Nikola Pašić (1845–1926): El Líder Serbio que Forjó la Política de los Balcanes

Contexto histórico y social de la Serbia del siglo XIX

A lo largo del siglo XIX, Serbia se encontraba bajo la presión de los imperios cercanos, especialmente del Imperio Otomano y, más tarde, del Imperio Austrohúngaro. La región de los Balcanes era un hervidero de tensiones políticas, sociales y étnicas, con las naciones eslavas del sur luchando por su independencia y por establecer su propia identidad nacional. En este contexto, la lucha por la soberanía y la autonomía serbia adquirió una importancia crucial en la región.

Serbia, tras siglos de dominación otomana, vivió un despertar nacional a principios del siglo XIX, cuando las ideas del nacionalismo y el liberalismo europeo comenzaron a extenderse por los Balcanes. La Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas inspiraron a muchos en Serbia a buscar su propia libertad y a desafiar los regímenes monárquicos autocráticos que dominaban Europa Oriental. Esta lucha por la independencia y la autonomía se reflejó en los movimientos políticos y las revueltas que definieron la historia de Serbia durante esa época.

Nikola Pašić nació en el seno de este turbulento contexto, en un pueblo fronterizo cercano a Bulgaria, un área estratégicamente importante que vivió las secuelas de las guerras otomanas y la agitación política que marcaría la futura independencia serbia.

Orígenes familiares y educación de Nikola Pašić

Nikola Pašić nació el 31 de diciembre de 1845 en Zajecar, un pequeño pueblo de Serbia, en el seno de una familia de clase media. Aunque no provenía de una familia aristocrática ni de la alta nobleza, su educación y sus valores familiares fueron claves en su formación. En su juventud, Pašić destacó por su interés por el conocimiento y la política, y fue enviado a Belgrado para continuar sus estudios en ingeniería.

Tras completar su formación en Serbia, Pašić se trasladó a Suiza para continuar sus estudios en el prestigioso Politécnico de Zurich, uno de los centros educativos más importantes de la Europa del momento. En Zurich, Pašić tuvo la oportunidad de contactar con diversas corrientes ideológicas que, más tarde, influirían profundamente en su carrera política. Fue en Suiza donde entró en contacto con las ideas del anarquista ruso Mijaíl Bakunin, cuyas obras y planteamientos sobre la revolución, la libertad y la organización social marcaron su visión política.

El liberalismo, las instituciones democráticas y la lucha contra los regímenes autocráticos se convirtieron en los pilares ideológicos de Pašić, quien, al regresar a Serbia en 1873, ya tenía una conciencia política muy definida. Esta formación le permitiría convertirse en un actor clave en la política serbia de finales del siglo XIX y principios del XX.

Primeros pasos políticos

A su regreso a Serbia, Pašić se unió al Partido Socialista de Svetozar Marković, un partido que defendía la igualdad social, los derechos civiles y el establecimiento de un régimen democrático en el país. En 1878, Pašić se presentó a las elecciones como candidato socialista y fue elegido diputado en el Parlamento serbio. Desde su escaño, comenzó a hacer oír su voz en favor de un cambio radical en el sistema político de Serbia.

Pašić no era un político que se limitara a la crítica teórica; su activismo lo llevó a cuestionar directamente el régimen monárquico autocrático del rey Milan Obrenović, quien gobernaba con mano dura y estaba sometiendo a los serbios a un régimen casi dictatorial. Pašić luchaba por un sistema más representativo y democrático, en el que los derechos de los ciudadanos fueran respetados y las decisiones del gobierno fueran tomadas por representantes elegidos por el pueblo.

En 1881, Pašić, junto a otros activistas, fundó el Partido Radical, una organización política que defendía los intereses de la clase trabajadora y los campesinos y que se oponía firmemente al régimen monárquico. En 1883, el Partido Radical organizó una revuelta contra el rey Milan Obrenović, comenzando en Zajecar, la ciudad natal de Pašić. Sin embargo, el levantamiento fue sofocado rápidamente y el gobierno reaccionó con dureza, persiguiendo y encarcelando a los principales instigadores. Pašić, como líder del movimiento, se vio obligado a exiliarse en Austria.

