Bashar al-Assad (1966-VVVV). El oftalmólogo que heredó el poder y transformó Siria
Bashar al-Assad, nacido en 1966 en Damasco, es el actual jefe de Estado de Siria y figura central en la historia reciente de Medio Oriente. Su ascenso al poder fue tan inesperado como decisivo: de una formación académica en Medicina en el Reino Unido, pasó a liderar uno de los regímenes más controvertidos del siglo XXI. Su gobierno, marcado por promesas de apertura y modernización, ha estado también profundamente ligado a la represión, la guerra y el aislamiento internacional. Hijo del histórico mandatario Hafez al-Assad, Bashar al-Assad representa una continuidad del poder familiar, pero también un nuevo capítulo que ha reconfigurado las relaciones geopolíticas en la región.
Orígenes y contexto histórico
Bashar al-Assad nació en el seno de una de las familias más influyentes de Siria. Su padre, Hafez al-Assad, fue presidente del país desde 1971 hasta su muerte en el año 2000, consolidando un régimen autoritario bajo el Partido Baaz. Bashar era el tercero de cinco hijos y, originalmente, no estaba destinado a suceder a su padre. Su hermano mayor, Basel, era el elegido para heredar el liderazgo, pero su trágica muerte en un accidente automovilístico en 1994 cambió por completo el rumbo de Bashar.
En ese momento, Bashar al-Assad se encontraba en Londres, donde había iniciado una prometedora carrera como oftalmólogo. Sin embargo, tras el fallecimiento de Basel, fue convocado a Damasco para prepararse como el nuevo heredero del poder. Comenzó entonces un proceso acelerado de formación política y militar. En 1997 alcanzó el rango de teniente coronel del Ejército sirio y, en 1999, fue promovido a coronel. Su rápido ascenso fue parte de una estrategia para afianzar su legitimidad dentro del aparato militar y del partido.
En sus primeros años de preparación, Bashar se ocupó de áreas clave como la informatización de la infraestructura nacional —introduciendo por primera vez Internet en Siria— y la gestión de relaciones exteriores, especialmente con Líbano y Jordania. De hecho, su visita oficial a Amán, con motivo del fallecimiento del rey Hussein, marcó un giro en las deterioradas relaciones sirio-jordanas.
Logros y contribuciones
La llegada oficial al poder de Bashar al-Assad ocurrió tras la muerte de su padre el 10 de junio del año 2000. El Parlamento sirio reformó la Constitución para permitir que un ciudadano de 34 años —la edad exacta de Bashar en ese momento— pudiera ser presidente. Así, fue proclamado Jefe del Estado y líder del Partido Baaz.
En sus primeras intervenciones, Bashar prometió reformas democráticas, modernización económica y apertura al exterior. Algunas de sus primeras medidas incluyeron:
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Liberación de más de 500 presos políticos.
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Autorización al Frente Nacional Progresista para retomar su actividad política.
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Eliminación del monopolio estatal sobre el sistema bancario.
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Iniciativas contra la corrupción a nivel administrativo.
Estas acciones, vistas con esperanza tanto dentro como fuera del país, señalaban una nueva etapa para Siria. Su gobierno también expresó voluntad de mantenerse fiel a compromisos tradicionales como el apoyo a la causa palestina y la influencia sobre el Líbano.
Sin embargo, muchas de estas reformas se vieron limitadas por la resistencia de la vieja guardia del régimen y por la vigencia del estado de emergencia decretado en 1963. Aunque se anunció su posible levantamiento, nunca se materializó en los primeros años del mandato de Bashar.
Momentos clave
La presidencia de Bashar al-Assad ha estado marcada por eventos decisivos que han definido el curso de Siria y su imagen internacional. Entre los más relevantes destacan:
Reformismo inicial (2000-2003)
Tras asumir la presidencia, Bashar inició un proceso que prometía reformas estructurales. Aunque hubo avances simbólicos, como la liberalización parcial de medios y la liberación de presos políticos, los cambios estructurales fueron limitados. La vieja cúpula del Partido Baaz y el aparato de seguridad mantuvieron un férreo control del poder.
En 2003, en un intento por renovar su gobierno, Bashar aceptó la dimisión del gabinete de Mohamed Mustafá Miró y designó como primer ministro a Mohamed Naji al Otri, considerado una figura reformista dentro del partido.
Crisis del Líbano y asesinato de Rafik Hariri (2005)
Uno de los episodios más graves fue el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri el 14 de febrero de 2005, atentado que desató una ola de protestas en Beirut contra la presencia siria en el país. La presión internacional se intensificó, especialmente desde Estados Unidos, Naciones Unidas, y varios países árabes.
El 5 de marzo de ese año, Bashar anunció ante el Parlamento el inicio de la retirada militar siria del Líbano, que se llevó a cabo en dos fases y concluyó el 26 de abril de 2005. Esta retirada puso fin a 29 años de ocupación siria y fue celebrada con un acto simbólico.
Sin embargo, la comisión de investigación de la ONU que indagó el asesinato de Hariri concluyó que los servicios secretos de Siria y del Líbano habían participado en el atentado. El informe fue devastador para la imagen de Bashar, quien se negó a ser interrogado por los inspectores internacionales, alegando violación de la soberanía nacional.
Reelección en 2007
En mayo de 2007, Bashar al-Assad fue reelegido presidente con el 97,62% de los votos en un referéndum. Este resultado superó incluso el obtenido en el año 2000, y consolidó su permanencia en el poder. Aunque desde el exterior se cuestionó la transparencia del proceso, dentro del país fue presentado como una señal de estabilidad y continuidad.
Relevancia actual
La figura de Bashar al-Assad sigue siendo clave para entender la política de Medio Oriente. Aunque este artículo se centra en su trayectoria hasta 2007, es imposible ignorar que su permanencia en el poder ha trascendido varias décadas, incluyendo la guerra civil siria iniciada en 2011, su enfrentamiento con grupos rebeldes e islamistas, y su colaboración estratégica con Rusia e Irán.
Su política de resistencia frente a presiones internacionales, combinada con un enfoque autoritario del poder, ha polarizado a la opinión mundial. Mientras algunos lo ven como un baluarte frente al extremismo islámico, otros lo acusan de crímenes de guerra y represión brutal contra su propio pueblo.
Principales hitos de su liderazgo hasta 2007:
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1994: Muerte de su hermano Basel; Bashar regresa a Siria para prepararse como sucesor.
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1997: Ascendido a teniente coronel.
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1999: Nombrado coronel por su padre.
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2000: Asciende al poder tras la muerte de Hafez al-Assad.
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2001: Primera visita oficial a Europa (España).
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2003: Reestructura el gobierno con Mohamed Naji al Otri como primer ministro.
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2005: Retirada militar de Siria del Líbano tras el asesinato de Rafik Hariri.
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2007: Reelección presidencial con el 97,62% de los votos.
La historia de Bashar al-Assad es la de un líder forjado entre dos mundos: el de las expectativas reformistas de comienzos de siglo y el del autoritarismo consolidado en medio de una región convulsa. Su rol geopolítico, su resistencia al cambio de régimen y su capacidad para mantenerse en el poder frente a desafíos internos y externos, lo convierten en uno de los líderes más discutidos de las últimas décadas.
MCN Biografías, 2025. "Bashar al-Assad (1966-VVVV). El oftalmólogo que heredó el poder y transformó Siria". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/assad-bashar-al [consulta: 17 de julio de 2025].