Andrés III. Rey de Hungría (¿-1301): Un monarca que marcó el fin de la dinastía de los Árpád

Andrés III de Hungría, también conocido como el Veneciano, fue el último rey de la dinastía de los Árpád, un linaje que había gobernado Hungría durante varios siglos. Nació en Venecia y su vida estuvo marcada por las intrincadas luchas de poder que definieron su reinado y la sucesión del trono húngaro. A través de su historia, Andrés III se enfrenta a desafíos internos y externos que, finalmente, determinarían su trágico destino y el futuro del reino de Hungría.

Orígenes y contexto histórico

Andrés III nació en Venecia, siendo hijo de Esteban de Hungría (hijo póstumo de Andrés II) y Tomasa Morasini. Su origen veneciano le otorgó el apodo de «el Veneciano». Desde su infancia, estuvo involucrado en las complejidades políticas del reino húngaro, ya que su madre lo llevó a la corte de Ladislao IV de Hungría (1262-1290), quien era rey en ese momento. Ladislao IV lo nombró duque de Eslavonia, Dalmacia y Croacia, además de designarlo como su sucesor, ya que Andrés III era el único varón de la Casa de Arpad, la dinastía que había gobernado Hungría durante siglos.

El contexto histórico de esta época era turbulento, ya que el reino de Hungría se encontraba en medio de conflictos internos y externos. Ladislao IV, conocido como «el Cumano», fue un monarca con un reinado marcado por tensiones políticas y étnicas, que se agravaron con la intervención de la nobleza y los intereses de las casas reales europeas.

Logros y contribuciones

El ascenso de Andrés III al trono fue el resultado de una serie de complejas negociaciones y disputas, en las que estuvo involucrado desde joven. Tras la muerte de Ladislao IV en 1290, Andrés III, que en ese momento estaba fuera de Hungría, emprendió un largo viaje hacia su reino. Durante su trayecto, pasó por los estados de Alberto de Austria, quien retuvo al joven duque. Andrés III no recuperó su libertad hasta que se comprometió a casarse con Agnes, la hija de Alberto, el duque de Austria.

En 1290, Andrés III llegó finalmente a Buda, la capital de Hungría, donde fue proclamado rey. Su coronación se celebró el 11 de agosto de ese mismo año. Sin embargo, su ascensión al trono no fue reconocida ni por el emperador Rodolfo I (1218-1291) ni por el papa Nicolás IV. Rodolfo I declaró a Hungría un feudo de revisión, mientras que el papa Nicolás IV lo consideró un feudo papal. Estas decisiones reflejaban las tensiones de la época, en las que las potencias europeas intentaban influir en el destino del reino húngaro.

Andrés III también se vio involucrado en una disputa con el Duque de Austria, quien había exigido que cumpliera su promesa de casarse con su hija Agnes. Tras varios intentos infructuosos de tomar el control de Austria mediante ataques militares, Andrés III tuvo que ceder y casarse con Agnes en 1291.

Momentos clave del reinado de Andrés III

A lo largo de su reinado, Andrés III se enfrentó a desafíos tanto internos como externos que marcaron el destino de su reinado y el futuro del reino de Hungría. Entre los momentos clave de su reinado se incluyen:

  • La coronación en 1290: Después de la muerte de Ladislao IV, Andrés III fue proclamado rey de Hungría, aunque su coronación fue disputada por el papa Nicolás IV y el emperador Rodolfo I.

  • Los ataques a Austria: Tras no cumplir su promesa de matrimonio con la hija del Duque de Austria, Andrés III se vio envuelto en varios intentos fallidos de conquistar Austria, lo que contribuyó a su debilitamiento político.

  • El conflicto con Carlos Martel de Anjou: Mientras Andrés III luchaba por consolidar su poder, el papa Nicolás IV apoyaba las pretensiones de Carlos Martel, hijo de Carlos II, rey de Nápoles y Sicilia, como candidato al trono de Hungría. Este conflicto dividió al país, ya que varios nobles húngaros también respaldaron a Carlos Martel.

  • La muerte de Andrés III: Tras 11 años de reinado, Andrés III falleció en Buda el 14 de enero de 1301, dejando un legado de división y conflicto en el reino húngaro. La Casa de Arpad llegó a su fin con su muerte.

Relevancia actual

Aunque el reinado de Andrés III fue corto y estuvo marcado por la inestabilidad, su figura tiene un lugar destacado en la historia de Hungría. Su muerte provocó una crisis de sucesión que dejó el trono húngaro abierto a nuevos competidores. La Casa de Anjou, que estaba encabezada por Carlos Martel, finalmente se apoderó de la corona de Hungría, lo que marcó el inicio de una nueva etapa en la historia del país.

El legado de Andrés III también es significativo por ser el último rey de la Casa de Arpad, una dinastía que había jugado un papel central en la política de Europa Central durante siglos. Tras su muerte, muchos competidores lucharon por el control del trono húngaro, lo que resultó en un periodo de fragmentación y lucha por la corona.

Hoy en día, la figura de Andrés III es recordada como un monarca que, a pesar de su posición privilegiada y sus logros, no logró mantener la unidad ni el control en Hungría. Su reinado es un ejemplo de los complejos desafíos políticos de la época medieval y de cómo las luchas internas y las presiones externas pudieron haber determinado el destino de un reino.

Bibliografía

  • SUGAR, P.F. A History of Hungary. London, Tauris, 1990.

  • TAUTÉ, A. Kings & queens of Europe. North Carolina, University of North Carolina Press, 1989.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Andrés III. Rey de Hungría (¿-1301): Un monarca que marcó el fin de la dinastía de los Árpád". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/andres-iii-rey-de-hungria [consulta: 30 de septiembre de 2025].