El exilio fue un período difícil para Pašić, pero también le permitió conocer más a fondo las dinámicas internacionales y las luchas políticas en otros países de Europa. Durante su estancia en Austria, Pašić continuó defendiendo sus ideales democráticos y de libertad, manteniéndose en contacto con los círculos políticos de la diáspora serbia. Su tiempo en el exilio consolidó aún más su determinación de cambiar la política serbia a su regreso.

La carrera política de Nikola Pašić y su ascenso en el Parlamento

Después de varios años de exilio en Austria, la situación política en Serbia experimentó un cambio significativo que permitió a Pašić regresar a su país natal. En 1903, un golpe de Estado derrocó al rey Milan Obrenović y restituyó el trono a la dinastía de los Karageorgević, con Pedro I al frente. Este evento político fue clave para Pašić, pues le permitió reanudar su carrera política en una Serbia más abierta a las reformas y la consolidación de la democracia.

Pašić, tras el derrocamiento del régimen de los Obrenović, regresó a Serbia y se convirtió en una figura prominente dentro del Partido Radical. Fue elegido presidente del Parlamento y alcalde de Belgrado, lo que consolidó su influencia en la política nacional. En 1891, el nuevo rey Pedro I lo nombró primer ministro, cargo que Pašić ocupó por primera vez en su carrera política.

Durante su primer mandato como primer ministro, Pašić adoptó una postura firme respecto a la política exterior. En 1892, acompañó al rey Pedro I en una visita a Rusia con el objetivo de estrechar los lazos entre Serbia y el Imperio Ruso, lo que representaba un paso importante hacia la internacionalización del país. Sin embargo, Pašić pronto se enfrentó a las dificultades internas del gobierno serbio, y en 1892 renunció a su puesto como ministro de Asuntos Exteriores tras la vuelta del rey Milan a Serbia.

A pesar de las dificultades y de sus altibajos en el poder, Pašić continuó siendo un actor fundamental en la política serbia. En 1904, fue nuevamente nombrado primer ministro, además de ministro de Asuntos Exteriores. Durante este período, Pašić se enfrentó a una serie de desafíos internacionales, principalmente con el Imperio Austro-Húngaro, que intentaba imponer un impuesto de guerra a Serbia. Pašić rechazó esta imposición, lo que le permitió fortalecer la posición internacional de Serbia. Sin embargo, en 1905 fue cesado de sus funciones tras entrar en conflicto con las autoridades de la monarquía serbia.

Pašić como primer ministro bajo los reyes Obrenović y Karageorgević

A pesar de los conflictos y las cesaciones en su carrera política, Pašić volvió a ser nombrado primer ministro en 1906, cargo que desempeñó hasta 1908. Durante este período, su gobierno se centró en el fortalecimiento de las instituciones serbias, en la consolidación de la democracia parlamentaria y en la creación de una política exterior que desafiara la influencia de los grandes poderes de la región.

Una de las iniciativas más importantes de su gobierno fue la creación de la Liga Balcánica, una alianza militar con Bulgaria, Grecia y Montenegro que tenía como objetivo común la lucha contra el Imperio Otomano. Esta alianza fue clave para la victoria en las guerras de los Balcanes, lo que permitió a los países de la región avanzar hacia su independencia total del Imperio Otomano.

A pesar de las diferencias ideológicas con su principal rival político, Milan Milovanović, Pašić y él lograron un entendimiento en cuestiones clave de la política balcánica, lo que permitió la firma de la Liga Balcánica en 1912. Sin embargo, la alianza con Milovanović generó tensiones dentro del propio Partido Radical, especialmente entre los miembros más jóvenes del partido, que veían esta cooperación como una traición a los principios originales del partido. La muerte repentina de Milovanović en 1911 permitió a Pašić retomar el control del gobierno, aunque sus decisiones siguieron siendo cuestionadas por sus detractores.

