Alí Jamenei (1939-VVVV).


Sayed Alí Husseini Jamenei, nombre completo de este personaje político iraní, nació en 1939 en la ciudad iraní de Mashad, al NO del país. Fue designado a las pocas horas de la muerte de Jomeini como su sucesor, ocupando el cargo político-religioso de Guía de la Revolución islámica del Irán. En 1981 fue elegido presidente de la República islámica de Irán.

Nacido en la ciudad de Mashad, en el seno de una familia de religiosos islámicos chiíes duodecimanos, cursó sus primeros estudios en esta localidad. Posteriormente continuó su formación religiosa en la ciudad santa chií de Najaf, bajo la dirección de los ayatollah Taleghani, Haeri y Burujerdi. En 1958 recibió las clases de ciencia coránica que impartía Ruhollah Jomeini, futuro guía de la revolución islámica iraní. A lo largo de los años de su formación político-religiosa el clima de crisis cultural y política de su país convirtió a estos jóvenes estudiantes en declarados anticolonialistas, que veían a Occidente como el polo negativo y antagónico, culpable de todas las calamidades que sufrían.

En 1963, Alí Jamenei pasó a formar parte del Movimiento Islámico Chií, actuando de enlace entre el ayatollah Ruhollah Jomeini y el ayatollah Milani. Ese mismo año Jomeini excomulgó al monarca iraní por aceptar la extraterritorialidad jurídica de los soldados estadounidenses destinados en Irán, que alcanzaban la cifra aproximada de cincuenta mil. Alí Jamenei fue detenido, en parte como respuesta por la SAVAK, policía política del monarca, temida por sus métodos fascistas contra cualquier agente opositor. En estos mismos años, algunos autores afirman que Alí Jamenei militó en el partido comunista Tudeh, que durante los años cincuenta fue el más numerosos de Oriente Medio, pero no hay constancia de ello.

Durante una década, aproximadamente desde 1968 hasta 1978, su vida transcurrió entre constantes detenciones y torturas como consecuencia de su participación directa en el proceso de derrocamiento de la dictadura de Mohamed Reza Pahlevi. Entregado a la vida política de su país, Jamenei fue uno de los pioneros en crear en 1978 el Partido Republicano Islámico, que, con el tiempo, llegaría a dirigir al ocupar su secretaría general.

A sus cuarenta años, Jamenei culminó la primera fase de sus estudios coránicos alcanzando el rango de hayatoleslam. R. Jomenei le eligió en 1977 para formar parte del Consejo de la Revolución, organismo que dirigió la transición, desde la monarquía, al régimen surgido tras el proceso revolucionario. Perteneció al Consejo de la Revolución hasta su desaparición en noviembre de 1979, meses antes de que fuera sometida a referéndum la primera Constitución de la futura República islámica. Jamenei fue nombrado jefe de los Guardianes de la Revolución, columna vertebral del régimen. Al mismo tiempo fue nombrado viceministro de Defensa y representante de Jomeini en el Consejo Supremo de Defensa. Sin embargo, el reconocimiento del pueblo como líder de primer orden de la revolución islámica iraní no llegó hasta que ocupó el puesto de imán de la plegaria de los viernes en la Universidad de Teherán. Con una voz profunda y gran dicción, poco a poco, Jamenei congregó a multitud de fieles que, absortos, escuchaban como deshilvanaba la lógica del islam y su mensaje, convirtiéndose en el principal teórico del populismo islámico chií. Desde esta tribuna, Jamenei fue involucrándose más directamente en los acontecimientos políticos de Irán; en 1979 se llevó a cabo la toma de la embajada estadounidense en Teherán por parte de sus fieles seguidores estudiantes. Colaboró de igual forma en el derrocamiento del primer presidente republicano, Abolhassan Banisadr, de tendencia socialdemócrata islámica. Las tensiones suscitadas por su caída estuvieron a punto de provocar el estallido de una cruenta guerra civil, lo que no impidió que se produjeran atentados contra importantes figuras religiosas, contabilizándose un total de tres mil muertos y más de siete mil detenidos que sufrirían una fortísima represión. El líder de la congregación de Muyaidines del Pueblo, Masub Rayavi, huyó junto con Banisard a París.

El 27 de junio de 1981 Jamenei sufrió un atentado. Como todas las semanas, con un fusil Kalashnikov en una mano y el corazón en la otra se dirigía a sus fieles, cuando estalló un magnetofón que llenó su cuello y sus pulmones de metralla. Tras una intervención quirúrgica, extremadamente complicada, Jamenei estuvo fuera de peligro. En octubre de ese mismo año fue elegido presidente de la República islámica de Irán por sufragio universal, tras haber muerto en atentado su antecesor y amigo personal, Alí Rayai. La cima de poder político la alcanzó el día 14 del mes de Jordad de 1368 de la hégira lunar, que se corresponde con el 4 de junio de 1989. En esa fecha, Sayed Alí Husseini Jamenei, sucedió con solemnidad y tranquilidad al hasta entonces máximo guía político y religioso de Irán, promotor de la revolución, Ruhollah Jomeini.