Francis Hayman (1708-1776): El pintor británico que plasmó el legado de Shakespeare en sus lienzos

Francis Hayman, nacido en Exeter en 1708 y fallecido en Londres en 1776, fue uno de los pintores más destacados del siglo XVIII en Inglaterra. Su obra abarcó diversos campos, destacándose como retratista y como ilustrador de la obra de William Shakespeare, un legado artístico que perdura hasta la fecha. Además de su éxito como pintor de retratos y escenas históricas, su versatilidad lo llevó a trabajar en decorados teatrales y a desarrollar una importante carrera en la ilustración de libros, lo que le permitió influir notablemente en el arte británico de su tiempo. Este artículo explora su vida, su trabajo y su legado.

Orígenes y contexto histórico

Francis Hayman nació en Exeter, una ciudad situada en el suroeste de Inglaterra, en 1708. Su formación artística comenzó de manera formal en el estudio de Gravelót, un pintor de origen francés que trabajaba en Londres. Fue allí donde Hayman coincidió con otro joven talentoso que dejaría una huella importante en la historia del arte: Thomas Gainsborough. Juntos compartieron la formación en el mismo taller, lo que les permitió desarrollar su estilo y perfeccionar sus técnicas.

La Inglaterra del siglo XVIII vivía un periodo de gran efervescencia cultural y artística. La ciudad de Londres, en particular, se consolidaba como el centro neurálgico de las artes visuales, con el auge de la pintura de retratos y la escultura. Durante esta época, el gusto por las artes escénicas, en especial el teatro, comenzó a adquirir gran relevancia, lo que también influiría de manera directa en la obra de Hayman.

Logros y contribuciones

A lo largo de su carrera, Hayman logró destacarse en diversas áreas de la pintura, lo que le permitió adquirir un lugar de prestigio en la sociedad artística británica. Sus primeras obras fueron principalmente retratos y escenas de temática popular, las cuales realizó en óleo. Esta etapa temprana le permitió establecer una sólida reputación como retratista, género en el que fue considerado uno de los mejores de su época. Sin embargo, la verdadera magnitud de su carrera llegó con su incursión en la ilustración de libros y, en particular, con su trabajo en las obras de teatro de William Shakespeare.

La ilustración de libros fue un campo en el que Hayman dejó una huella imborrable, en especial con la serie de pinturas que realizó para ilustrar una edición de las obras completas de Shakespeare encargada por Sir Thomas Hanmer. Esta labor le permitió vincularse profundamente con la literatura y la cultura teatral, géneros que también influirían en su trabajo posterior. En su producción de ilustraciones, Hayman se destacó por su capacidad para transmitir con gran precisión el espíritu y la atmósfera de las obras de Shakespeare, siendo un ejemplo destacado la serie de pinturas sobre «Macbeth» y «Hamlet», entre otras.

Otro de sus grandes logros fue su incursión en el mundo del teatro, donde se destacó no solo como ilustrador, sino también como creador de decorados teatrales. Durante la década de 1740, Hayman se dedicó a crear decorados para diversas representaciones en el Covent Garden, uno de los teatros más importantes de Londres. Su pasión por las artes escénicas lo llevó incluso a interpretar diversos papeles en obras de teatro de carácter histórico, lo que le permitió ampliar su influencia en el mundo de las artes.

El eclecticismo de Hayman lo llevó a aceptar un encargo especialmente relevante en su carrera: la decoración de los pabellones de los Jardines Vauxhall en Londres. Este proyecto, completamente ajeno a su producción anterior, fue uno de los más importantes de su vida. En estos pabellones, Hayman desarrolló un trabajo decorativo que le permitió alcanzar gran fama y reconocimiento en su época. Actualmente, algunos de estos pabellones decorados por Hayman se conservan en el Victoria and Albert Museum de Londres, lo que subraya la importancia histórica de su obra.

Momentos clave en la carrera de Hayman

  1. Formación en el estudio de Gravelót (ca. 1725): Durante sus primeros años como pintor, Hayman trabajó junto a Gainsborough en el estudio de Gravelót, un periodo clave en el desarrollo de su técnica.

  2. Ilustraciones para las obras de Shakespeare (ca. 1740-1750): Una de las etapas más destacadas de su carrera fue la ilustración de la obra de William Shakespeare, lo que consolidó su nombre como un gran ilustrador de literatura y teatro.

  3. Decoración de los pabellones de los Jardines Vauxhall (ca. 1750): Este proyecto fue uno de los más destacados de su carrera, fuera de su campo habitual de retratos y escenas históricas.

  4. Presidencia de la Sociedad de Artistas (1760-1768): Hayman fue elegido presidente de la Sociedad de Artistas en 1760, un cargo que desempeñó hasta 1768, lo que refleja el reconocimiento de su talento y su influencia en el mundo del arte.

  5. Fundación de la Real Academia de las Artes (1768): En 1768, Hayman fue uno de los miembros fundadores de la Real Academia de las Artes de Londres, institución de gran relevancia para el arte británico, en la que también desempeñó el cargo de responsable de la biblioteca hasta su muerte.

Relevancia actual

Hoy en día, la obra de Francis Hayman sigue siendo un referente dentro del arte británico del siglo XVIII. Aunque su producción decorativa es escasa, su legado como retratista y como ilustrador de las obras de Shakespeare perdura a través de las obras que se conservan en importantes colecciones, como la Tate Gallery y la Galería Nacional de Retratos de Londres.

Entre sus obras más conocidas se encuentran los retratos de figuras como David Garrick como Ricardo III, un retrato realizado en 1760 que se encuentra en la Tate Gallery, y el retrato de Jonathan Tyers y su familia, pintado en 1740, que se exhibe en la Galería Nacional de Retratos de Londres. Estas obras siguen siendo testigos de la destreza de Hayman como pintor de retratos y de su capacidad para capturar la esencia de los personajes históricos que retrataba.

En cuanto a sus contribuciones al mundo de la literatura y el teatro, las ilustraciones de Hayman para la obra de Shakespeare siguen siendo admiradas por su fidelidad a los textos y su capacidad para evocar las emociones y el drama presentes en las obras del autor. Su influencia como ilustrador continúa siendo relevante para estudiosos y coleccionistas que aprecian la calidad y el detalle de sus representaciones.

Obras más destacadas de Hayman

A continuación, se presenta una lista de algunas de las obras más relevantes de Francis Hayman:

  • «David Garrick como Ricardo III» (1760): Retrato de uno de los actores más célebres de la época, realizado en óleo sobre lienzo.

  • «Jonathan Tyers y su familia» (1740): Un retrato monumental que se conserva en la Galería Nacional de Retratos de Londres.

  • «Robert Clive y Mir Jaffier después de la batalla de Plassey» (1757): Un retrato histórico que captura un momento clave de la historia británica.

  • Serie de ilustraciones para las obras de Shakespeare: Una serie de pinturas que ilustran las obras completas de Shakespeare encargadas por Sir Thomas Hanmer.

La obra de Francis Hayman sigue siendo una de las más valiosas de la pintura británica, tanto por su habilidad técnica como por su capacidad para capturar el espíritu de su tiempo.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Francis Hayman (1708-1776): El pintor británico que plasmó el legado de Shakespeare en sus lienzos". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/hayman-francis [consulta: 28 de septiembre de 2025].