Yongzheng (1678-1735). El emperador chino que consolidó el poder de la dinastía Qing

El emperador Yongzheng, también conocido como Yinchen, fue el tercer soberano de la dinastía Qing y uno de los gobernantes más enérgicos de la historia imperial china. Su reinado, comprendido entre 1723 y 1735, estuvo marcado por una férrea lucha contra la corrupción, una profunda reforma fiscal y la consolidación del poder absoluto del emperador. Aunque su ascenso al trono estuvo rodeado de intrigas y acusaciones de crueldad, su capacidad administrativa permitió sentar las bases de la estabilidad política y económica que disfrutaría China durante gran parte del siglo XVIII.

Orígenes y contexto histórico

Nacido en 1678 con el nombre de Yinchen, Yongzheng fue hijo del emperador Kangxi y de una de sus sirvientas de la corte. A pesar de no estar inicialmente destinado a la sucesión, la ineptitud del heredero oficial, Yinreng, abrió una oportunidad que Yongzheng supo aprovechar con astucia y determinación.

En un contexto en el que al menos quince príncipes aspiraban al trono, Yinchen se dedicó a neutralizar a sus rivales, apartando a Yinreng mediante acusaciones de conspiración y encarcelamiento, y debilitando las pretensiones de sus otros hermanos. Según algunas versiones, incluso se sospecha que pudo haber acelerado la muerte de su padre, proclamando que había sido nombrado sucesor en su lecho de muerte. Aunque la historia oficial lo negó, estas sombras rodearon para siempre el inicio de su reinado.

La dinastía Qing, de origen manchú, enfrentaba entonces la necesidad de reforzar su legitimidad sobre el vasto territorio chino. En ese escenario, Yongzheng emergió como un gobernante que supo imponer disciplina y centralizar el poder para garantizar la continuidad de su casa imperial.

Logros y contribuciones

El emperador Yongzheng fue percibido como un líder implacable con sus opositores, pero también como un reformador eficaz que respondió a las necesidades más urgentes del imperio.

Consolidación del poder imperial

Una de sus primeras medidas fue reducir la influencia de la familia imperial en el ejército. Arrebató a los príncipes el control de las banderas manchúes, las tropas de élite de la dinastía, y obligó a sus parientes a permanecer en la corte bajo su estrecha vigilancia. Este movimiento no solo fortaleció su autoridad, sino que también evitó que se produjeran conspiraciones desde el seno de la casa real.

En 1729 creó el Consejo de Estado (chun-chi chu), integrado por un reducido número de funcionarios de absoluta confianza. Esta institución sustituyó en gran medida al gabinete ministerial tradicional (nei-ko), con el objetivo de asegurar que las decisiones fundamentales del gobierno se mantuvieran bajo la supervisión directa del emperador.

Reforma fiscal y lucha contra la corrupción

El control de la corrupción fue uno de los pilares de su gobierno. Yongzheng desarrolló un sistema riguroso para vigilar a los funcionarios, recompensando la honestidad y castigando con severidad las prácticas ilícitas.

En 1727 impulsó la reforma fiscal más importante de la era Qing: la unificación de los impuestos personal (ting-fu) y territorial (ti-fu) en un solo tributo, el ti-ting, recaudado exclusivamente en metálico. Esta medida alivió la carga de los campesinos, favoreció el crecimiento económico y aumentó los ingresos estatales, lo que permitió financiar con mayor eficacia la administración imperial.

Impulso cultural y religioso

En el ámbito cultural, Yongzheng mostró tolerancia hacia las tradiciones chinas y promovió las artes y las ciencias. Admirador de la poesía clásica de la dinastía Tang en su juventud, se convirtió después en un devoto del budismo y el lamaísmo. En 1732 ordenó la conversión del palacio de Yongue Gong en un templo lama, fortaleciendo así los lazos espirituales entre la corte manchú y las comunidades tibetanas. Sin embargo, su política hacia el cristianismo fue menos flexible, expulsando a misioneros y destruyendo iglesias.

Política exterior

En materia internacional, uno de los hitos más relevantes de su gobierno fue la firma del Tratado de Kiachta en 1727 con el Imperio ruso. Este acuerdo definió las fronteras en las regiones de los ríos Amur y Argun y reguló el comercio entre ambos imperios. En 1731 envió embajadores a Moscú para garantizar la neutralidad rusa en las campañas militares chinas en Asia Central, consolidando así una posición diplomática estable en el norte del imperio.

Momentos clave del reinado

  • 1723: Ascenso al trono tras la muerte de Kangxi.

  • 1727: Reforma fiscal con la instauración del impuesto ti-ting.

  • 1727: Firma del Tratado de Kiachta con Rusia, que estableció las fronteras en Asia.

  • 1729: Creación del Consejo de Estado (chun-chi chu) como órgano de gobierno centralizado.

  • 1731: Envío de embajadores a Moscú para reforzar las relaciones diplomáticas.

  • 1732: Conversión del palacio de Yongue Gong en templo lama, símbolo de su devoción religiosa.

  • 1735: Muerte del emperador y proclamación de su hijo Qianlong como sucesor.

Relevancia actual

El legado de Yongzheng es ambivalente. Por un lado, se le recuerda como un emperador cruel y despiadado, capaz de eliminar sin remordimiento a sus rivales y de censurar toda crítica hacia su figura. Por otro, su reinado fue decisivo para garantizar la estabilidad política, económica y militar del imperio en un momento de gran fragilidad.

Sus reformas fiscales y administrativas no solo fortalecieron el aparato estatal, sino que también contribuyeron al auge económico que caracterizó al siglo XVIII en China. La figura de Yongzheng es, por tanto, inseparable de la consolidación de la dinastía Qing, que bajo su hijo Qianlong alcanzaría su máximo esplendor territorial y cultural.

Incluso su política religiosa, marcada por la promoción del budismo y el lamaísmo frente al cristianismo, refleja la complejidad de un gobernante que supo equilibrar tradición, control político y necesidades estratégicas. La manera en que manejó las tensiones con Rusia en el Tratado de Kiachta constituye un ejemplo temprano de diplomacia pragmática en Asia.

Su temor a las luchas por la sucesión lo llevó a mantener en secreto el nombre de su heredero hasta después de su muerte. Esa decisión, destinada a prevenir conspiraciones, permitió una transición pacífica al trono de Qianlong, prolongando la estabilidad que había logrado imponer.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Yongzheng (1678-1735). El emperador chino que consolidó el poder de la dinastía Qing". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/yongzheng [consulta: 28 de septiembre de 2025].