Bebel, Herman August (1840-1913).


Político y escritor socialista alemán, nacido en Deutz, junto a Colonia, el 22 de febrero de 1840 y muerto en Passugg (Suiza) el 13 de agosto de 1913. Participó en la fundación del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) en 1869, convirtiéndose en su figura más relevante durante las siguientes cuatro décadas.

Su padre era un suboficial del ejército prusiano que murió cuando él apenas contaba trece años. Creció en míseras condiciones en la pequeña ciudad de Wetzlar, donde aprendió el oficio de tornero carpintero. En busca de trabajo, recorrió toda Austria y gran parte del sur de Alemania, empleándose como jornalero en su oficio. En 1860 se instaló en Leipzig (Sajonia), donde comenzaría su carrera política al ingresar en la Asociación Educativa de los Trabajadores (Arbeiterbildungsvereine). Allí recibió su primera educación y comenzó a interesarse por la situación política alemana. En 1865 se convirtió en secretario de dicha organización y conoció a Wilhelm Liebknecht, un socialista ilustrado que le introdujo en los debates ideológicos del socialismo y que se convertiría en una de las principales influencias tanto en su vida privada como en su carrera política.

En 1866, al declararse la guerra entre Austria y Prusia, Alemania se dividió entre los partidarios de la «pequeña Alemania» (Kleinedeutschland) y los de la «gran Alemania» (Grossedeutschland) preconizada por el «canciller de hierro», Otto von Bismarck. Ese mismo año, Bebel y Liebknecht fundaron el Partido del Pueblo Sajón (Sächsische Volkspartei), que se opuso tenazmente a la política imperialista y militarista de Bismarck. En 1867, Bebel fue elegido diputado de la Asamblea Constituyente de la Confederación del Norte de Alemania, en la que rápidamente se distinguió con sus ataques al imperialismo prusiano, y nombrado presidente de la comisión permanente del Sindicato de Trabajadores de Alemania. Dos años después, en una reunión celebrada en Eisenach, el Partido del Pueblo Sajón se unió a otros grupos socialistas para formar el Partido Socialdemócrata de los Trabajadores (Sozialdemokratische Arbeiterpartei), antecedente inmediato del SPD. El nuevo partido nació estrechamente vinculado a la I Internacional del Trabajo fundada en Londres por Karl Marx, y a la que el Partido del Pueblo Sajón se había adherido ya en 1866.

Desde sus comienzos como diputado en la Asamblea de la Confederación del Norte, Bebel destacó por su sólida oposición a la política de prusianización y al imperialismo preconizado por Bismarck, que, según su opinión, deseaba convertir a Alemania en «un inmenso cuartel». En julio de 1870 fue, junto a Wilhelm Liebknecht, el único diputado en votar en contra de los empréstitos decretados por Bismarck para hacer frente a la guerra contra Francia que había estallado poco antes. En 1871 fue elegido miembro del Reichstag (parlamento alemán) en representación del SPD, que comenzaba a cobrar peso en el panorama político de Alemania. Ocuparía su escaño de forma ininterrumpida hasta su muerte. En el Reichstag, se convirtió en una de la principales figuras de la oposición al gobierno de Bismarck. Atacó con dureza y brillantez la política expansionista, las leyes discriminatorias contra la Iglesia católica y la anexión de Alsacia-Lorena tras la victoria alemana en la Guerra Franco-prusiana. En cambio, apoyó públicamente y con ardor a la Comuna de París, la rebelión socialista y republicana que había estallado en la capital francesa tras la caída de Napoleón III. Estas actitudes le condujeron a la cárcel, tras ser juzgado y hallado culpable de alta traición en marzo de 1872. Sentenciado a dos años, Bebel aprovechó de la mejor manera posible su período en prisión: se recuperó de una tuberculosis que la falta de reposo había convertido en crónica, y se volcó en el estudio sistemático. A pesar de sufrir diversas detenciones y de pasar un total cinco años en la cárcel en diversos períodos desde 1869, Bebel no abandonó su trabajo como tornero, que le permitía mantener a su familia (se había casado en 1864 con la hija de una obrero ferroviario), ya que no cobraba sueldo alguno del parlamento. Hasta la década de 1880 no consiguió vivir enteramente de sus escritos.

