Tomás Longás (ca.1620-1690): Un médico pionero de la ciencia en el siglo XVII

Tomás Longás (ca.1620-1690), médico español nacido en Borja, Zaragoza, dejó una huella indeleble en la historia de la medicina. A lo largo de su vida, Longás se destacó por su enfoque científico moderado y su apertura a nuevas ideas dentro de la tradición galénica, lo que lo llevó a convertirse en una figura relevante de la medicina del siglo XVII. Además de ser un hombre de gran formación académica, Longás fue un médico influyente que desempeñó diversos roles de importancia, como médico de la corte y protomédico del Reino de Aragón. Su legado perdura en su obra escrita y en las contribuciones que realizó al conocimiento médico de su época.

Orígenes y contexto histórico

Tomás Longás nació en Borja, Zaragoza, en una fecha cercana a 1620. En su juventud, comenzó sus estudios en artes en la Universidad de Huesca, donde se formó en disciplinas fundamentales para su futura carrera médica. Posteriormente, continuó su formación en la Universidad de Valencia, donde se especializó en medicina. La España del siglo XVII vivió un período de importantes cambios en el ámbito científico, marcado por un gran auge en el desarrollo de nuevas ideas y prácticas, pero también por la fuerte influencia de la medicina tradicional galénica, que seguía siendo la referencia principal para la mayoría de los médicos.

La medicina del momento se encontraba en una encrucijada entre la tradición y las nuevas corrientes que empezaban a germinar. En este contexto, Longás se destacó por su moderada apertura a las innovaciones científicas, lo que le permitió mantener una sólida base galénica mientras exploraba los nuevos avances de la medicina. Su pensamiento científico fue influenciado, en gran parte, por su vinculación con el círculo de médicos que encabezaba José Lucas Casalete, un prominente defensor de las novedades científicas de la época, y su relación con Juan Bautista Juanini, quien también fue médico de cámara de Juan José de Austria.

Logros y contribuciones

Tomás Longás fue un médico comprometido con su profesión, ejerciendo su labor principalmente en Tarazona, donde desempeñó el cargo de médico del cabildo eclesiástico. Posteriormente, fue nombrado protomédico del Reino de Aragón, un puesto de gran relevancia en la época, que le permitió influir en la medicina en una escala más amplia. Además, fue uno de los médicos de cámara de Juan José de Austria, lo que consolidó su posición dentro de la élite médica del reino.

La obra de Longás, más que una simple recopilación de conocimientos médicos, refleja su visión del progreso y el conflicto entre las doctrinas tradicionales y las innovaciones emergentes. En su libro Enchiridion novae et antiquae medicinae dogmaticae (1689), Longás abordó de manera crítica las nuevas prácticas médicas que se estaban introduciendo, especialmente las defendidas por José Lucas Casalete. La obra consta de cuatro partes, siendo la primera la más relevante, ya que en ella Longás realiza una crítica a las ideas innovadoras de Casalete. A pesar de ser un firme defensor de la tradición galénica, Longás no cerró la puerta a las novedades, y en su obra aceptó algunas de ellas como ajustes dentro del marco de la medicina clásica.

Su acercamiento a la química fue particularmente notorio. Longás reconoció la importancia de los avances químicos y, aunque no compartía la visión atomista de Casalete, aceptó ciertos principios químicos como herramientas para entender mejor las enfermedades y la medicina. De hecho, en su texto afirmó: “sin los principios de los químicos, hay muchas cosas casi inexplicables acerca de la naturaleza de las enfermedades, su curación y la investigación de los medicamentos.” Esta apertura a los avances químicos y la circulación de la sangre demuestra su disposición para integrar nuevos conocimientos dentro de los fundamentos galénicos.

Además de sus escritos, Tomás Longás también fue uno de los primeros médicos españoles en administrar inyecciones intravenosas, un acto pionero para la época. Fue también un defensor de la circulación de la sangre, un concepto revolucionario que por entonces estaba comenzando a ganar aceptación en la comunidad científica.

Momentos clave en la vida de Tomás Longás

A lo largo de su carrera, Longás vivió y participó en importantes momentos médicos, algunos de los cuales marcaron el avance de la ciencia en su tiempo. Entre los momentos clave se destacan:

  1. Estudio en la Universidad de Valencia: Su formación académica fue fundamental para su futuro desarrollo profesional.

  2. Nombramiento como médico de cámara de Juan José de Austria: Este cargo le permitió estar en contacto con las más altas esferas políticas y médicas del momento.

  3. Publicación de Enchiridion novae et antiquae medicinae dogmaticae (1689): En esta obra, Longás expuso su visión crítica sobre las nuevas corrientes médicas y su defensa de la tradición galénica.

  4. Defensa de la circulación de la sangre y la inyección intravenosa: Su disposición para adoptar nuevas ideas, como la circulación sanguínea y las inyecciones intravenosas, lo convirtió en un pionero de la medicina en España.

Relevancia actual

El legado de Tomás Longás sigue siendo relevante hoy en día, especialmente por su capacidad para combinar las ideas tradicionales con los avances científicos de su tiempo. Su obra y sus contribuciones médicas reflejan un proceso de transición hacia la medicina moderna, marcado por la aceptación de nuevas ideas sin perder de vista los principios clásicos que habían sustentado la práctica médica durante siglos.

El Enchiridion novae et antiquae medicinae dogmaticae, aunque escrito hace más de tres siglos, sigue siendo una obra de referencia para aquellos interesados en el desarrollo de la medicina en el siglo XVII. La crítica que Longás realiza a las nuevas prácticas médicas, combinada con su apertura hacia la química y las innovaciones científicas, lo convierte en una figura fundamental para comprender la evolución de la medicina en España.

La obra de Longás también subraya la importancia de los debates científicos y la crítica constructiva dentro de la comunidad médica, algo que sigue siendo relevante en la actualidad. En su tiempo, la interacción entre los galenistas y los innovadores de la ciencia médica contribuyó al progreso del conocimiento, y esa misma dinámica sigue siendo un motor importante en el desarrollo de la ciencia médica moderna.

En resumen, Tomás Longás no solo fue un médico destacado de su tiempo, sino que también desempeñó un papel crucial en la transición de la medicina galénica hacia las nuevas corrientes científicas. Su pensamiento crítico, combinado con su capacidad para incorporar novedades científicas, dejó una marca perdurable en la historia de la medicina.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Tomás Longás (ca.1620-1690): Un médico pionero de la ciencia en el siglo XVII". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/longas-tomas [consulta: 29 de septiembre de 2025].