025. "Blay Fábregas, Miguel (1866-1936). El escultor catalán que dejó huella en el modernismo y el art déco". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/blay-fabregas-miguel [consulta: 16 de octubre de 2025].