May, Pamela (1917-2005): La bailarina que marcó la historia del ballet británico
May Pamela (1917-2005) fue una de las grandes figuras del ballet británico del siglo XX. Nacida en San Fernando, Trinidad, el 20 de mayo de 1917, y fallecida en Londres el 6 de junio de 2005, su vida estuvo dedicada a la danza, dejando una huella perdurable tanto como intérprete como pedagoga. Su legado es un testimonio del impacto que tuvo en el mundo de la danza clásica y contemporánea, y su influencia perdura a través de su enseñanza y las obras que interpretó y promovió.
Orígenes y contexto histórico
May Pamela nació en un contexto que, si bien no fue tradicionalmente vinculado al ballet, le permitió desarrollar su talento y forjar una carrera internacional. La isla de Trinidad, en el Caribe, no era en ese momento un lugar particularmente asociado con la danza clásica europea, pero Pamela mostró desde joven un notable interés por las artes. Desde sus primeros años, se inclinó hacia la danza, lo que la llevaría a viajar a Europa para perfeccionar sus habilidades en centros reconocidos de formación artística.
Su llegada a Europa fue decisiva, ya que allí tuvo la oportunidad de estudiar con algunos de los grandes nombres del ballet clásico. En París, estudió con dos figuras clave, Olga Preobrajenska y Lubov Egorova, quienes serían fundamentales en su desarrollo artístico. Además, completó su formación en Londres con Freda Grant y, especialmente, con Ninette de Valois, quien fue una de las mayores impulsoras del ballet en el Reino Unido. Estos estudios le proporcionaron una sólida base técnica y artística, preparando a Pamela para ser una de las principales figuras del ballet británico.
Logros y contribuciones
Una carrera de éxitos con el Vic-Wells Ballet
En 1933, May Pamela debutó con el Vic-Wells Ballet, una de las compañías más prestigiosas de la época, que más tarde se convertiría en el Royal Ballet. Su debut marcó el comienzo de una carrera que la llevaría a la cima de la danza clásica. En 1935, fue ascendida a bailarina principal, un título que consolidaría aún más su estatus en el mundo del ballet.
Durante su tiempo en el Vic-Wells Ballet, Pamela interpretó una amplia variedad de papeles, muchos de ellos en estrenos mundiales de obras de gran importancia en el repertorio del ballet clásico. Entre sus interpretaciones más destacadas se encuentra su participación en los ballets de Frederick Ashton, como Les Patineurs (1937) y A Wedding Bouquet (1937), dos de las coreografías más importantes del siglo XX en el repertorio británico. También brilló en Horoscope (1938) y Dante Sonata (1940), dos de las piezas más emblemáticas de Ashton. Su habilidad para interpretar personajes complejos y su presencia en el escenario la hicieron destacar como una de las grandes figuras de su tiempo.
Además de su trabajo con Frederick Ashton, Pamela también fue una pieza clave en la interpretación de las obras de Ninette de Valois. Entre los ballets que estrenó con la compañía de Valois se encuentran Checkmate (1937), The Prospect Before Us (1940) y Orpheus and Eurydice (1941). Estas obras consolidaron a Pamela como una de las bailarinas más completas de su época, capaz de dominar tanto los repertorios más clásicos como los más contemporáneos.
El reconocimiento y su carrera internacional
A partir de 1952, año en que alcanzó el título de «ballerina», May Pamela continuó su carrera artística como invitada en diversas compañías europeas. Durante esta etapa, su reputación como una de las mejores intérpretes de ballet de su generación se expandió a nivel internacional. Pamela fue especialmente apreciada por su capacidad para interpretar una amplia gama de roles, desde los más clásicos hasta los más innovadores.
Además de su trabajo como bailarina, Pamela también se destacó como profesora de ballet. Desde 1954 hasta 1978, fue profesora en la Escuela del Royal Ballet, donde formó a nuevas generaciones de bailarines. Su enfoque pedagógico se basaba en la técnica sólida que había aprendido a lo largo de su carrera, pero también en su pasión por la danza como forma de expresión artística. En este periodo, May Pamela dejó una marca indeleble en la formación de futuros artistas que seguirían sus pasos.
Momentos clave en su carrera
A lo largo de su carrera, May Pamela tuvo una serie de momentos clave que marcaron su evolución artística y profesional. A continuación, se presentan algunos de los hitos más importantes de su trayectoria:
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1933: Debut en el Vic-Wells Ballet, compañía de la que más tarde sería bailarina principal.
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1935: Ascenso a bailarina principal del Vic-Wells Ballet, consolidándose como una de las principales figuras de la compañía.
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1937-1941: Estreno de diversas obras de Frederick Ashton, como Les Patineurs, A Wedding Bouquet, Horoscope y Dante Sonata.
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1941-1948: Interpretación de papeles fundamentales en obras de Ninette de Valois, como Checkmate, The Prospect Before Us y Orpheus and Eurydice.
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1952: Obtención del título de «ballerina», lo que marcó una nueva etapa en su carrera como intérprete invitada.
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1954-1978: Enseñanza en la Escuela del Royal Ballet, transmitiendo su experiencia y conocimiento a nuevas generaciones de bailarines.
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Últimos años: Participación activa en el Comité Ejecutivo de la Royal Academy of Dance de Londres, contribuyendo a la dirección y desarrollo de la danza en el Reino Unido.
Relevancia actual
La relevancia de May Pamela en el mundo de la danza sigue siendo notable, tanto por su legado artístico como por su contribución al desarrollo del ballet clásico y contemporáneo en el Reino Unido. Como bailarina, dejó una huella indeleble en el repertorio del Royal Ballet, con interpretaciones que continúan siendo estudiadas y admiradas. Su trabajo con coreógrafos legendarios como Frederick Ashton y Ninette de Valois garantizó su lugar en la historia de la danza británica.
Además, su labor como pedagoga fue crucial para el desarrollo de futuras generaciones de bailarines. La Escuela del Royal Ballet, en la que enseñó durante más de dos décadas, se benefició de su vasta experiencia, y muchos de sus estudiantes han continuado la tradición de excelencia en el ballet británico.
Hoy en día, su legado sigue vivo a través de las generaciones de bailarines que la tuvieron como profesora y las obras que interpretó, que siguen siendo parte del repertorio de las principales compañías de ballet. Su dedicación a la danza y su contribución al desarrollo del ballet como arte lo aseguran como un pilar fundamental de la historia de la danza.
May Pamela no solo fue una intérprete brillante y una profesora ejemplar, sino también una figura que entendió el poder del ballet para transmitir emociones y conectar a las personas. Su impacto es inmenso, y su nombre sigue siendo sinónimo de excelencia en el arte del ballet.
MCN Biografías, 2025. "May, Pamela (1917-2005): La bailarina que marcó la historia del ballet británico". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/may-pamela [consulta: 29 de septiembre de 2025].