Marciano (396-457). El emperador de Bizancio que consolidó el poder oriental tras la caída de Atila

Marciano, emperador de Bizancio entre los años 450 y 457, fue una figura clave para la consolidación del poder en el Imperio romano de Oriente. Su mandato, caracterizado por una política económica sensata, reformas administrativas y firmeza en asuntos militares y religiosos, marcó una época de estabilidad tras un periodo de turbulencias en el mundo romano. Su ascenso al trono, impulsado por la poderosa figura del general Aspar y reforzado por su matrimonio con Pulqueria, hermana de Teodosio II, supuso la continuidad de la dinastía teodosiana y un punto de inflexión en la historia de Bizancio.

Orígenes y contexto histórico

Marciano nació en el año 396 en Tracia, dentro de una familia campesina de origen humilde. Su ascenso social y político fue consecuencia directa de su destacada carrera militar, iniciada desde joven en el ejército de su provincia natal. Su talento lo llevó a la atención de los altos mandos del Imperio, destacando especialmente bajo el patrocinio de Aspar, general de origen alano, figura central del poder militar oriental.

Durante el mandato de Teodosio II, Marciano acompañó a Aspar en una expedición hacia África para asistir al emperador occidental Valentiniano frente a la amenaza vándala. La misión, sin embargo, fracasó, y Marciano fue capturado, lo que marcó un momento crucial en su vida. Según Procopio, su liberación estuvo condicionada a la promesa de no combatir de nuevo contra los vándalos, un pacto que influiría posteriormente en su política exterior.

A la muerte de Teodosio II, Marciano contrajo matrimonio con Pulqueria en el año 450, consolidando así su vínculo con la dinastía reinante. Este matrimonio le otorgó legitimidad para acceder al trono. Fue coronado por el patriarca de Constantinopla, un hecho simbólicamente importante que marcaba una nueva etapa en la legitimación del poder imperial en Oriente.

Logros y contribuciones

El reinado de Marciano se distingue por una serie de decisiones políticas, económicas y militares que aportaron solidez al Imperio romano de Oriente:

Reformas administrativas y económicas

Marciano implementó medidas que rompían con las prácticas anteriores y que buscaron aliviar la carga fiscal de la población. Entre las reformas más destacadas figuran:

  • La restricción en la venta de cargos públicos, práctica que había fomentado la corrupción administrativa.

  • La condonación de impuestos atrasados, una medida que alivió la presión sobre los ciudadanos y mejoró el clima social.

  • La reducción del gasto público en juegos y espectáculos, destinando estos fondos a la mejora de infraestructuras y obras públicas.

Estas acciones configuraron un reinado marcado por la austeridad responsable y la atención a las necesidades básicas del imperio, lo que derivó en una etapa de relativa estabilidad y prosperidad.

Política militar y relaciones exteriores

Marciano asumió una postura firme frente a las amenazas externas. Tras la muerte de Atila en el año 450, el emperador oriental se negó a continuar el pago del oneroso tributo que su predecesor había acordado con los hunos. Aprovechando la fragmentación del imperio huno, Marciano reforzó el limes danubiano con la ayuda de tribus federadas como los gépidos y ostrogodos, a quienes asentó estratégicamente en Panonia.

También firmó acuerdos de paz con Persia y con los vándalos del norte de África, reduciendo así los frentes de conflicto y asegurando la estabilidad fronteriza del Imperio.

Influencia religiosa

Uno de los eventos más relevantes durante su mandato fue el IV Concilio Ecuménico de Calcedonia en el año 451. En este concilio se condenaron oficialmente las doctrinas monofisitas de Eutiques y se estableció como dogma la doble naturaleza de Cristo, tanto humana como divina. Esta declaración teológica tuvo un impacto duradero en la configuración del cristianismo bizantino y occidental.

Momentos clave de su reinado

A lo largo de los siete años en los que Marciano gobernó, se sucedieron acontecimientos determinantes para el curso del Imperio bizantino. A continuación, un listado con los hitos más destacados:

  • 431-434: Participación en la expedición a África junto con Aspar para asistir a Valentiniano, que culminó con su captura por los vándalos.

  • 440: Matrimonio con Pulqueria, hermana de Teodosio II, consolidando su legitimidad dinástica.

  • 450: Proclamación como emperador de Bizancio y cese del tributo a los hunos tras la muerte de Atila.

  • 451: Celebración del IV Concilio de Calcedonia, donde se definió el dogma cristiano de la doble naturaleza de Cristo.

  • 457: Muerte de Marciano en Constantinopla sin haber designado sucesor, dejando la elección del nuevo emperador a Aspar, quien promovió a León I.

Relevancia actual

Marciano es recordado como uno de los emperadores más eficientes y sobrios del Imperio romano de Oriente. Aunque su reinado fue relativamente corto, su impacto fue duradero en varios aspectos clave:

  • Su política económica sensata contrastó con la corrupción de etapas anteriores y permitió una mayor eficiencia en la administración imperial.

  • Su habilidad diplomática y militar evitó nuevos conflictos con potencias como Persia o los vándalos, a la vez que supo aprovechar la decadencia de los hunos para fortalecer la seguridad fronteriza.

  • Su firme postura religiosa marcó un antes y un después en la teología cristiana, separando doctrinas heréticas y consolidando el papel del emperador como defensor de la ortodoxia.

A nivel simbólico, su coronación por el patriarca sentó un precedente en la interrelación entre Iglesia y Estado, modelo que sería emulado y reforzado en el Imperio bizantino durante los siglos posteriores. Además, su negativa a reconocer como legítimo emperador de Occidente a Avito evidencia una clara apuesta por la autonomía del poder oriental frente a la inestabilidad del Occidente romano.

Su fallecimiento sin dejar sucesión directa abrió las puertas a una nueva etapa con el ascenso de León I, marcando el inicio de una nueva dinastía, pero con la huella duradera del orden institucional y político que Marciano dejó como legado.

Bibliografía

MAIER, F.G. Las transformaciones del mundo mediterráneo, s III-VIII. Madrid; Siglo XXI, 1972.

MAZZARINO, S. Il fine del Mondo Antico. Milano; Rizzoli, 1989.

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Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Marciano (396-457). El emperador de Bizancio que consolidó el poder oriental tras la caída de Atila". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/marciano-emperador-de-bizancio [consulta: 28 de septiembre de 2025].