Tomás Cerdá (1715-1791): El matemático español que innovó la enseñanza matemática en el siglo XVIII
Tomás Cerdá, nacido en Tarragona en 1715 y fallecido en Forli, Italia, en 1791, fue una de las figuras más influyentes de la matemáticas del siglo XVIII en España. Su obra se destacó en la introducción y expansión de las matemáticas en la educación, la investigación y la enseñanza. A lo largo de su vida, Cerdá contribuyó de manera significativa a la enseñanza de la aritmética, el álgebra, la geometría y el cálculo, impulsando el pensamiento matemático en su tiempo y dejando un legado que perdura hasta el día de hoy.
Orígenes y contexto histórico
Tomás Cerdá nació en un momento clave para la evolución del pensamiento científico y matemático en Europa. El siglo XVIII fue testigo de grandes avances en las ciencias exactas, impulsados por figuras como Isaac Newton y Colin Mac Laurin, cuyos trabajos cimentaron las bases del cálculo infinitesimal y la física matemática. En este contexto, Cerdá se formó inicialmente en el ámbito religioso, ingresando en la Compañía de Jesús en 1732.
Durante sus años de formación, Cerdá se dedicó principalmente a la filosofía y la matemática, dos campos que, en esa época, no podían entenderse por separado. A partir de 1755, Cerdá comenzó a perfeccionar sus conocimientos matemáticos bajo la tutela del jesuita francés Esprit Pezenas, quien le enseñó sobre el análisis infinitesimal y las nuevas ideas que estaban transformando la matemática moderna. La influencia de figuras como Colin Mac Laurin y Isaac Newton en su formación fue esencial para que Cerdá pudiera introducir métodos matemáticos avanzados en su país, adaptándolos a su propio estilo y contexto.
Logros y contribuciones
Las contribuciones de Tomás Cerdá al mundo de las matemáticas fueron numerosas y profundas. En su etapa como profesor, Cerdá revolucionó la manera en que se enseñaban las matemáticas en España, siendo uno de los primeros en introducir el análisis infinitesimal y el cálculo diferencial en la enseñanza universitaria española.
Obras fundamentales
Una de las más grandes obras de Cerdá fue su serie de textos publicados entre 1758 y 1760, bajo el título de Lecciones de Mathematica o Elementos Generales de Arithmetica y Algebra para uso de la clase. En esta obra, Cerdá presenta una exposición profunda de la aritmética y el álgebra, siendo esta considerada una de las mejores de su época. El primer tomo abarca un estudio exhaustivo de la aritmética, con una definición precisa de los logaritmos y un análisis detallado de los logaritmos hiperbólicos. El segundo tomo profundiza en la teoría de las ecuaciones algebraicas, tomando en cuenta el trabajo de matemáticos como Thomas Harriot, Isaac Newton, Colin Mac Laurin y Girolamo Cardano, además de las soluciones a las ecuaciones de tercer y cuarto grado propuestas por René Descartes. Este trabajo dejó claro que Cerdá no solo estaba familiarizado con los avances internacionales, sino que también era capaz de aplicar sus conocimientos para crear un texto de gran profundidad.
En 1760, Cerdá publicó Lecciones de Mathematica o Elementos Generales de Geometría para uso de la clase, donde expandió sus estudios en geometría, incluyendo tanto la geometría plana como la esférica. Esta obra consolidó su posición como uno de los grandes matemáticos de su tiempo, ya que además de ser una excelente guía pedagógica, introdujo el uso de la trigonometría en las lecciones de matemáticas.
Otra de las obras destacadas de Cerdá fue Lecciones de Artillería, publicadas en 1764, justo antes de la apertura de la Academia de Artillería en Segovia. En este libro, Cerdá trató temas de artillería, como los métodos matemáticos aplicados al cálculo de trayectorias y las ciencias físicas necesarias para la formación de los artilleros.
