Juan de Fuca (1536-1602): El navegante griego que alimentó el mito del paso del Noroeste

Juan de Fuca, nacido como Apostolus Valerianus en 1536 en la isla de Cefalonia y fallecido en el mismo lugar en 1602, fue un navegante griego al servicio de la corona española. Es célebre por su relato de haber descubierto un paso interoceánico al noroeste del continente americano, conocido hoy como el estrecho de Juan de Fuca, entre el estado de Washington (EE.UU.) y la isla de Vancouver (Canadá). Aunque su historia estuvo envuelta en controversias y carece de pruebas documentales, dejó una huella duradera en la cartografía y en la imaginación de exploradores durante siglos.

Orígenes y contexto histórico

Apostolus Valerianus, más conocido como Juan de Fuca, nació en Cefalonia, una de las islas Jónicas de Grecia, entonces bajo dominio veneciano. Su vida cambió radicalmente al entrar al servicio del Imperio español, donde adoptó un nombre castellanizado. A lo largo de su carrera, sirvió por más de cuatro décadas a la monarquía hispánica, ejerciendo funciones como piloto y comerciante en las rutas que conectaban Acapulco con Manila, eje clave del comercio en el Pacífico durante el reinado de Felipe II.

La época en la que vivió Juan de Fuca estuvo marcada por las intensas exploraciones geográficas impulsadas por las potencias europeas, ansiosas por encontrar nuevas rutas comerciales y territorios. Una de las obsesiones más persistentes fue la búsqueda del mítico paso del Noroeste, un supuesto canal que conectaría el océano Atlántico con el Pacífico a través del norte del continente americano.

Logros y contribuciones

La supuesta mayor contribución de Juan de Fuca fue su afirmación de haber descubierto este paso interoceánico. Según su relato, en 1592, mientras navegaba bajo órdenes del virrey de la Nueva España, Luis de Velasco, llegó hasta los 47 grados de latitud norte y encontró un estrecho por el que navegó durante veinte días. Afirmó que ese canal lo condujo hasta el llamado “Mar Septentrional”, lo que lo haría el primer europeo en cruzar del Pacífico a un mar interior, lo cual alimentó durante siglos la creencia en un mar mediterráneo en América del Norte.

Aunque su historia carece de confirmación documental, su relato fue tomado en serio durante largo tiempo y recogido en obras de gran difusión como Peregrinos, de Samuel Purchas. De Fuca describió tierras pobladas por tribus vestidas con pieles y llenas de riquezas, lo cual atrajo el interés de exploradores y geógrafos que persistieron en la búsqueda de este supuesto mar interior.

Entre sus otras experiencias notables se encuentra su captura en 1588 por el corsario inglés Cavendish mientras navegaba en la nao Santa Ana. En este encuentro perdió mercancías valoradas en 60.000 ducados, lo que lo dejó empobrecido y lo llevó a buscar reconocimiento y compensación por sus servicios y descubrimientos.

Momentos clave

A pesar de que su exploración más famosa fue objeto de controversia, varios eventos destacan en su vida como hitos importantes:

  • 1588: Captura por el corsario inglés Cavendish a bordo de la nao Santa Ana.

  • 1592: Supuesto descubrimiento del estrecho de Anian durante una expedición financiada por la Nueva España.

  • 1596-1598: Intentos fallidos de obtener financiamiento del monarca inglés para una nueva expedición.

  • 1596-1600: Encuentro con el cónsul inglés Michael Lok, a quien narró su historia buscando apoyo.

  • 1602: Muerte en Cefalonia sin haber recibido reconocimiento oficial por su relato.

Relevancia actual

El estrecho que lleva su nombre, el estrecho de Juan de Fuca, es una importante vía marítima que separa la isla de Vancouver de la costa continental estadounidense. Si bien los detalles geográficos proporcionados por De Fuca fueron inexactos —ubicó el estrecho en los 47° latitud norte cuando realmente se encuentra en los 48° 30′—, el nombre perduró gracias a la cartografía posterior.

Fue el capitán Charles William Barkley quien, en 1787, identificó y cartografió correctamente el estrecho. No fue sino hasta 1792 cuando el navegante británico George Vancouver realizó el primer viaje documentado y fiable a través de esa vía acuática. A partir de entonces, el estrecho de Juan de Fuca se consolidó como una referencia geográfica reconocida en América del Norte.

El legado de Juan de Fuca persiste también en la toponimia: no solo da nombre al estrecho, sino también a la placa tectónica de Juan de Fuca, una de las más activas del mundo, ubicada bajo el Pacífico Noroeste. Además, su relato ha sido objeto de análisis históricos, geográficos y literarios, representando el anhelo humano de descubrimiento y la fuerza de los mitos geográficos en la configuración del mundo moderno.

Elementos destacados de su legado:

  • Nombre del estrecho entre EE.UU. y Canadá.

  • Influencia en la exploración del Pacífico norteamericano.

  • Fuente de inspiración para buscadores del paso del Noroeste.

  • Mención en obras como Peregrinos de Samuel Purchas.

  • Identificación con la idea de un mar mediterráneo en América del Norte.

Aunque su relato no ha podido ser confirmado con documentos oficiales —no se ha hallado registro en el Archivo General de Indias—, su historia fue lo suficientemente poderosa como para perdurar siglos después de su muerte. El impacto cultural y geográfico de su relato continúa siendo motivo de estudio, y su figura es recordada como parte del imaginario que impulsó la exploración de América del Norte.

Bibliografía

NOVO y COLSON, P. de. Sobre los viajes apócrifos de Juan de Fuca y de Lorenzo Ferrer Maldonado. Madrid, 1881.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Juan de Fuca (1536-1602): El navegante griego que alimentó el mito del paso del Noroeste". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/fuca-juan-de [consulta: 17 de octubre de 2025].