Gregory Peck (1916–2003): Un ícono del cine con una vida llena de compromisos sociales y grandes papeles

Gregory Peck (1916–2003): Un ícono del cine con una vida llena de compromisos sociales y grandes papeles

Orígenes y primeros años

Eldred Gregory Peck nació el 5 de abril de 1916 en La Jolla, California. Hijo único de una familia que no estuvo exenta de dificultades, su padre, un farmacéutico de San Diego, y su madre se divorciaron cuando Gregory tenía tan solo cinco años. Esta separación tuvo un impacto importante en su vida temprana, llevándolo a vivir con su abuela. Su infancia, marcada por una familia rota, estuvo acompañada por una constante búsqueda de estabilidad emocional y de identidad, algo que más tarde se reflejaría en su interpretación de personajes fuertes y comprometidos con ideales morales.

A pesar de las dificultades familiares, Gregory se destacó en la escuela y se graduó en el San Diego State College. En sus primeros años, su vida estaba orientada hacia el estudio de la Medicina, y en la Universidad de California en Berkeley inició su carrera en esta disciplina. Sin embargo, pronto abandonó sus estudios médicos para seguir su verdadera pasión: la interpretación. Esta decisión marcaría el principio de una carrera que lo llevaría a convertirse en uno de los actores más grandes del cine estadounidense.

Educación y primeros estudios

Aunque su formación académica comenzó en el campo de las ciencias de la salud, la atracción de Peck por el teatro lo llevó a Nueva York. Allí, ingresó al reconocido Neighborhood Playhouse Theatre, una institución que formaba a algunos de los actores más importantes de la época. Fue durante su estancia en Nueva York que Peck perfeccionó su técnica actoral, desarrollando una presencia en el escenario que pronto sería reconocida por los críticos y el público. En 1942, dio su primer gran paso en Broadway, debutando en la obra The Morning Star de Emily Williams, donde logró un notable éxito.

Este éxito en el teatro fue solo el inicio de su camino hacia la fama. Mientras tanto, en su vida personal, en 1942, Peck contrajo matrimonio con Greta Rice, quien sería su esposa durante varios años. La conexión entre su carrera en el teatro y su deseo de explorar nuevos horizontes lo llevó, poco tiempo después, a California y al cine, donde se encontraría con una nueva etapa de su vida llena de logros y desafíos.

Primeros pasos en el cine

La llegada de Gregory Peck a Hollywood fue impulsada por la falta de muchas figuras importantes en la industria debido a la Segunda Guerra Mundial, lo que le permitió ganarse un lugar rápidamente. A través de una prueba con el productor David O. Selznick, Peck firmó su primer contrato con la productora del guionista Casey Robinson, y fue así como debutó en la pantalla grande en Days of Glory (1944), dirigida por Jacques Tourneur. Aunque su primera película no fue un gran éxito, Peck pronto lograría el reconocimiento por su talento.

Su segundo filme, Las llaves del reino (1944), dirigido por John M. Stahl, lo catapultó al estrellato, obteniendo una nominación al Oscar por su interpretación de un sacerdote católico. Este papel mostró por primera vez al público el tipo de personajes que Peck sería capaz de interpretar a lo largo de su carrera: hombres íntegros, con una fuerte moralidad, que se mantenían firmes en sus creencias a pesar de las adversidades.

Primeras nominaciones al Oscar

El reconocimiento por su trabajo no se hizo esperar. Apenas un año después de su éxito en Las llaves del reino, Gregory Peck recibió otra nominación al Oscar por su papel en El despertar (1946), dirigida por Clarence Brown. En esta película, Peck interpretó al padre de un niño que se enfrenta a la difícil tarea de proteger a un ciervo, lo que reflejaba su capacidad para desarrollar personajes con un gran sentido de responsabilidad. Años más tarde, sería nominado nuevamente por La barrera invisible (1947), un filme dirigido por Elia Kazan, en el que dio vida a un periodista que se hacía pasar por judío para exponer el antisemitismo que permeaba la sociedad estadounidense de la época.

