Bedón y Díaz de Pineda, Fray Pedro (1556-1621). El religioso dominico y pintor que defendió a los indígenas de Quito
Fray Pedro Bedón y Díaz de Pineda, nacido en Quito en 1556 y fallecido en la misma ciudad en 1621, fue una de las personalidades más influyentes en la historia de la ciudad durante la época colonial. Su legado como religioso dominico, defensor de los derechos de los indígenas y pintor destacado ha perdurado a través de los siglos. Además de su profundo compromiso religioso y cultural, Fray Pedro Bedón fue un pionero en la educación, la evangelización y la defensa de las tradiciones artísticas en Quito. Su vida estuvo marcada por su oposición a las injusticias sociales y su amor por la enseñanza y el arte.
Orígenes y contexto histórico
Fray Pedro Bedón nació en el seno de una familia aristocrática quiteña. Fue el primero de nueve hijos del matrimonio entre Pedro Bedón y González de Agüero y Juana Díaz de Pineda, quien era hija del capitán Gonzalo Díaz de Pineda. Desde muy joven, mostró una inclinación hacia la vida religiosa y la dedicación a los demás. A los diez años ya vestía el hábito de los dominicos, aunque no fue formalmente admitido en la orden hasta 1570, cuando comenzó su noviciado. El contexto histórico en el que vivió estuvo marcado por los cambios sociales, religiosos y económicos que caracterizaban al Virreinato del Perú, especialmente en las ciudades del actual Ecuador, que estaban bajo la influencia de la colonización española.
La situación de los indígenas en Quito fue uno de los temas que más preocupó a Fray Pedro. La evangelización, aunque esencial, se realizaba a menudo de manera agresiva y deshumanizante, lo que llevó a Bedón a tomar partido en favor de los pueblos originarios. Su defensa de los derechos de los indígenas fue una de las características que lo distinguió en su tiempo.
Logros y contribuciones
Fray Pedro Bedón no solo fue un religioso comprometido, sino también un pionero en diversos campos. Uno de sus logros más significativos fue su contribución al desarrollo cultural de Quito en el siglo XVI. Junto con otros religiosos, como fray Jodoco Ricke, Bedón fue uno de los iniciadores de la vida cultural en la ciudad, promoviendo la educación y el arte. Como parte de su labor educativa, fundó la Cofradía de Indios en Lima, la primera de su tipo en la ciudad. Esta cofradía tuvo un impacto importante en la integración de los indígenas en la vida religiosa y cultural.
En el ámbito artístico, Fray Pedro fue un destacado pintor y maestro. En su paso por Lima, recibió la orientación artística de Mateo Pérez de Alesio, quien fue su mentor y le enseñó los principios de la pintura renacentista. Tras regresar a Quito en 1587, comenzó a impartir clases de pintura a jóvenes quiteños, siendo Andrés Sánchez Gallque, un pintor indígena, uno de sus discípulos más notables. La influencia de Fray Pedro en el arte ecuatoriano fue profunda, y muchos de sus trabajos siguen siendo considerados obras de gran valor histórico y artístico.
Momentos clave
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1570: Inicio del noviciado de Fray Pedro Bedón en la orden de los dominicos.
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1577: Viaja a Lima para continuar sus estudios y recibe la ordenación sacerdotal de manos del arzobispo Toribio de Mogrovejo.
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1587: Regresa a Quito y comienza su labor de enseñanza y pintura, contribuyendo al desarrollo cultural de la ciudad.
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1592: Durante la rebelión de las alcabalas, se distingue como uno de los pocos religiosos que se oponen a los impuestos impuestos a los indígenas. Este conflicto lo obliga a huir a la Nueva Granada.
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1598: Envía una carta al rey de España defendiendo los derechos de los indígenas, a quienes consideraba víctimas de la explotación y la injusticia.
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1606: Fundación del convento de Caranqui y la ciudad de Ibarra, a la que aportó su arte con la pintura de «Nuestra Señora de la Peña de Francia y del Rosario».
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1613: Composición de un libro coral que destacaba por sus esmerados dibujos.
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1618: Es elegido provincial por sus hermanos de hábito, lo que marca el reconocimiento de su dedicación religiosa.
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1621: Fallecimiento de Fray Pedro Bedón en Quito, dejando un legado de amor por los indígenas, el arte y la educación.
Relevancia actual
El impacto de Fray Pedro Bedón en la historia de Quito y Ecuador perdura hasta nuestros días. Como defensor de los derechos de los indígenas y figura clave en la vida religiosa y cultural de la época colonial, su legado continúa siendo reconocido. Sus pinturas, muchas de las cuales sirvieron para la devoción popular, se exhiben en diversos museos y iglesias, siendo la más famosa la imagen de la Virgen del Rosario, que él mismo pintó en varias versiones.
Uno de los aspectos más destacados de su trabajo es su capacidad para hacer que el arte religioso fuera accesible a todos. Fray Pedro logró que las imágenes religiosas se conectaran con las emociones del pueblo, lo que permitió que la devoción se transmitiera de manera efectiva a través de la pintura. Sus cuadros, caracterizados por una sencillez que tocaba los corazones de los humildes, siguen siendo considerados como uno de los más grandes logros del arte colonial ecuatoriano.
Además, su defensa de los pueblos indígenas lo ha colocado en una posición importante dentro de la historia de la justicia social en América Latina. A través de su trabajo pastoral, sus escritos y su arte, Fray Pedro Bedón se erige como un defensor de los oprimidos, en un momento histórico donde las voces en favor de los indígenas eran pocas.
Fray Pedro Bedón dejó un testimonio claro de su compromiso con la cultura, el arte y la justicia, lo que ha influido profundamente en el desarrollo de la identidad cultural de Ecuador.
MCN Biografías, 2025. "Bedón y Díaz de Pineda, Fray Pedro (1556-1621). El religioso dominico y pintor que defendió a los indígenas de Quito". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/bedon-y-diaz-de-pineda-fray-pedro [consulta: 28 de septiembre de 2025].