Aung San Suu Kyi (1945-VVVV)
Activista política de Myanmar (Birmania), nacida en Rangún el 19 de junio de 1945. Está considerada como uno de los símbolos mundiales de la lucha por la democracia y la libertad y de la resistencia pacífica frente a la opresión. Entre otros reconocimientos y galardones, recibió el Premio Nobel de la Paz en 1991.
Hija de Aung San, político destacado y uno de los padres de la independencia birmana, que participó en las negociaciones con Gran Bretaña para poner fin al colonialismo y que fue asesinado en 1947 por nacionalistas radicales, y de Daw Khin Kyi, que ejerció la carrera diplomática y en 1960 ocupó la Embajada de Birmania en la India. Aung fue educada en Gran Bretaña, donde se graduó en Filosofía, Economía y Ciencias Políticas por la Universidad de Oxford y trabajó durante algún tiempo para las Naciones Unidas. En 1987 publicó una biografía de su padre.
En abril de 1988 regresó a Birmania para atender a su madre gravemente enferma, a pesar de las amenazas recibidas del gobierno militar, liderado por el dictador Ne Win. Comprobó en aquellos meses la sangrienta represión de las manifestaciones en las que el pueblo birmano protestaba contra el régimen autocrático y exigía el restablecimiento de la democracia, y comenzó a organizar un movimiento a favor de los derechos humanos y de la instauración de un régimen democrático. Heredera del legado paterno e inspirada en la política de «no violencia» del Mahatma Ghandi, Suu Kyi organizó mítines por todo el país para pedir elecciones libres y se convirtió en un importante símbolo para las esperanzas de su pueblo. Ne Win dimitió en julio de 1988 pero los militares volvieron al poder con un violento golpe de Estado en septiembre de ese mismo año.
Promovió entonces una intensiva campaña para el envío masivo de cartas al nuevo gobierno en el que se sugerían reformas políticas y, a finales de año, junto a otros famosos activistas -entre ellos el antiguo ministro de defensa U Tin-, fundó la Liga Nacional para la Democracia (LND), formación en torno a la cual se reunieron todos los miembros de la oposición. Desafiando la ley marcial, viajó por todo el país y participó en multitudinarios mítines donde denunciaba los abusos del gobierno militar. Las relaciones con el poder se volvieron cada vez más tensas y, después de salir ilesa en abril de 1989 de un atentado perpetrado por un capitán del Ejército, en julio de ese mismo año fue puesta bajo arresto domiciliario en su domicilio de Rangún.
La LND obtuvo el 80% de los escaños en las elecciones de mayo de 1990, que se celebraron a pesar de los continuos intentos del régimen militar por evitar los comicios y prohibir su candidatura. El gobierno militar anuló los resultados y confirmó la condena de Aung San Suu Kyi, a quien le fue negado el contacto con su marido y sus dos hijos. El resto de la cúpula de la Liga Nacional para la Democracia se exilió en Tailandia, desde donde iniciaron una intensa campaña internacional para denunciar la situación de su país y exigir la libertad de Suu Kyi, en la que desempeñó un papel determinante el marido de la activista, el profesor británico Michael Aris, con quien se había casado en 1972.
En el mes de noviembre corrieron rumores de que había caído gravemente enferma a causa de la huelga de hambre que realizaba en señal de protesta y, un mes después, su marido publicó una recopilación de sus artículos bajo el título de Freedom from Fear and Other Writings. En esta obra aparecía la base de su pensamiento político: «No tener miedo puede ser un regalo, pero quizás más valioso es el coraje adquirido a través del esfuerzo. Coraje que nace del cultivo del hábito de rechazar los dictados de un solo individuo, coraje que puede describirse como gracia bajo presión, gracia renovada repetidamente frente a la crueldad incesante. En medio de estas dificultades, siento que todo lo que estoy haciendo merece la pena. La gente de Birmania se merece algo mejor que este ambiente de ineficacia, corrupción y abusos de poder«.
Galardonada con el Premio Sajarov para la Libertad de Pensamiento en 1990, en diciembre de 1991 recibió el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos para despertar la conciencia democrática y por su lucha, con gran riesgo personal, por la defensa de los Derechos Humanos; causa que le había comportado terribles sufrimientos y la privación de su libertad. Su actitud constituyó uno de los más extraordinarios ejemplos de coraje civil en las últimas décadas del siglo XX. El gobierno de Rangún rechazó la solicitud de las autoridades suecas para liberar a Aung San Suu Kyi, con el argumento de que había alterado el orden legítimo de la nación. Los militares emprendieron una campaña de descrédito hacia la activista y, mediante un decreto gubernamental, se la apartó en abril de 1991 de su cargo de secretaria general de la Liga. En su representación acudió a recoger el Premio Nobel su hijo Alexander.
