Pedro Hurtado de Mendoza (s. XVII). El científico que impulsó la renovación científica española

Pedro Hurtado de Mendoza fue un destacado científico español cuya obra dejó una huella importante en la geografía, física y astronomía durante la segunda mitad del siglo XVII. Su pensamiento científico se basó en un profundo conocimiento de las teorías y descubrimientos de la época, y su trabajo se centró en la exploración y comprensión del mundo natural. A través de sus escritos y estudios, contribuyó al avance de la ciencia en España, una nación que experimentaba una época de cambio y renovación intelectual.

A lo largo de su vida, Hurtado de Mendoza se dedicó a la búsqueda del conocimiento y a la mejora de las ciencias, apoyado por el aprendizaje con la Comunidad Jesuita. La figura de este científico refleja la intersección entre la tradición y la innovación en el contexto científico del siglo XVII. En su obra Espejo geográfico, que escribió en Madrid el 20 de diciembre de 1690, plasmó sus conocimientos sobre la geografía del Nuevo Mundo y su visión de los avances científicos de su tiempo. Este trabajo no solo muestra la profundidad de su conocimiento, sino también su dedicación a la ciencia, a pesar de las dificultades que afrontaba como figura relativamente desconocida dentro del círculo científico de la época.

Orígenes y contexto histórico

Pedro Hurtado de Mendoza nació en una época marcada por un panorama intelectual que aún se debatía entre las viejas concepciones y los nuevos avances científicos. España, durante el siglo XVII, atravesaba una fase de transformación en sus estructuras sociales y políticas. Aunque el país había sido el centro del imperio global durante el siglo anterior, el siglo XVII vio una crisis tanto en términos económicos como científicos. Sin embargo, figuras como Hurtado de Mendoza emergieron como faros del conocimiento, capaces de integrar las innovaciones científicas europeas y adaptarlas al contexto español.

A través de la dedicatoria de su obra Espejo geográfico, Hurtado de Mendoza explicó que desde su infancia se dedicó a estudiar las ciencias bajo la tutela de Gregorio de Silva y Mendoza, Duque del Infantado, quien fue su mecenas y apoyó sus estudios científicos. Además, se menciona que Hurtado de Mendoza se formó con los jesuitas, cuya influencia fue crucial en su formación, al igual que sucedió con otros científicos de la época como Tomás Vicente Tosca y Juan Bautista Corachán, quienes compartían la búsqueda de las nuevas ideas científicas a través de sus estudios. Su aprendizaje en el Colegio Imperial de Madrid le permitió acceder a una formación académica avanzada, impulsando su investigación en campos como la geografía y la astronomía.

Logros y contribuciones

Hurtado de Mendoza se destacó en varios campos científicos, particularmente en la geografía, física y astronomía. En su obra más conocida, Espejo geográfico, compartió sus conocimientos sobre los territorios recién descubiertos y la forma en que estos se integraban en el pensamiento geográfico de la época. Su descripción de la geografía del Nuevo Mundo es notable, destacando sus observaciones sobre Groenlandia y las islas del Ártico, además de su creencia de que California era una isla. Aunque algunas de sus conclusiones hoy serían consideradas incorrectas, sus observaciones eran avanzadas para su época.

Una de las influencias más significativas en el trabajo de Hurtado de Mendoza fue la teoría copernicana. Si bien muchos científicos de su tiempo se mostraron reacios a aceptar la teoría de Nicolás Copérnico, Hurtado de Mendoza adoptó una postura moderada. A diferencia de otros científicos de la época, como Giambattista Riccioli, Hurtado de Mendoza consideró que la teoría de Copérnico debía ser aceptada como una hipótesis válida para «salvar las apariencias». A su juicio, no existían pruebas suficientes para refutar completamente la teoría heliocéntrica, pero tampoco podía ser considerada como una verdad física absoluta hasta que se demostrara de manera concluyente. Esta actitud reflejaba la postura de muchos científicos españoles que aceptaban nuevas ideas, pero sin llegar a romper con los principios establecidos por la Iglesia Católica y la Inquisición romana.

En el campo de la física, Hurtado de Mendoza también se dedicó al estudio de los avances en la determinación de las longitudes en el mar. En este ámbito, citó los trabajos de Christian Huygens, quien había desarrollado teorías sobre el uso del péndulo como medida universal de longitud. A pesar de las limitaciones de la época, Hurtado de Mendoza mostró un gran interés por los descubrimientos de Huygens y otros científicos contemporáneos, como Marin Mersenne y Vicente Mut, en temas relacionados con la corrección de puntos geográficos y el sonido.

Momentos clave

  • 1690: Pedro Hurtado de Mendoza escribió la dedicatoria de su obra Espejo geográfico, en la que expresa su agradecimiento a su mecenas y mentor, Gregorio de Silva y Mendoza. En ella, también revela su conexión con los jesuitas y el Colegio Imperial de Madrid.

  • 1691: La publicación de la obra Espejo geográfico marcó un hito en su carrera. En este trabajo, Hurtado de Mendoza mostró un notable conocimiento de la geografía del Nuevo Mundo y la cosmografía de la época, reflejando tanto sus conocimientos como sus inquietudes científicas.

Relevancia actual

A pesar de que Pedro Hurtado de Mendoza no goza de la misma notoriedad que otros científicos contemporáneos de su tiempo, su contribución al mundo de la ciencia sigue siendo valiosa. Su trabajo en geografía, astronomía y física contribuyó al desarrollo de una visión más moderna de la ciencia en España durante el siglo XVII. A través de su obra, destacó la importancia de la formación académica rigurosa y la influencia de los jesuitas en la ciencia de la época.

Hoy en día, la figura de Hurtado de Mendoza es un ejemplo de la renovación científica española que se produjo en el último tercio del siglo XVII. Su apertura a las nuevas ideas científicas, su habilidad para integrar los avances internacionales y su deseo de explorar lo desconocido hacen de él una figura clave en la historia de la ciencia de su tiempo.

Pedro Hurtado de Mendoza fue un científico que, aunque no alcanzó la fama universal de otros de su época, dejó un legado valioso en el campo de la geografía y la astronomía. Su obra Espejo geográfico sigue siendo un referente importante para comprender el pensamiento científico de su tiempo y la evolución del conocimiento geográfico y físico en la España del siglo XVII.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Pedro Hurtado de Mendoza (s. XVII). El científico que impulsó la renovación científica española". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/hurtado-de-mendoza-pedro [consulta: 30 de septiembre de 2025].