Alvarado y Téllez, Fray Francisco de (1756-1814): El filósofo y escritor español que dejó huella en su época
Fray Francisco de Alvarado y Téllez, nacido en Marchena, Sevilla, el 25 de abril de 1756, fue un religioso dominico, filósofo y escritor español que destacó por sus firmes opiniones y su influencia en el ámbito intelectual de su tiempo. Su vida y obra estuvieron marcadas por la controversia y el compromiso con la defensa de los valores tradicionales de la Iglesia, especialmente en un contexto de agitación política y social, durante las primeras décadas del siglo XIX. Su legado sigue siendo objeto de estudio, especialmente por su postura reaccionaria frente a las ideas liberales de la época.
Orígenes y contexto histórico
Fray Francisco de Alvarado y Téllez nació en una época de grandes cambios sociales y políticos para España. Su ciudad natal, Marchena, situada en la provincia de Sevilla, fue testigo de su formación en el ámbito religioso y filosófico. Desde joven, Alvarado mostró un notable interés por los estudios de Filosofía y Teología, lo que lo llevó a ingresar en el colegio de San Pablo de Sevilla, donde comenzó su formación en Filosofía, y posteriormente continuó sus estudios en el colegio de Santo Tomás en la misma ciudad, donde se dedicó a la Teología.
Su vida estuvo marcada por la convulsión política que atravesaba España en ese periodo. En 1811, debido a la situación bélica que se vivía en el país por la invasión napoleónica y el contexto de la Guerra de la Independencia, Alvarado se refugió en Portugal. No obstante, estos años de exilio no le impidieron continuar con su actividad intelectual y literaria, que lo consolidaría como una figura polémica en la historia del pensamiento español.
Logros y contribuciones
Fray Francisco de Alvarado y Téllez fue un prolífico escritor que dejó un notable legado literario en diversas facetas. Entre sus obras más conocidas se encuentra el Sermón del glorioso mártir e Inquisidor San Pedro de Arbués, predicado en Sevilla en 1809, que refleja su profundo fervor religioso y su defensa de los valores católicos tradicionales. Sin embargo, fue con sus Cartas del Filósofo Rancio (1812-1814) donde realmente marcó un hito en la historia de la filosofía española de su época.
Las Cartas del Filósofo Rancio fueron un conjunto de 47 cartas, de las cuales las dos últimas se publicaron póstumamente en 1816. En ellas, Alvarado se dedicó a criticar las ideas liberales y a defender la tradición católica frente a las nuevas corrientes de pensamiento que surgían con la Revolución Francesa. La primera de estas cartas, Carta crítica de un Filósofo Rancio, se centró en una crítica feroz al discurso del diputado español Argüelles, quien había defendido la contribución de diezmos y las reformas fiscales que afectaban a la Iglesia. Este escrito fue impreso en la oficina de Periu en 1811 y causó un gran impacto en los círculos intelectuales de la época.
Alvarado también se destacó como traductor, siendo una de sus traducciones más conocidas la del Nuevo vocabulario filosófico-democrático indispensable para todos los que deseen entender la nueva lengua revolucionaria de Lorenzo Thjulen. Esta obra fue publicada en varias ciudades españolas, como Sevilla, Zaragoza, Madrid, Valladolid y Barcelona, y tuvo un gran eco en su tiempo, dada la situación política y social del momento.
Además de su faceta como escritor, Alvarado desempeñó diversos cargos dentro de la Iglesia, como examinador y juez sinodal del arzobispado de Sevilla, y calificador del Santo Oficio. Fue también elegido en 1814 como consejero de la Inquisición, un cargo que refleja su firme posición conservadora frente a las ideas modernas que amenazaban con alterar el orden tradicional de la sociedad española.
Momentos clave en su vida y obra
La vida de Fray Francisco de Alvarado y Téllez estuvo marcada por momentos de gran trascendencia tanto en su carrera religiosa como en su producción intelectual. Entre estos momentos clave se destacan:
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La publicación del Sermón del glorioso mártir e Inquisidor San Pedro de Arbués (1809): Esta obra marcó el inicio de su carrera como escritor y predicador, destacando su defensa de la Inquisición y el papel de la Iglesia en la sociedad.
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El exilio en Portugal (1811): Debido a la guerra y la ocupación francesa, Alvarado se refugió en Portugal, donde continuó su labor intelectual y escribió sus Cartas del Filósofo Rancio.
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La publicación de las Cartas del Filósofo Rancio (1812-1814): Estas cartas constituyen su obra más importante y reflejan su lucha contra las ideas liberales y su defensa de la tradición católica.
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Su regreso a Sevilla en 1812: Aunque estuvo un tiempo en Portugal, Alvarado regresó a Sevilla, donde continuó sus estudios y actividades literarias.
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La publicación póstuma de sus obras (1816-1824): Tras su muerte, varias de sus obras fueron publicadas y reeditadas en los años siguientes, lo que consolidó su figura como un pensador polémico en la historia de la filosofía española.
Relevancia actual
La figura de Fray Francisco de Alvarado y Téllez sigue siendo relevante hoy en día, aunque de manera controvertida. Su postura reaccionaria frente a las ideas liberales y su defensa del orden tradicional de la Iglesia le valieron tanto el elogio de algunos sectores conservadores como la crítica de los pensadores progresistas. Autores como Menéndez Pelayo lo elogiaron como un defensor de la fe y la tradición española, destacando su estilo polémico y su firmeza en sus convicciones.
No obstante, muchos intelectuales contemporáneos consideran que Alvarado, a pesar de su evidente talento literario, se encontraba limitado por un enfoque rígido de la filosofía y la política. Su defensa de la Inquisición y su rechazo a las reformas que surgieron en su época lo han situado como una figura que se resistía al cambio, incapaz de adaptarse a las nuevas corrientes de pensamiento que emergían en Europa tras la Revolución Francesa.
A pesar de estas críticas, las Cartas del Filósofo Rancio siguen siendo una obra de referencia para comprender las tensiones políticas e ideológicas del siglo XIX en España. Alvarado representa a una parte significativa de la sociedad española que, en su lucha contra el liberalismo, intentó mantener un orden basado en la autoridad de la Iglesia y el Estado tradicional.
Obras destacadas de Fray Francisco de Alvarado
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Sermón del glorioso mártir e Inquisidor San Pedro de Arbués (1809)
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Cartas del Filósofo Rancio (1812-1814)
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Nuevo vocabulario filosófico-democrático indispensable para todos los que deseen entender la nueva lengua revolucionaria (traducción)
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Prodigiosa vida, admirable doctrina, preciosa muerte de los venerables hermanos los filósofos liberales de Cádiz (1813)
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El Filósofo de Antaño en su gabinete (1813)
Su legado sigue siendo un campo fértil para los estudios sobre la historia del pensamiento en España y el papel de la Iglesia en la vida política del siglo XIX.
La figura de Alvarado, aunque polémica, ofrece una valiosa mirada al pensamiento conservador de su tiempo y a los esfuerzos por preservar las tradiciones frente a los movimientos de cambio que alteraban la estructura social y política del país.