Beauvoir, Simone de (1908-1986).
Escritora y filósofa francesa, nacida en París el 9 de enero de 1908, y muerta en la misma ciudad el 14 de abril de 1986. Fue, posiblemente, la intelectual más influyente de la segunda posguerra mundial, en especial por su trabajo constante, tanto en el ámbito de la literatura, como en el de la filosofía, en relación con el problema de la emancipación de la mujer.
Vida y obra
Nacida y educada en el seno de una familia burguesa tradicional y católica, mostró sin embargo desde muy joven un talante rebelde, comprometido y anticonformista con respecto a la situación que como mujer le había tocado vivir. Estudió filosofía en la Sorbona, estudios que terminó en 1929. Fue allí donde conoció a Jean Paul Sartre, con quien mantuvo una relación afectiva e intelectual a lo largo de toda su vida, y con quien pudo llevar a la práctica toda una serie de convicciones acerca de las relaciones de pareja. El hecho de que nunca se casaran ni vivieran bajo el mismo techo, o de que se permitieran otras relaciones fuera de la suya propia, no impidió sin embargo que Beauvoir y Sartre constituyeran una de las parejas más sólidas, unidas y famosas del siglo XX; de hecho, ella habló de su encuentro con Sartre como «el acontecimiento fundamental de mi existencia».
Fue profesora de filosofía de enseñanza secundaria en París, Marsella y Rouen desde 1929 hasta 1943, año en que el éxito obtenido con su primera novela (L’invitée) le permitió dedicarse profesionalmente a la escritura. Fue también en este año cuando pasó a formar parte del equipo de redactores de la revista Temps modernes, dirigida por Sartre. Viajó por toda Europa y por Estados Unidos, la Unión Soviética, China y Cuba. Su ideología de izquierda se vio estremecida ante los horrores de la II Guerra mundial, y a partir de ese momento fue abandonando progresivamente el género de la novela para introducirse más en el género de la autobiografía, que le sirvió para llevar a cabo una tarea de análisis de sí misma. Murió en París en 1986, seis años después de la muerte del fallecimiento de Sartre.
Escribió tanto obras literarias, como ensayos filosóficos y morales, en los que siempre dedicó una especial atención a la compresión de la existencia humana y, en concreto, a la reflexión sobre la situación de la mujer. Entre sus ensayos destacan: Por una moral de la ambigüedad (1947), El segundo sexo (1949) y La vejez (1970); y entre sus novelas: La invitada (1943), La sangre de los otros (1944), América día a día (1948), Los mandarines (1954) -por la que recibió el premio Goncourt- y La ceremonia del adiós (1982), inspirada esta última por la muerte de su compañero. Escribió también algunos volúmenes autobiográficos: Memorias de una joven formal (1958), La fuerza de la edad (1969), La fuerza de las cosas (1963) y Final de cuentas (1971).
Pensamiento filosófico
Beauvoir estuvo comprometida a lo largo de toda su vida con la corriente existencialista, de la que Sartre fue también un representativo estandarte, si no el que más. Desde esta perspectiva, considera que, puesto que es la historia la que configura la existencia humana, el proceso histórico de devenir de las mujeres es mucho más fuerte que el de los hombres, y que las posibilidades de realización de las mujeres no han sido ni precisadas ni aprovechadas históricamente. En el que tal vez es su libro más famoso, El segundo sexo (publicado en dos volúmenes), Beauvoir da un repaso a la relevancia de la figura histórica de la mujer desde la perspectiva existencialista. En el primer volumen muestra su repulsa a la idea de una naturaleza femenina débil, sometida e inferior. Sostiene que el individuo no nace hombre o mujer, sino que llega a serlo, y que puede ser una u otra cosa de muchas maneras. De cualquier forma, afirma que la situación de inferioridad en que se han visto las mujeres a lo largo de la historia es resultado de unas determinadas condiciones socio-culturales. En el segundo volumen describe la situación real de la vida de la mujer, examina qué ideologías sostienen esa situación y qué posibles perspectivas de liberación se le brindan.
La aparición de este libro supuso toda una polémica que, con el paso del tiempo, se convirtió en verdadera admiración hacia su autora. Su participación activa en la militancia feminista a partir de 1973 supuso la confirmación en la práctica de lo que siempre habían sido sus intereses teóricos.