Abgaro V de Edesa († 50 d.C.). Rey abgarida de Osroena, asociado a la tradición cristiana primitiva.

Rey de Osroena entre finales del siglo I a.C. y mediados del siglo I d.C., conocido como Abgar el Negro (Ukama). Su figura ocupa un lugar singular en la historia de Oriente Próximo, tanto por su papel político en las disputas entre Roma y Partia como por la tradición que lo presenta como el primer monarca en acoger el cristianismo en su reino.
Origen y ascenso al poder
Abgaro pertenecía a la dinastía abgarida, que gobernaba desde la capital Edesa (hoy Şanlıurfa, en el sudeste de Turquía). El reino de Osroena se había formado en el 132 a.C., tras la disgregación del poder seléucida, y se mantenía en equilibrio entre las potencias circundantes. Abgaro ascendió al trono en el 4 a.C. y pronto debió enfrentar la presión de Roma y Partia, que buscaban controlar la estratégica Mesopotamia superior.
Primer reinado (4 a.C.–7 d.C.)
Su primera etapa como rey estuvo marcada por inestabilidad. Fue depuesto en el 7 d.C., probablemente a causa de disputas internas y de la influencia de Roma, interesada en asegurar la lealtad de sus estados vasallos en la región.
Segundo reinado (13–50 d.C.)
En el 13 d.C. logró recuperar el trono, iniciando un largo gobierno que se prolongó hasta su muerte. Durante este periodo fortaleció la posición de Osroena como reino cliente de Roma. Supo conservar autonomía local mientras colaboraba con el Imperio en campañas militares y en la custodia de las rutas comerciales. Bajo su autoridad, Edesa floreció como centro urbano, cultural y religioso.
Tradición cristiana
La fama posterior de Abgaro V no se debe únicamente a la política, sino a la tradición transmitida por Eusebio de Cesarea en el siglo IV. Según esta, el rey escribió una carta a Jesús de Nazaret, pidiéndole que viniera a curarle de una enfermedad. Jesús respondió prometiendo enviar a un discípulo después de su ascensión. La tradición afirma que el apóstol Tadeo (Addai) viajó a Edesa y convirtió al monarca y a buena parte de la población.
La historicidad de estos hechos es cuestionada por los historiadores modernos. Sin embargo, la leyenda otorgó a Abgaro V el prestigio de haber sido el primer soberano cristiano, y convirtió a Edesa en un lugar emblemático para las comunidades siríacas.
Cultura y legado
El reinado de Abgaro V coincide con un notable auge cultural. Edesa se consolidó como centro de la lengua siríaca, que se convertiría en vehículo de una rica tradición literaria y teológica. Hallazgos arqueológicos recientes en la región, como mosaicos con inscripciones siríacas, han sido asociados a su época y confirman el dinamismo artístico de su corte.
Tras su muerte en el 50 d.C., el trono pasó a sus sucesores de la dinastía abgarida. El reino mantuvo su autonomía relativa hasta el 244 d.C., cuando fue incorporado definitivamente al Imperio romano.
Cronología
- 4 a.C.: Accede al trono de Osroena.
- 7 d.C.: Depuesto tras conflictos internos.
- 13 d.C.: Recupera el poder con apoyo local.
- 13–50 d.C.: Segundo reinado, en alianza con Roma.
- 50 d.C.: Fallece en Edesa, tras gobernar más de tres décadas.
MCN Biografías, 2025. "Abgaro V de Edesa († 50 d.C.). Rey abgarida de Osroena, asociado a la tradición cristiana primitiva.". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/abgar [consulta: 29 de septiembre de 2025].