Método de fluxiones y cálculo diferencial
Un aspecto crucial del trabajo de Cerdá fue su investigación sobre el método de fluxiones, que en su época estaba comenzando a ser popularizado por Isaac Newton y Colin Mac Laurin. En sus manuscritos, Cerdá exploró tanto el método directo como el inverso de las fluxiones, también conocido como el cálculo diferencial e integral. Aunque Cerdá nunca llegó a publicar sus trabajos sobre el tema, estos escritos son considerados una contribución importante al desarrollo temprano del cálculo en España. En su tratado Álgebra aplicada a la Geometría, Cerdá hizo un estudio detallado de la geometría analítica, abordando desde la aplicación del álgebra a la geometría hasta el análisis de las secciones cónicas y las curvas.
Momentos clave
A lo largo de su carrera, Tomás Cerdá vivió varios momentos clave que marcaron su vida profesional y su legado en la historia de las matemáticas:
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La formación en Marsella (1755): En este periodo, Cerdá viajó a Marsella para perfeccionar sus conocimientos de matemáticas bajo la tutela de Esprit Pezenas. Durante este tiempo, Cerdá se familiarizó con los trabajos más recientes sobre cálculo y matemáticas aplicadas, lo que tuvo una gran influencia en su desarrollo académico.
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Nombramiento como cosmógrafo mayor (1764): El rey de España le nombró cosmógrafo mayor de las Indias y le otorgó una pensión de mil doblones. Este cargo le permitió seguir trabajando en la aplicación de las matemáticas a la navegación y la geografía, además de enseñarle a los infantes de la realeza.
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La expulsión de los jesuitas y su exilio a Italia (1767): Tras la expulsión de los jesuitas de España, Cerdá fue deportado a Italia, donde vivió el resto de su vida. Aunque se mantuvo alejado de la vida pública, su legado como matemático y pedagogo siguió vigente.
Relevancia actual
El legado de Tomás Cerdá es ampliamente reconocido en la historia de la ciencia española. Su enfoque en la enseñanza de las matemáticas sentó las bases para generaciones posteriores de matemáticos y científicos en España. La claridad y la profundidad de sus escritos, combinadas con su capacidad para introducir las matemáticas más avanzadas de la época en un contexto pedagógico, lo convierten en una figura esencial en la evolución de las ciencias exactas.
Aunque su nombre no siempre ha sido tan reconocido fuera de los círculos académicos, en la actualidad su trabajo sigue siendo relevante, especialmente en el contexto de la historia de la matemática española. Sus escritos no solo influyeron en las generaciones de matemáticos de su tiempo, sino que también dejaron una huella perdurable en la forma en que se enseñaron las matemáticas en los siglos posteriores.
La contribución de Cerdá a la educación matemática no debe subestimarse, ya que su obra prefiguró muchos de los avances que más tarde se desarrollarían de manera más formal en los siglos XIX y XX. Su trabajo sobre álgebra, geometría y cálculo sigue siendo estudiado por aquellos interesados en los orígenes del pensamiento matemático en España.
Bibliografía
Fuentes
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Jesuiticae Philosophiae Theses, Cervera: Josephus Barber, 1753.
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Lecciones de Mathematica o Elementos Generales de Arithmetica y Algebra, 2 vols., Barcelona: Francisco Suriá, 1758-1760.
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Lecciones de Artillería, para uso de la clase, Barcelona: Francisco Suriá, 1764.
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Álgebra aplicada a la Geometría, MS, ca. 1763.
Estudios
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CUESTA DUTARI, N.: El maestro Juan Justo García, 2 vols., Salamanca: Universidad de Salamanca, 1974.
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IGLÉSIES FORT, J.: La Real Academia de Ciencias Naturales y Artes en el siglo XVIII, Barcelona: Ariel, 1964.
MCN Biografías, 2025. "Tomás Cerdá (1715-1791): El matemático español que innovó la enseñanza matemática en el siglo XVIII". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/cerda-tomas [consulta: 29 de septiembre de 2025].