Fahd Ben Abdelasís Al-Saud, Rey de Arabia (1920-2005). El monarca que modernizó Arabia Saudí

Fahd Ben Abdelasís Al-Saud

Fahd Ben Abdelasís Al-Saud, conocido comúnmente como el Rey Fahd de Arabia, fue una de las figuras más influyentes y transformadoras en la historia contemporánea de Arabia Saudí. Nacido en Riad en 1920, fue el sexto hijo del rey Abdelasís Abdulrahman Al-Saud, fundador del Reino de Arabia Saudí, y gobernó el país desde 1982 hasta su fallecimiento en 2005. Durante su reinado, Fahd se destacó no solo como líder político, sino también como una figura clave en la diplomacia internacional y en la modernización de Arabia Saudí, una nación que, bajo su mandato, dio un salto significativo hacia la modernidad en diversos aspectos.

Orígenes y contexto histórico

Fahd Ben Abdelasís Al-Saud nació en 1920 en Riad, capital de Arabia Saudí. Fue el hijo de Abdelasís Abdulrahman Al-Saud, el primer rey del reino, quien unificó las tribus y regiones de la península arábiga en la moderna Arabia Saudí. Abdelasís Abdulrahman Al-Saud tuvo varios hijos, pero Fahd fue el primero de los que nacieron de su esposa favorita, Hassa Bin Ahmed al Sudari. Esta ascendencia consolidó su posición dentro de la familia real, convirtiéndolo en una figura clave en la sucesión del trono.

El contexto histórico en el que Fahd creció fue crucial para entender su futuro liderazgo. Arabia Saudí, desde su fundación en 1934, vivía un proceso de consolidación de su soberanía. Con el petróleo comenzando a ser explotado en la región, la riqueza del país creció exponencialmente, lo que le permitió al nuevo reino ganar relevancia tanto a nivel regional como internacional. Sin embargo, el desafío de administrar estos recursos, al tiempo que se mantenían las tradiciones islámicas, fue una tarea que recayó en la generación de monarcas que le siguieron, entre ellos Fahd.

Logros y contribuciones

Fahd Ben Abdelasís Al-Saud jugó un papel central en la política interna y externa de Arabia Saudí. Desde joven, mostró su capacidad para la gestión y la diplomacia. Fue nombrado ministro de Educación en 1952, cargo que ocupó con gran dedicación, siendo el primer titular de esta cartera. Diez años más tarde, en 1962, se convirtió en ministro del Interior, lo que le permitió adquirir control sobre la policía y la administración, lo que le otorgó mayor poder y visibilidad dentro del gobierno saudí.

Uno de los logros más significativos de su carrera fue su capacidad para posicionar a Arabia Saudí como un actor clave en la política del Medio Oriente. A pesar de que durante su reinado, Arabia Saudí mantuvo una política de moderación en muchos de los conflictos internacionales, Fahd se destacó como un negociador eficaz, especialmente en los asuntos relacionados con el petróleo y los conflictos árabes. Fue un defensor de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y amigo cercano de Yasser Arafat, y también propuso el «Plan Fahd», una iniciativa destinada a una solución negociada en el conflicto israelo-palestino.

Momentos clave del reinado

El 14 de junio de 1982, tras la muerte de su hermano el rey Jaled, Fahd ascendió al trono de Arabia Saudí. Desde el inicio de su mandato, Fahd enfrentó una serie de desafíos internacionales y locales. Fue durante su gobierno que se consolidó el papel de Arabia Saudí como un actor central en la política del Golfo Pérsico, en especial durante la invasión de Kuwait por parte de Irak en 1990. Fahd permitió que más de 400.000 soldados estadounidenses y aliados se desplegaran en territorio saudí para preparar la liberación de Kuwait, lo que resultó en la Guerra del Golfo. Este fue un momento crucial, ya que posicionó a Arabia Saudí en el centro de la política global y le permitió reforzar su alianza con los Estados Unidos.

Otro momento clave de su reinado fue la modernización política interna. En 1992, tras una serie de decretos, se estableció una «ley básica de gobierno», que, aunque no constituyó una constitución formal, marcó un paso hacia la modernización y descentralización del poder en un sistema que hasta ese momento se había caracterizado por su absolutismo. A través de esta ley, se buscaba, en parte, dar una mayor estructura a la administración del país y garantizar ciertos derechos básicos a los ciudadanos saudíes.

Relevancia actual

El legado de Fahd Ben Abdelasís Al-Saud sigue siendo relevante en la Arabia Saudí moderna. Durante su reinado, Arabia Saudí no solo se consolidó como una potencia económica debido a su vasto petróleo, sino que también adquirió una influencia diplomática significativa en el mundo árabe y en la política internacional. Su política de moderación y negociación dejó una marca indeleble, convirtiéndolo en uno de los monarcas más respetados de la historia reciente de la región.

Su influencia sigue siendo importante en la política saudí contemporánea. A pesar de que las políticas de su sucesor, el rey Abdulá, quien asumió el poder después de su enfermedad en 1995, mostraron un enfoque más conservador y nacionalista, el legado de Fahd, especialmente en cuanto a la modernización del sistema político y la diplomacia internacional, sigue siendo un referente.

Principales momentos durante su reinado

  • 1952: Se convierte en ministro de Educación, creando las bases del sistema educativo moderno de Arabia Saudí.

  • 1962: Asume el cargo de ministro del Interior, aumentando su influencia política y administrativa.

  • 1964: Tras la destitución de su hermano Saud IV, Fahd asume como vicepresidente del Gobierno, marcando su primer gran paso hacia el liderazgo.

  • 1982: Se convierte en rey de Arabia Saudí, sucediendo a su hermano Jaled.

  • 1990: Permite la presencia de tropas internacionales en Arabia Saudí tras la invasión de Irak a Kuwait, lo que resulta en la Guerra del Golfo.

  • 1992: Introduce la «ley básica de gobierno», un paso hacia la modernización política del reino.

  • 1996: Después de un accidente cerebrovascular, cede temporalmente el poder a su hermanastro Abdulá, quien lo sustituye en sus funciones mientras él se recupera.

El final de una era

En los últimos años de su vida, la salud de Fahd Ben Abdelasís Al-Saud se deterioró considerablemente. En 1995, sufrió una embolia cerebral, lo que le obligó a ceder parte de sus funciones a su hermanastro Abdulá. Aunque siguió siendo el monarca formalmente, la gestión diaria del gobierno recaía en manos del príncipe heredero. El 1 de agosto de 2005, Fahd falleció a los 85 años, poniendo fin a un reinado de más de dos décadas.

Con su muerte, el reino saudí entró en una nueva era, aunque su legado perdura en la estructura política y económica que dejó detrás. Su habilidad para equilibrar las tradiciones islámicas con la necesidad de modernización, así como su enfoque pragmático en la política internacional, lo consolidan como una figura clave en la historia de Arabia Saudí.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Fahd Ben Abdelasís Al-Saud, Rey de Arabia (1920-2005). El monarca que modernizó Arabia Saudí". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/fahd-ben-abdelasis-al-saud-rey-de-arabia [consulta: 29 de septiembre de 2025].