Filippo Juvara (1678-1736). El arquitecto barroco que transformó la arquitectura europea
Filippo Juvara, nacido en Messina,
Italia, en 1678 y fallecido en Madrid en 1736, es considerado uno de
los arquitectos más destacados del siglo XVIII. Su obra marcó una
profunda influencia en la arquitectura barroca tardía, y su legado
perdura hasta nuestros días. Juvara no solo destacó por sus
contribuciones arquitectónicas, sino también por su habilidad como
escenógrafo y su influencia en la creación de espacios grandiosos,
tanto en Italia como en España.
Orígenes y contexto histórico
Filippo Juvara nació en el seno de
una familia de orfebres y cinceladores en Messina, Sicilia. Esta
formación artesanal temprana dejó una huella indeleble en su carrera
posterior, permitiéndole desarrollar un profundo talento para el diseño
de objetos y detalles decorativos. Este conocimiento técnico y estético
fue fundamental para su posterior éxito en el ámbito de la
arquitectura, ya que Juvara no solo era un arquitecto, sino también un
maestro de la ornamentación.
En 1703, tras completar sus
estudios en Sicilia, se trasladó a Roma, donde tuvo la oportunidad de
formarse en la Academia de San Luca bajo la tutela de los arquitectos
Carlo y Francesco Fontana. Durante su estancia en Roma, comenzó a
experimentar con la arquitectura barroca, un estilo que dominaría su
carrera. Fue precisamente en esta ciudad donde Juvara consolidó su
reputación como un joven arquitecto prometedor.
Logros y contribuciones
Juvara fue reconocido rápidamente
por su talento excepcional. En 1706, ganó el prestigioso premio
otorgado por el Papa Clemente XI en un concurso organizado por la
Academia de San Luca. Este reconocimiento le permitió consolidarse como
uno de los arquitectos más importantes de su tiempo.
La capilla Antamori
Uno de los primeros logros notables de Juvara fue la realización de la Capilla Antamori
en la iglesia de San Gerolamo della Caritá en Roma, en 1708. En este
proyecto, Juvara transformó un simple espacio rectangular en un
magnífico ejemplo de la arquitectura barroca, utilizando una bóveda con
baldaquino para dar la sensación de un espacio grandioso y monumental.
Este trabajo marcó el inicio de su prolífica carrera y evidenció su
capacidad para transformar los espacios interiores a través del uso
innovador de la luz y las formas arquitectónicas.
Escenografía y diseño para teatros
Además de su carrera como
arquitecto, Juvara fue un talentoso escenógrafo. Su habilidad para
crear impresionantes dispositivos mecánicos para fiestas y ceremonias
lo llevó a trabajar como diseñador de escenografía para teatros. Esta
faceta de su carrera fue particularmente significativa en la Roma
barroca, donde los escenarios teatrales eran un componente crucial de
las celebraciones y festividades de la época.
Obras en Piamonte
En 1714, el Duque Amadeo II de
Saboya lo nombró arquitecto real, lo que llevó a Juvara a trasladarse a
Piamonte, donde desempeñó un papel crucial en el desarrollo
arquitectónico de la región. En Turín, se vio influenciado por las
tradiciones locales y comenzó a integrar elementos clásicos con el
estilo barroco, lo que lo colocó en el centro del debate entre ambas
corrientes arquitectónicas.
Una de sus obras más destacadas en Turín fue la Basílica de Superga
(1715-1718), donde diseñó una cúpula central y un profundo pronaos,
inspirados en la arquitectura romana. Esta obra es un claro ejemplo de
la capacidad de Juvara para fusionar el estilo barroco con influencias
de la tradición clásica, lo que le permitió desarrollar un estilo
arquitectónico único.
Entre 1718 y 1720, Juvara construyó la Iglesia de Santa Cristina,
otra de sus grandes obras en Turín. En este proyecto, volvió a combinar
las influencias clásicas con el estilo barroco, creando un espacio que
evocaba la grandeza de la arquitectura romana.
El Pabellón de Caza de Stupinigi
Una de las obras más ambiciosas de Juvara fue el Pabellón de Caza de Stupinigi,
diseñado entre 1729 y 1731. Este complejo de edificios, dispuestos en
forma diagonal alrededor de un salón central, se integraba
perfectamente con la naturaleza circundante. Este proyecto es
considerado una de las obras maestras del barroco tardío y refleja la
maestría de Juvara en la creación de espacios que dialogaban
armoniosamente con el entorno.
Momentos clave en su carrera
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1706: Juvara gana el premio de Clemente XI en un concurso organizado por la Academia de San Luca en Roma.
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1708: Realización de la Capilla Antamori en la iglesia de San Gerolamo della Caritá, en Roma.
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1714: Nombramiento como arquitecto real por Amadeo II de Saboya.
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1715-1718: Construcción de la Basílica de Superga en Turín, un ejemplo de la fusión entre el barroco y el clasicismo.
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1718-1720: Diseño de la Iglesia de Santa Cristina en Turín.
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1729-1731: Realización del Pabellón de Caza de Stupinigi, una de sus obras más representativas del barroco tardío.
Relevancia actual
La influencia de Filippo Juvara
perdura en la arquitectura de Europa, particularmente en Italia y
España. Su trabajo marcó un hito en el desarrollo de la arquitectura
barroca tardía, y muchos de sus proyectos se consideran ejemplos
sobresalientes de este estilo.
Su influencia también se extendió
al ámbito de la escenografía, donde sus diseños para teatros y
celebraciones reflejaron la magnificencia de su visión artística. En
este sentido, Juvara jugó un papel fundamental en el desarrollo de la
escenografía barroca, que tuvo un gran impacto en la cultura visual de
la época.
En España, su legado sigue
presente a través de los proyectos que realizó para la familia real.
Aunque no se completó su diseño para el Palacio Real de Madrid, su influencia en los proyectos de la Granja de San Ildefonso y Aranjuez es innegable. Estas obras siguen siendo referencias clave en el estudio de la arquitectura barroca española.
Contribuciones a la arquitectura y el urbanismo
Filippo Juvara también dejó su
huella en el ámbito del urbanismo. Su trabajo en la expansión de la
ciudad de Turín, donde diseñó nuevos barrios y la iglesia del Carmine,
es una de sus contribuciones más importantes al desarrollo urbano de la
región. En estos proyectos, Juvara integró el diseño urbano con las
necesidades funcionales de la ciudad, lo que permitió una mayor
organización del espacio.
En resumen, Filippo Juvara fue un
arquitecto de gran talento que no solo dejó un legado en la
arquitectura, sino también en la escenografía y el diseño urbano. Su
obra, rica en detalles y grandiosidad, sigue siendo estudiada y
admirada por arquitectos e historiadores de la arquitectura. A través
de su innovador enfoque y su capacidad para fusionar lo clásico y lo
barroco, Juvara contribuyó de manera significativa al desarrollo de la
arquitectura del siglo XVIII, y su influencia continúa siendo relevante
hoy en día.
MCN Biografías, 2025. "Filippo Juvara (1678-1736). El arquitecto barroco que transformó la arquitectura europea". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/juvara-filippo [consulta: 26 de septiembre de 2025].