Dolores Ibárruri Gómez (1895-1989): La vida de «La Pasionaria», símbolo de la lucha republicana
Dolores Ibárruri Gómez, más conocida como Pasionaria, nació el 9 de diciembre de 1895 en la cuenca minera de Bilbao, en el País Vasco. A lo largo de su vida, se convirtió en una de las figuras más emblemáticas del comunismo español y un referente internacional de la lucha antifranquista. Su oratoria vibrante y su incansable activismo político la posicionaron como una de las grandes defensoras de la Segunda República Española y una de las voces más influyentes durante la Guerra Civil Española.
Su lucha fue incansable, tanto en la lucha política interna del Partido Comunista de España (PCE) como en su afán por la defensa de la República. A través de su poderosa retórica, fue capaz de movilizar a miles de personas, especialmente a las mujeres y obreros, para resistir la ofensiva fascista. Su vida, marcada por el compromiso político, el exilio y el regreso a la democracia, sigue siendo un referente en la historia de la lucha por la libertad en España.
Orígenes y contexto histórico
Dolores Ibárruri nació en un contexto difícil, en la cuenca minera de Vizcaya, una región que en el siglo XIX vivió una intensa industrialización. Su familia, de raíces humildes, trabajaba en las minas, un sector laboral que sufriría fuertes convulsiones sociales durante las décadas siguientes. Desde joven, Dolores mostró su implicación en las luchas obreras, entorno que moldeó su visión política y social.
A raíz de la proclamación de la Segunda República Española el 14 de abril de 1931, Ibárruri se trasladó a Madrid, donde comenzó a destacarse por su oratoria y su capacidad para organizar y movilizar a las masas. Fue entonces cuando su militancia en el Partido Comunista de España (PCE) se intensificó, y su nombre se hizo conocido a nivel nacional.
Logros y contribuciones
Durante la Segunda República y la Guerra Civil Española, Dolores Ibárruri fue una pieza clave del PCE. Su papel en la propaganda y la agitprop fue esencial. Utilizó su oratoria para movilizar a los trabajadores y soldados en defensa de la República, especialmente durante los primeros días del golpe de Estado franquista.
Uno de los momentos más emblemáticos de su vida ocurrió el 18 de julio de 1936, cuando las tropas de Marruecos se sublevaron contra el gobierno republicano. Desde el Ministerio de la Gobernación, Ibárruri se dirigió al pueblo español a través de la radio, pronunciando las célebres palabras que la convertirían en un símbolo de la resistencia: «¡No pasarán!». Este grito de guerra se convirtió en un eslogan de la lucha republicana contra el franquismo.
A lo largo de la Guerra Civil, Ibárruri ascendió dentro del PCE. Fue nombrada comandante de honor del 5° Regimiento, un batallón que luchaba por la República, y participó activamente en las negociaciones para recibir apoyo internacional, trabajando junto a figuras destacadas del comunismo internacional como André Marty, Palmiro Togliatti y otros. A pesar de sus avances dentro del Partido, no estuvo exenta de críticas internas, especialmente por su relación con Francisco Antón, que causó controversia en el entorno del PCE debido a sus vínculos personales.
Momentos clave
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1936: Ibárruri pronuncia el famoso «¡No pasarán!» en su discurso radial tras el inicio de la sublevación franquista.
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1936: Obtiene el cargo de diputada por Asturias en las elecciones de febrero.
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1936-1939: Participa activamente en la lucha en el frente y en la estructura del PCE, destacándose como oradora.
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1939: Tras la derrota republicana, inicia su exilio, primero en Orán, luego en Marsella, París y, finalmente, Moscú.
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1965: Recibe la Orden de Lenin y es nombrada doctora honoris causa por la Universidad de Moscú.
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1977: Regresa a España tras treinta y ocho años de exilio y es elegida diputada por Asturias.
La Guerra Civil y el exilio
La Guerra Civil fue el periodo más crucial en la vida de Dolores Ibárruri. En 1936, fue designada diputada por Asturias, un cargo que consolidó su liderazgo en el PCE. Durante el conflicto, su papel como agitadora y portavoz del régimen republicano fue determinante, especialmente en la captación de voluntarios para las milicias del PCE.
Sin embargo, la guerra llegó a su fin en 1939 con la victoria del general Francisco Franco, lo que obligó a Dolores Ibárruri a exiliarse. Junto a otros líderes del PCE, se refugió en Orán, y posteriormente en Marsella y París, antes de trasladarse definitivamente a Moscú. En el exilio, siguió activa en la política internacional y en la lucha contra el fascismo, participando en diversas reuniones de la Diputación Permanente de las Cortes Republicanas.
En la Unión Soviética, Dolores Ibárruri continuó su militancia en el PCE y fue nombrada Secretaria General del Partido Comunista de España en el exilio. Su figura se consolidó dentro del comunismo internacional, y recibió importantes distinciones, como la Orden de Lenin y el Premio Internacional de la Paz. Además, se le concedió la nacionalidad soviética en 1962.
Regreso a España y relevancia actual
Tras casi cuatro décadas de exilio, Dolores Ibárruri regresó a España en 1977, en plena transición a la democracia. Fue recibida con un gran entusiasmo, y, en las elecciones de ese mismo año, logró nuevamente un escaño en el Congreso de los Diputados por Asturias, donde volvió a destacar por su oratoria y su compromiso con la memoria histórica de la Guerra Civil.
Ibárruri continuó activa dentro del PCE hasta sus últimos días, defendiendo la democracia, los derechos de los trabajadores y el legado de la República. Su figura sigue siendo una de las más destacadas en la historia del movimiento comunista en España, y su legado perdura como un símbolo de la lucha contra el fascismo y la opresión.
Obras destacadas
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El único camino: Un escrito que recoge sus reflexiones y visiones sobre la lucha política y el compromiso social.
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Me faltaba España: Un libro en el que describe su exilio y su sentimiento de nostalgia por la patria perdida.
Conclusión
Dolores Ibárruri, conocida como Pasionaria, es uno de los nombres más recordados y reverenciados en la historia del comunismo español y la lucha antifranquista. Su oratoria, su lucha inquebrantable por la República y su capacidad para movilizar a las masas la convirtieron en un referente político no solo en España, sino también en el ámbito internacional. Su legado sigue vivo hoy en día, y su figura es un testimonio de la valentía y la determinación en la lucha por la libertad.
Bibliografía
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ESTRUCH, Joan. Historia del PCE, 1920-1939. Madrid, 1978.
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VÁZQUEZ MONTALBÁN, Manuel. Pasionaria y los siete enanitos. Barcelona, 1995.
MCN Biografías, 2025. "Dolores Ibárruri Gómez (1895-1989): La vida de «La Pasionaria», símbolo de la lucha republicana". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/ibarruri-gomez-dolores [consulta: 18 de octubre de 2025].