En una reunión celebrada en Gotha en 1875, Bebel apoyó la fusión del SPD y del grupo socialista gradualista encabezado por el pensador Ferdinand Lassalle, en aras a conseguir la unión de todos los socialistas alemanes. Pero, desde 1878, el SPD tuvo que luchar contra la ofensiva lanzada por Bismarck contra los socialistas a través de una serie de leyes de emergencia que se sucedieron hasta 1890. Bebel consiguió mantener a flote la organización mediante un contundente rechazo de las estrategias de lucha violenta y agitación revolucionaria, pues consideraba que éstas ponían en peligro la pervivencia del partido. A pesar del estado de semiclandestinidad en el que operaban las organizaciones obreras, Bebel continuó realizando su labor de oposición mediante la difusión de panfletos y periódicos y a través de charlas y conferencias en los medios socialistas. En 1886 fue detenido y nuevamente encarcelado bajo la acusación de lesa majestad. Una vez liberado, se afincó en Berlín en 1890. En las elecciones de ese año, el SPD obtuvo un 20 % de los votos, después de que las leyes de emergencia fueran derogadas y el canciller Bismarck retirado del gobierno por el Kaiser Guillermo II.

Mientras el SPD aumentaba rápidamente su implantación entre el electorado alemán, Bebel consolidaba su liderazgo en el partido, del que fue elegido presidente en 1892. Durante los años siguientes, intentaría imponer la línea teórica diseñada por el filósofo Eduard Berstein: un socialismo de corte reformista y gradualista que rechazaba la estrategia revolucionaria y abogaba por la progresiva mejora de las condiciones de vida de la clase trabajadora dentro de un sistema democrático. Los debates internos en torno a la línea política a adoptar culminaron en el congreso del partido celebrado en Dresde en 1903, en el que Bebel condenó cualquier desviación de la doctrina reformista-gradualista del ala mayoritaria del partido y se enfrentó a los radicales, que exigían la implicación del SPD en la lucha revolucionaria. El abandono de Bebel de cualquier veleidad revolucionaria quedó sellado en 1905, al establecer con los sindicatos un pacto por el cual el SPD renunciaba a dirigir la agitación revolucionaria del proletariado alemán y se comprometía decididamente con la socialdemocracia.

Aunque enfrentado a las tendencias ortodoxas del socialismo marxista, Bebel contó con el respeto de los principales líderes del movimiento obrero de su tiempo. Conocido por su brillante oratoria, adquirió una enorme influencia sobre la vida política alemana y sobre la II Internacional Socialista. Todavía bajo su liderazgo, el SPD obtuvo la mayoría parlamentaria en las elecciones de 1912, con 110 escaños en el Reichstag. Sin embargo, Bebel moriría al año siguiente, a la edad de 73 años, mientras se encontraba en Passugg, cerca de Chur (Suiza).

Compaginó su actividad política con su labor como escritor y periodista desde las páginas del rotativo socialista Vorwärts (Adelante). Entre sus obras destacan: La guerra de los campesinos en Alemania (1876), Nuestros objetivos (1833) y una biografía del filósofo socialista Charles Fourier (1888). Pero, sin duda, su libro más influyente y perdurable fue La mujer y el socialismo, publicado en 1883 y que alcanzó un éxito inmediato dentro y fuera de Alemania. En 1910 aparecieron sus memorias, tituladas Mi vida.

Bibliografía

  • SCHRAEPLER, E. August Bebel, Sozialdemokrat im Kaiserreich. Berlín, 1966.

  • ROTH, G. The Social Democrats in Imperial Germany. Londres, 1963.