Alegría, Ricardo (1921-2011).


Ensayista, antropólogo y profesor universitario puertorriqueño, nacido en San Juan en 1921 y fallecido en San Juan de Puerto Rico el 7 de julio de 2011. Tras decantarse desde su temprana adolescencia por el estudio de las disciplinas humanísticas, cursó el Bachillerato en la Universidad de Puerto Rico y marchó luego a los Estados Unidos de América para realizar, en Chicago y Harvard, estudios de postgrado. En el país norteamericano, merced a una beca de la Fundación Guggenheim, pudo cursar el doctorado y obtener, finalmente, el título de doctor en Filosofía y Letras.

De regreso a su país natal, Ricardo Alegría se destacó por sus estudios acerca de la historia indígena de Puerto Rico, plasmados en numerosas investigaciones arqueológicas y en diferentes trabajos académicos (libros, artículos, conferencias, clases, etc.). Pronto se convirtió en una de las figuras principales del panorama intelectual puertorriqueño, en el que desempeñó gran cantidad de funciones: fue fundador y organizador de la Escuela y los Talleres de Artes Plásticas de Puerto Rico; promotor de la célebre Bienal del Grabado Latinoamericano; fundador y director del Centro de Investigaciones Arqueológicas y Etnológicas; director y organizador del Museo de Antropología, Historia y Arte de la Universidad de Puerto Rico (Recinto de Río Piedras) y catedrático de Antropología en dicha Alma Mater; director del Instituto de Cultura Puertorriqueña y director -asimismo- de la revista que difunde este organismo; y, entre otros muchos cargos de extraordinaria relevancia en la vida cultural y política de su país, director de la Oficina de Asuntos Culturales, dependiente del gobierno puertorriqueño. Además, Ricardo Alegría fue Presidente del Centro de Estudios Avanzados, organismo del que forman parte varios países del Caribe.

Su constante interés por el legado arqueológico de los primeros pobladores de la isla antillana le valió, entre otros muchos premios y distinciones, el galardón denominado «Cronic-Shield Award», que otorga el National Trust for Historic Preservation, de los Estados Unidos. Además, dentro del estudio de la historia antigua puertorriqueña, Ricardo Alegría profundizó también en el mestizaje de las tradiciones hispana y africana que se encontraron en la islas, con especial atención a la pervivencia de estas tradiciones en las costumbres, las formas de vida, el arte popular, la religión y el folclores de Loíza Aldea. De todo ello dejó un abundante material impreso en sus ensayos titulados La fiesta de Santiago Apóstol en Loíza Aldea y Gozos a Santiago y cánticos de vejigantes.

Además de estos títulos, el escritor de San Juan de Puerto Rico dió a la imprenta otros valiosos ensayos en los que abordó el estudio de la población boricua. Entre ellos, sobresalen los titulados Cacicazgo among the aborígenes of the Wets Indies (Chicago: Universidad, 1947) y La población aborigen antillana y su relación con otras áreas de América (San Juan de Puerto Rico, 1948); asimismo, y con la colaboración de su esposa Carmen Pons en calidad de ilustradora, realizó una adaptación de sus saberes históricos y antropológicos a los planes de la escuela elemental, por medio de una obra titulada Historias de nuestros indios.

En su infatigable labor cultural, con cerca de setenta años de edad Ricardo Alegría asumió la dirección de los trabajos destinados a restaurar el edificio del Seminario Conciliar (1989), donde después fundó un programa de bachillerato sobre estudios puertorriqueños. Su influencia y magisterio se dejaron notar en las nuevas generaciones de estudiosos del pasado de Puerto Rico, donde el escritor de San Juan sobresalió también por su encendida defensa del denominado concepto de «puertorriqueñidad» como clave de la búsqueda de una identidad propia para sus compatriotas.