Durante la Primera Guerra de los Balcanes (1912), Pašić lideró a Serbia en su lucha contra el Imperio Otomano, y en la Segunda Guerra de los Balcanes (1913), Serbia combatió contra Bulgaria. En ambos conflictos, las fuerzas serbias salieron victoriosas, lo que consolidó la posición de Pašić como uno de los políticos más influyentes de la región.

La Primera Guerra Mundial y el desafío de Serbia

La situación de Pašić y Serbia dio un giro dramático en 1914, cuando el asesinato del Archiduque Francisco Fernando de Austria, heredero al trono del Imperio Austrohúngaro, desencadenó una serie de eventos que culminaron en la Primera Guerra Mundial. El atentado, llevado a cabo por el nacionalista serbio Gavrilo Princip, fue el pretexto utilizado por el gobierno austrohúngaro para declarar la guerra a Serbia.

Pašić, como primer ministro, respondió rápidamente al ultimátum austrohúngaro, rechazando las condiciones impuestas por el Imperio. El 28 de julio de 1914, Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia, lo que desencadenó una serie de alianzas y enfrentamientos que darían lugar a la Primera Guerra Mundial.

El gobierno de Pašić fue clave en la organización de la resistencia serbia frente a la invasión austrohúngara. A pesar de los ataques y la ocupación de gran parte del territorio serbio, Pašić logró mantener la cohesión del gobierno y movilizar a la población. En septiembre de 1915, debido a la presión militar, el gobierno se trasladó a la isla griega de Corfú, donde continuó operando durante toda la guerra.

Durante la guerra, Pašić representó a Serbia en varias conferencias internacionales y luchó por el reconocimiento de la independencia serbia y la creación de un Estado de los Serbios, Croatas y Eslovenos. Su postura en la diplomacia internacional le permitió mantener el apoyo de las potencias aliadas y asegurar el futuro de Serbia en el panorama posbélico.

La resistencia de Pašić frente al proyecto de Yugoslavia

Con el fin de la Primera Guerra Mundial en 1918, la configuración política de Europa sufrió un cambio radical, y las potencias aliadas comenzaron a redibujar el mapa del continente. Uno de los principales resultados de la guerra fue la creación del Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, un estado que unió a diversas naciones eslavas del sur bajo una misma bandera. Sin embargo, Nikola Pašić, quien había sido una figura clave en la política serbia durante la guerra, mostró su resistencia ante la creación de este nuevo estado federal.

Para Pašić, la creación de un estado pluralista, en el que las diferentes naciones del sur de Europa tuvieran un trato igualitario, era un concepto problemático. Pašić veía a los serbios como la nación más importante y consideraba que la hegemonía de Serbia debía prevalecer en el nuevo reino. Se oponía a la inclusión plena de los croatas, eslovenos, macedonios y musulmanes bosnios, quienes, para él, no eran naciones separadas, sino «serbios de diferentes religiones y costumbres». Esta visión excluyente de la diversidad cultural y étnica de Yugoslavia iba a convertirse en un tema recurrente a lo largo de su carrera.

A pesar de su postura nacionalista y centralista, Pašić fue forzado por las circunstancias a participar en la creación de Yugoslavia. En 1918, después de la firma del acuerdo que unió a los pueblos eslavos del sur, el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos fue proclamado oficialmente el 1 de diciembre de ese año. Pašić, como primer ministro serbio, se convirtió en uno de los actores principales en la formación de este nuevo reino. Sin embargo, su influencia en la creación del nuevo estado fue limitada por las presiones de los aliados y de otros grupos políticos dentro de Yugoslavia, que insistían en la idea de una federación en la que los serbios no fueran los únicos dominantes.