Con el fin de mejorar la imagen internacional del país, el régimen levantó su arresto en 1995 aunque Suu Kyi, que fue reelegida presidenta de la Liga Nacional para la Democracia, no tenía libertad de movimientos. Entabló conversaciones con la Junta Militar con el fin de lograr una transición democrática pacífica y el gobierno trató de lavar su imagen aceptando varias propuestas de la Liga y ofreciendo una reforma de la Constitución, que en realidad prolongaba el poder de los militares. Suu Kyi respondió con la exigencia de una nueva Carta Magna que apartara del poder a la junta castrense.
En 1996, con motivo del aniversario de la victoria electoral de 1990, se reunieron 10.000 de sus seguidores en la puerta de su domicilio y en octubre de 1997, cuando se preparaba el Congreso de la Liga, fueron detenidos quinientos miembros. Suu Kyi fue arrestada de nuevo en su domicilio y esta vez se le cortó toda comunicación telefónica y se le prohibió el contacto con las diferentes delegaciones diplomáticas. El gobierno intentó dividir a su partido apoyando la candidatura de Aung Shwe, aunque finalmente se permitió la celebración del primer Congreso de la LND, que tuvo lugar en su residencia. El 24 de julio de 1998, el gobierno bloqueó su coche a 50 kilómetros de la capital cuando iba a reunirse con algunos miembros de la Liga. Permaneció allí seis días en señal de protesta hasta que fue obligada por la policía a regresar. A finales de año firmó un comunicado junto a los otros nueve miembros del Comité Directivo de la Liga Nacional para la Democracia en el que se declaraban como gobierno legítimo del país hasta que se convocaran elecciones democráticas.
Durante dos años más se sucedieron los forcejeos con la Junta Militar por su libertad de movimientos y en octubre de 2000 fue nuevamente detenida cuando se disponía a viajar hacia Mandalay. Permaneció otros diecinueve meses confinada en su domicilio hasta que en los primeros días de mayo de 2002 el gobierno levantó su arresto. La medida, solicitada insistentemente por la comunidad internacional, fue adoptada durante la visita a Rangún del enviado especial de la ONU. Justo un año después de recuperar parcialmente su libertad, Suu Kyi y otros líderes políticos fueron detenidos de nuevo en el norte del país, después de que en un violento enfrentamiento entre simpatizantes y detractores de la Liga Nacional para la Democracia murieran cuatro personas. La Junta Militar también ordenó clausurar las sedes del partido y la autorización para su reapertura no llegó hasta la primavera de 2004. Sin embargo, no hubo entonces medidas de gracia para Suu Kyi y su arresto fue prorrogado hasta 2005. Antes de concluir ese año, funcionarios del Gobierno de Myanmar le entregaron en su domicilio de Yangon un comunicado oficial con la decisión de la Junta de prolongar nuevamente su detención por un periodo de 12 meses.
El 13 de mayo de 2006 recibió uno de los Four Freedoms Awards del Instituto Roosevelt de Nueva York. La comunidad internacional, con el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, al frente, volvió a clamar por su liberación, pero la Junta Militar ofreció la respuesta habitual: ampliar otro año más el arresto domiciliario de Suu Kyi.
El 27 de mayo de 2008, la junta militar que gobierna Myanmar, ex Birmania, comunicó a Suu Kyi la decisión de retrasar su liberación durante seis meses más. El proceso judicial impuesto, que comenzó a desarrollarse en mayo de 2009, fue postergado al mes siguiente, dado que las autoridades de Myanmar la acusaron de violar las condiciones de su arresto domiciliario. La misma causa fue la esgrimida en agosto 2009, en ocasión de una nueva postergación de su juicio. Suu Kyi fue acusada de dar albergue a un norteamericano, John Yettaw, que llegó a nado hasta su casa, que también fue condenado a 7 años de prisión y a trabajos forzados. Laa oposición birmana considera los sucesivos aplazamientos de la liberación de la premio Nobel, intentos de apartarla de la lucha política, de cara a las elecciones que la junta de gobierno ha prometido para celebrarse en 2010.
Bibliografía
- TAYLOR, R., The State in Burma. Londres: C. Hurst, 1987.
Galeria