A lo largo de este período, Gregory Peck se consolidó como un actor con una gran versatilidad, capaz de interpretar una amplia gama de personajes. En Duelo al sol (1947), de King Vidor, y en Pasión en la selva (1947), de Zoltán Korda, Peck mostró su capacidad para protagonizar tanto westerns como adaptaciones de obras literarias complejas, como las de Ernest Hemingway.

Éxito en los primeros años de carrera

Para mediados de la década de los 40, Gregory Peck ya había establecido una sólida carrera en Hollywood. A su ya impresionante lista de nominaciones al Oscar, añadió una serie de éxitos comerciales, trabajando con directores y actores de renombre, como Alfred Hitchcock. Su colaboración con Ingrid Bergman en Recuerda (1945) fue particularmente notable, en la que Peck interpretó a un hombre mentalmente perturbado en una relación con su psiquiatra, interpretada por Bergman.

El compromiso social y político de Peck también comenzó a destacarse a medida que avanzaba su carrera. En La barrera invisible, además de mostrar su talento actoral, Peck exploró temas de discriminación y prejuicio, algo que lo acompañaría a lo largo de su carrera. Estos elementos políticos y sociales serían una constante en su trabajo, y más tarde, en su vida, fuera de la pantalla.

Consolidación en los años 50

Durante la década de los 50, Gregory Peck alcanzó la cúspide de su carrera en el cine, trabajando en una variedad de géneros y consolidándose como una de las figuras más importantes de Hollywood. Fue en estos años cuando protagonizó algunos de sus filmes más emblemáticos, como Vacaciones en Roma (1953), una de las comedias románticas más queridas de todos los tiempos, dirigida por William Wyler. En esta película, Peck compartió protagonismo con una joven Audrey Hepburn, quien realizó su debut cinematográfico en un papel que la catapultó a la fama. Su química en pantalla con Hepburn fue una de las razones por las cuales la película se convirtió en un éxito rotundo, y la actuación de Peck como un periodista estadounidense en Roma sigue siendo un referente de su elegancia y carisma.

En 1956, Gregory Peck también protagonizó El hombre del traje gris, dirigida por Nunally Johnson, un melodrama en el que interpretó a un ejecutivo solitario atrapado en el sistema corporativo, y Moby Dick (1956), dirigida por John Huston. Aunque esta última película no fue un éxito comercial, su interpretación como el atormentado capitán Ahab, obsesionado con vengarse de la ballena blanca, es considerada una de sus más grandes actuaciones. A pesar de que la película no alcanzó el éxito esperado, la valentía de Peck al interpretar un personaje tan complejo y oscuro reflejó su capacidad para arriesgarse en papeles desafiantes.

Producción y nuevos horizontes en los 60

A finales de los años 50, Peck empezó a tomar control sobre su carrera, y comenzó a producir algunas de sus películas. Una de las más destacadas de este período fue Horizontes de grandeza (1958), dirigida por William Wyler. Este western épico, que contó con la participación de Charlton Heston, mostró a Peck en su faceta de productor y actor, y se convirtió en un clásico del género. En la misma década, protagonizó El cabo del terror (1962), un thriller dirigido por Jack Lee Thompson, en el que interpretó a un abogado acosado por un antiguo cliente, interpretado por Robert Mitchum. Esta película fue una de las más destacadas de su carrera en ese período, y una de las más recordadas por su atmósfera tensa y la intensidad de la actuación de ambos protagonistas.

Sin embargo, el gran momento de su carrera llegó en 1962, cuando finalmente ganó su primer y único Oscar como Mejor Actor por su interpretación en Matar a un ruiseñor (1962), dirigida por Robert Mulligan. Basada en la novela de Harper Lee, la película presenta a Peck como Atticus Finch, un abogado del sur de los Estados Unidos que defiende a un hombre negro acusado de violación, enfrentándose a las injusticias raciales de la época. Este papel no solo consolidó a Peck como una leyenda del cine, sino que también le permitió expresarse sobre sus inquietudes sociales y políticas, pues Atticus Finch representa la lucha por la justicia y la equidad, principios que Peck defendió fervientemente fuera de la pantalla.