Los últimos años de Pašić en la política yugoslava

Tras la creación del Reino de Yugoslavia, Pašić continuó siendo una figura clave en la política del país. En 1921, fue nombrado nuevamente primer ministro y, en su rol, implementó una nueva constitución para el reino. Esta constitución consolidaba la idea de un estado unitario, en el que se reconocía solo a la nación serbia como la principal. Pašić eliminó la autonomía de las provincias y regiones históricas y trabajó para establecer un régimen autoritario bajo la figura del rey Alejandro I, quien había asumido el trono en 1921.

La falta de consenso político dentro del nuevo estado yugoslavo generó tensiones con las comunidades no serbias, especialmente con los croatas y los eslovenos, que deseaban una mayor autonomía. Las protestas de estas comunidades se intensificaron durante la década de 1920, y las críticas hacia el régimen autoritario de Pašić se hicieron cada vez más fuertes. No obstante, Pašić logró mantenerse en el poder a través de una serie de maniobras políticas, como la disolución del parlamento y la aplicación de medidas excepcionales que permitieron mantener el control sobre la política yugoslava.

En 1924, Pašić perdió el poder a manos de una coalición de partidos encabezada por Ljubomir Davidović. Sin embargo, la falta de entendimiento entre los miembros del nuevo gobierno permitió que Pašić recobrara el control en octubre de ese mismo año. Durante este período, Pašić continuó tomando medidas autoritarias para sofocar la oposición, y su régimen se fue haciendo cada vez más impopular entre las diferentes etnias del nuevo estado.

En 1925, enfrentó un nuevo desafío cuando las protestas de los croatas y eslovenos se intensificaron. Pašić respondió disolviendo el parlamento y encarcelando a muchos de los líderes opositores. En 1926, el apoyo que aún tenía entre los serbios se debilitó cuando Stjepan Radić, el líder del Partido Croata de los Campesinos, retiró su apoyo a Pašić debido al incumplimiento de las promesas de autonomía para las minorías nacionales. Este fue un golpe crucial para Pašić, quien se vio obligado a dimitir de su puesto como primer ministro.

El legado y la interpretación histórica de Nikola Pašić

Nikola Pašić murió el 10 de diciembre de 1926 en Belgrado, dejando un legado complejo y dividido. Para muchos serbios, Pašić es considerado un héroe nacional y una figura clave en la lucha por la independencia y la unidad de Serbia. Su liderazgo durante las Guerras de los Balcanes y su participación en la Primera Guerra Mundial consolidaron su posición como uno de los más influyentes políticos de los Balcanes. Además, su habilidad para maniobrar en la política internacional le permitió a Serbia mantener su independencia durante una época de profundas transformaciones en Europa.

Sin embargo, su enfoque autoritario y su resistencia a reconocer la diversidad de Yugoslavia lo convirtieron en una figura controvertida. Su visión de un estado centralizado bajo la hegemonía de los serbios, sin una verdadera integración de las otras naciones del sur de Europa, dejó un legado de tensiones y conflictos que continuarían siendo un desafío para Yugoslavia durante las décadas siguientes.

El proyecto de Yugoslavia, tal como fue diseñado por Pašić y sus aliados, no logró resolver las tensiones entre las diferentes naciones del país. Su centralismo, que reflejaba un deseo de mantener la preeminencia serbia, fue percibido como una forma de opresión por muchas de las otras etnias, y el estado que Pašić ayudó a crear acabaría colapsando en las décadas posteriores, en parte debido a la falta de un consenso real entre los pueblos que lo conformaban.

En la historia de los Balcanes, Pašić ocupa un lugar ambiguo: un defensor de la independencia serbia, pero también un obstáculo para la creación de una Yugoslavia verdaderamente federal e inclusiva. Su figura sigue siendo objeto de debate entre aquellos que lo consideran un pilar fundamental de la independencia serbia y aquellos que lo ven como el principal responsable de las divisiones que marcaron la historia de Yugoslavia.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Nikola Pašić (1845–1926): El Líder Serbio que Forjó la Política de los Balcanes". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/pasic-nikola [consulta: 28 de septiembre de 2025].