Adad-apla-iddina (c. 1069 – 1046 a. C.): Rey de Babilonia de la II Dinastía de Isin, gobernante en tiempos de crisis y continuador del culto mesopotámico

Adad-apla-iddina fue rey de Babilonia aproximadamente entre 1069 y 1046 a. C.. Su reinado pertenece a la etapa tardía de la II Dinastía de Isin, en un periodo de profunda inestabilidad política y militar en Mesopotamia.
Las crónicas babilónicas lo presentan como un gobernante de origen no dinástico, posiblemente designado por un rey asirio para asegurar el control de Babilonia. En algunas inscripciones aparece descrito como “hijo de un hombre anónimo”, lo que refuerza la idea de su origen incierto, aunque en otras fuentes se afirma que fue hijo del sacerdote Esagil-šaduni.
Su ascenso se enmarca en un tiempo de continuos ataques arameos y sutú que presionaban las fronteras del reino, debilitando el poder de los monarcas locales.
Reinado
Adad-apla-iddina gobernó cerca de 23 años, durante los cuales tuvo que enfrentar la desintegración de la autoridad central en Babilonia. Las fuentes babilónicas indican que el reino estuvo constantemente amenazado por incursiones de pueblos seminómadas, lo que redujo la capacidad del rey para mantener un control efectivo sobre todas las regiones.
Sin embargo, a pesar de estas dificultades, se le recuerda como protector del culto tradicional. Mantuvo la restauración de templos y continuó la tradición religiosa babilónica, preservando el prestigio de las instituciones sagradas en medio de la crisis política.
Política exterior
La historiografía asiria sugiere que Adad-apla-iddina accedió al trono con el apoyo del rey de Asiria, aunque pronto la relación entre ambos reinos se tensó. Los anales babilónicos hablan de una Babilonia debilitada, incapaz de resistir con fuerza los embates exteriores, lo que derivó en un progresivo retroceso territorial.
El reinado de Adad-apla-iddina marca así un periodo de transición en el que Babilonia fue perdiendo su antiguo papel hegemónico en Mesopotamia.
Cultura y religión
El legado más duradero de Adad-apla-iddina fue su vínculo con la literatura y la religión babilónica. Crónicas posteriores lo asocian a la recopilación de himnos, mitos y leyendas, y en su época se transmitieron tradiciones mesopotámicas fundamentales que llegarían a la posteridad.
Una de las composiciones atribuidas a su tiempo es la “Crónica de Adad-apla-iddina”, un texto fragmentario que narra la devastación causada por incursiones extranjeras y la respuesta de las autoridades babilónicas.
Final del reinado y sucesión
Hacia 1046 a. C., Adad-apla-iddina murió dejando un reino debilitado. Fue sucedido por Marduk-ahhē-erība, y poco después por príncipes de corta duración, reflejo de la inestabilidad que caracterizó esta época.
Su figura representa el esfuerzo de un monarca por mantener la legitimidad religiosa y cultural de Babilonia frente al colapso político y militar.
Cronología de Adad-apla-iddina
- c. 1069 a. C.: Accede al trono de Babilonia, posiblemente con apoyo asirio.
- 1069-1046 a. C.: Gobierna durante 23 años. Enfrenta ataques arameos y sutú.
- Reinado: Promueve el culto y la reconstrucción de templos, pese a la crisis política.
- c. 1046 a. C.: Muere; le sucede Marduk-ahhē-erība.
MCN Biografías, 2025. "Adad-apla-iddina (c. 1069 – 1046 a. C.): Rey de Babilonia de la II Dinastía de Isin, gobernante en tiempos de crisis y continuador del culto mesopotámico". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/apil-adad [consulta: 28 de septiembre de 2025].