Avito, Marco Mecilio (¿-457).
Emperador romano de Occidente (455-456) cuyo nombre completo era el de Marco Mecilio Esparco Avito. Nacido en el seno de una distinguida familia senatorial galorromana, su padre, Agrícola, fue cónsul en el 421. El reinado de este emperador, que fue apreciado entre sus contemporáneos por su inteligencia y elocuencia, se conoce gracias a Carmina, obra de su sobrino Sidonio Apolinar. Avito destacó por su labor en la corte de Honorio, pero más aún en la del visigodo Teodorico I, con quien le unieron fuertes lazos de amistad. Gracias a la influencia que tenía sobre Teodorico, Avito pudo convencerle para que uniese sus tropas a las del general Aecio para repeler la invasión huna de Atila. A pesar de la victoria romana, el mismo Teodorico resultó muerto en la batalla. En el 439 Avito fue nombrado prefecto de las Galias por el emperador de occidente Valentiniano III. En el año 455, bajo el gobierno del nuevo emperador Petronio Máximo, Avito alcanzó el rango de magister militum praesentalis, momento en el que volvió a ser enviado como embajador a la corte visigoda. Tras la muerte de Petronio Máximo, el 31 de mayo del 455, y el saqueo de Roma a manos de los vándalos de Genserico, Avito fue designado emperador. Sus principales apoyos se encontraban en la Galia, entre la nobleza senatorial galorromana y sobre todo, entre los visigodos. La solemne proclamación tuvo lugar el 9 de julio del 455 en la ciudad de Arelate (actual Arlés). Antes de su entrada en Italia, Avito fue reconocido por el Senado. Avito se enfrentó a diferentes elementos que impedían su consolidación en el trono: los vándalos; Mayoriano y Ricimero, comandantes de la armada; los senadores romanos, que le veían como extranjero; y sobre todo, Marciano de Constantinopla (450-457), que nunca le reconoció como emperador legítimo. Avito envió embajadores a la corte vándala de Genserico para recordarles el foedus firmado en el 442 y que ellos habían roto tras la muerte de Valentiniano III y la elección de Máximo, ya que éste no era de la familia teodosiana. Sin embargo, los acuerdos fueron rechazados. La mayor parte del norte de África fue ocupada y se interrumpió el suministro de trigo a Italia. Más aún, Genserico organizó una nueva flota con la que se dispuso a saquear las costas italianas. Avito se vio impotente para hacer frente a la amenaza ya que el visigodo Teodorico II se encontraba en Hispania luchando como representante suyo frente a los suevos, quienes habían invadido la Tarraconense. Aprovechando la tensión acumulada entre las hambrientas gentes de Roma, Mayoriano y Ricimero, comandantes del ejército, aglutinaron los descontentos y fueron capaces de vencer a los vándalos en Agrigento (Sicilia) y en las aguas de Cerdeña. Tras su victoria, consiguieron suficientes apoyos en el Senado romano para deponer a Avito, quien no podía esperar ayuda ni de Marciano ni de Teodorico II. Aún así, Avito fue capaz de reunir tropas galas para hacerles frente, pero fue derrotado en la llanura del Pó, cerca de Piacenza, el 18 de octubre del 456. El vencedor le respetó la vida con la condición de que recibiera la tonsura, como así hizo. Acabó por ocupar el obispado de Placentia, donde murió aquel mismo año. Avito había gobernado un año y tres meses. Tras su caída, la nobleza gala se negó a admitir a los que habían depuesto a Avito, y se mantuvieron independientes por algunos meses. En Roma la coalición de senadores que había destronado a Avito reconoció como único emperador a Marciano.
Bibliografía
-
HIDACIO. Cronicon. Introducción, texto crítico y comentarios por J. Campos. (Salamanca: Ediciones Calasancias, 1984).
-
MAIER, F.G. Las transformaciones del mundo mediterráneo, s III-VIII. (Madrid: Siglo XXI, 1972).
-
MAZZARINO, S. Il fine del Mondo Antico. (Milano: Rizzoli, 1989).
-
PÉREZ SÁNCHEZ, D. La evolución del Imperio Romano de Oriente hasta Justiniano. (Madrid: Akal, 1990).
-
TEJA, R. La época de los Valentinianos y de Teodosio. (Madrid: Akal, 1990).
RMSR