Amo y González, Gregorio del (1858-1941).
Intelectual, médico y mecenas español nacido en Santoña (Santander) el 18 de agosto de 1858 y fallecido en Los Angeles el 14 de mayo de 1979. Estudió bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros de Madrid y, en 1872, aprobó el ingreso en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense; en 1859, con el título de doctor en Medicina, se trasladó a Uruguay y, cuatro años más tarde, a México; por fin, en 1887, se estableció en Los Angeles, donde fue ayudado por los misioneros españoles claretianos y por la poderosa familia Domínguez, instalada en California desde finales del siglo XVIII. Poco después, en 1890, Gregorio del Amo desposaba a María Susana Delfina Domínguez (1844-1931), quinta hija del acaudalado Manuel Domínguez.
El matrimonio no tuvo hijos propios; por ello, decidieron adoptar dos niños. La fortuna familiar se incrementó rápidamente gracias a sus negocios, reunidos en la Del Amo Estate Company; al mismo tiempo, comenzó una fructífera labor de mecenazgo en beneficio de la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de California y la Universidad del Sur de California (University of Southern California). Alejado de la Medicina desde 1906, entró al servicio de España como cónsul en San Francisco, cargo que ostentó hasta 1912; no obstante, la residencia familiar seguía siendo el edificio conocido como Adobe, situado en su Rancho San Pedro (hoy, monumento nacional y museo).
En 1914, el matrimonio viajó a Santander para hacerse cargo de la herencia de la familia Del Amo; sin embargo, atrapados por el estallido de la Primera Guerra Mundial, permanecieron en España durante ocho años, instalados en Madrid y volcado él en tareas diplomáticas y académicas en beneficio de España y Estados Unidos. De regreso a América en 1922, Del Amo se dedicó al cuidado de sus negocios en Santander y de sus propiedades en California, en especial tras el hallazgo de petróleo, que supuso la perforación de 350 pozos que mantuvieron la productividad hasta los años cuarenta.
En recuerdo de la ayuda recibida de los claretianos, en 1920 les donó una generosa cantidad de dinero y el edificio que había de servirles de seminario; a los claretianos, en definitiva, les ha correspondido el cuidado de la mansión familiar, el edificio Adobe. Las posesiones de la familia se extendían por la zona llamada Redondo Beach, en la que se erige una iglesia católica encomendada a Santiago y construida en memoria de Juan José Domínguez y, en definitiva, de todos los Domínguez.
Sin duda, la gran empresa filantrópica de Gregorio del Amo y su esposa fue la «Del Amo Foundation», nacida el 14 de mayo de 1929 con el propósito de estrechar lazos y relaciones culturales entre España y California. En la junta directiva, figuraban ya los rectores de las tres universidades implicadas y varios directivos de la Del Amo Estate Company. Además, donó una importante suma para levantar la Residencia para Estudiantes en 1929, primero de los edificios del magno proyecto que era la Ciudad Universitaria de Madrid (el 12 de octubre de 1930, fue solemnemente inaugurado por Alfonso XIII).
La Residencia, construida a imagen de ciertos edificios de la Universidad de California-Berkeley (UCB), fue destruida durante la Guerra Civil; no obstante, la Fundación continuó viva gracias a un nuevo edificio: el Colegio Mayor Jaime del Amo, que recibe el nombre de uno de los dos hijos de don Gregorio. Por lo indicado hasta aquí, no es de extrañar que, aunque adscrito a la Universidad Complutense, su gestión quede a cargo de los claretianos. En California, la Fundación impulsó la creación del laboratorio llamado La Cabaña, ligado a la Universidad de California-Los Angeles (UCLA). Por otra parte, en esa misma fecha nacieron las Becas del Amo, llamadas a apoyar a profesores californianos y españoles que deseasen desplazarse en una u otra dirección con fines científicos.
En 1941 fallecía Gregorio del Amo y sus restos quedaban en la capilla del Seminario Claretiano de Compton; sin embargo, la labor de la Fundación Del Amo continuó hasta su disolución, acaecida el 14 de mayo de 1979. Posteriormente, su patrimonio fue repartido entre la Universidad Complutense (50%) y las dos universidades californianas (25% cada una); con todo, ello no supuso el fin de la obra filantrópica de Gregorio del Amo, pues esos fondos se siguen destinando a becas para estudiantes y profesores que persigan idéntico fin: reforzar los vínculos entre España y California.
Bibliografía
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Las líneas previas son un resumen del artículo-homenaje del profesor Carlos Seoane, «Gregorio del Amo: un mecenas desconocido», en Gaceta Complutense (17 de octubre de 2000), magnífica revisión de la figura y la obra de este filántropo.