Compromiso político y social

A lo largo de su carrera, Peck no se limitó a su trabajo como actor. Su vida fuera de la pantalla estuvo marcada por su compromiso político y social, siendo uno de los primeros actores en usar su influencia para promover cambios importantes en la sociedad. En 1964, fue nombrado miembro del Consejo Nacional de las Artes, y fue uno de los principales impulsores de la creación en 1967 del American Film Institute (AFI), cuya misión era preservar y promover la historia del cine estadounidense. Además, fue el primer presidente de la institución.

Peck también se destacó por su defensa de los derechos civiles, siendo un firme aliado de Martin Luther King y activista por la igualdad racial. De hecho, en 1968, cuando King fue asesinado, Peck utilizó su cargo como presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas para retrasar la ceremonia de los Oscar en honor a su legado, un acto que destacó su valentía y su compromiso con la justicia. En 1969, recibió la Medalla de la Libertad, la más alta distinción civil otorgada por el gobierno de los Estados Unidos, de manos del presidente Lyndon B. Johnson, en reconocimiento a su labor en defensa de los derechos humanos.

Los años 70 y el cambio de rumbo en su carrera

A partir de la década de los 70, la carrera de Gregory Peck comenzó a declinar, aunque no de forma inmediata. Después de una serie de fracasos comerciales, sufrió uno de los momentos más dolorosos de su vida personal: en 1975, su hijo mayor, Jonathan, se suicidó, lo que le causó un profundo dolor y dejó una marca indeleble en su vida.

A pesar de esta tragedia, Peck encontró una nueva oportunidad en su carrera con su participación en el thriller La profecía (1976), dirigida por Richard Donner. La película, que se convirtió en un clásico del cine de terror, presentó a Peck como el padre adoptivo de un niño que resulta ser el Anticristo. La película fue un éxito de taquilla y renovó el interés por su carrera. A este éxito le siguió Los niños del Brasil (1978), dirigida por Franklin J. Schaffner, una adaptación del bestseller de Ira Levin en la que Peck interpretó al infame doctor nazi Josef Mengele. Aunque su presencia en la pantalla en los años 70 fue limitada, estos filmes marcaron una nueva etapa en su carrera.

Últimos años y legado

En las décadas de 1980 y 1990, Gregory Peck optó por reducir su actividad en la industria cinematográfica, dedicándose principalmente a causas benéficas, como su trabajo como presidente de la Asociación Americana para la Lucha contra el Cáncer. A pesar de estar alejado de la gran pantalla, dejó su huella en el cine con dos apariciones destacadas: Gringo viejo (1989), dirigida por Luis Puenzo, y El cabo del miedo (1991), en la que participó junto a Robert Mitchum en el remake de la película homónima de 1962.

A lo largo de su carrera, Peck recibió diversos premios y reconocimientos, como el Premio Donostia en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián en 1986 y el premio del American Film Institute en 1989. Su legado como actor y como defensor de causas sociales sigue siendo una inspiración para generaciones de cineastas y activistas por la igualdad.

Cierre

Gregory Peck fue mucho más que un actor. Su compromiso con la justicia, la igualdad y los derechos humanos lo convirtió en una figura fundamental en el cine y en la sociedad estadounidense. Con una carrera que abarcó más de cinco décadas y una serie de papeles emblemáticos que siguen siendo recordados, su legado perdura. Desde el abogado Atticus Finch hasta su trabajo fuera de la pantalla, Gregory Peck sigue siendo un ejemplo de integridad, talento y valentía, tanto en la vida como en el arte.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Gregory Peck (1916–2003): Un ícono del cine con una vida llena de compromisos sociales y grandes papeles". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/peck-gregory [consulta: 18 de octubre de 2025].