Alonso Mañes, José Luis (1924-1990). El maestro de la dirección teatral española

Alonso Mañes (1924-1990), director teatral nacido en Madrid, es una de las figuras más representativas del teatro español del siglo XX. Su legado en la escena nacional no solo abarca una serie de montajes icónicos, sino también su capacidad para transformar y dar nueva vida a clásicos de la dramaturgia internacional. Con una carrera que comenzó a finales de la década de 1940, Alonso Mañes ha dejado una huella imborrable en la dirección escénica española, destacándose por su profunda comprensión de los textos dramáticos y su extraordinaria habilidad para transmitir emociones en el escenario.

Orígenes y contexto histórico

Alonso Mañes nació en Madrid el 9 de julio de 1924, en un momento histórico complejo para España. Durante su infancia y juventud, el país atravesaba la posguerra civil, una etapa de grandes dificultades económicas y sociales. Este contexto no solo influyó en la formación de Mañes como artista, sino que también marcó su aproximación al teatro, el cual se convirtió en una herramienta de resistencia y expresión cultural.

En su juventud, Mañes se formó como director y actor en diversas compañías teatrales. Su debut en 1947, con el Teatro de Cámara de Madrid, marcó el inicio de una carrera que, con el tiempo, lo llevaría a convertirse en una de las grandes figuras de la dirección teatral. En esta etapa inicial, Mañes se rodeó de importantes colaboradores y de un equipo artístico comprometido con la evolución y el enriquecimiento del teatro español.

Logros y contribuciones

Alonso Mañes destacó por su capacidad para manejar con destreza un repertorio de autores clásicos, tanto españoles como internacionales. Entre sus montajes más emblemáticos figuran obras de autores de la talla de Valle Inclán, Brecht, Calderón, Lope, Galdós, Williams, Chejov, Alberti y Arrabal.

Su versión de Romance de lobos de Valle Inclán, por ejemplo, es considerada una de las mejores puestas en escena de la obra en el siglo XX. El director madrileño logró captar la esencia de la obra de Valle Inclán, reconociendo la importancia de su simbolismo y la brutalidad de su denuncia social. La obra de Brecht, especialmente El círculo de tiza caucasiano, recibió también una dirección magistral, que reflejó el compromiso político y la crítica social tan presentes en los textos de este autor.

Mañes también mostró su genio en la dirección de clásicos de Calderón, como El galán fantasma, y en las comedias de Lope, como El anzuelo de Fenisa, que se destacaron por su humor y brillantez escénica. La obra Misericordia de Galdós es otro de sus montajes más celebrados, en el que se plasmó la complejidad de los personajes galdosianos y su lucha contra las injusticias sociales de la época.

Además de su maestría con los clásicos, Mañes también se aventuró con obras contemporáneas, como Adiós señorita Ruth de Williams, una obra que exploraba los conflictos humanos con gran profundidad. Igualmente, su dirección de las obras de Chejov, tales como Las tres hermanas y El jardín de los cerezos, mostró su dominio en la creación de atmósferas densas y emocionales, capturando a la perfección la melancolía y la búsqueda de sentido que caracteriza la obra chejoviana.

Momentos clave en su carrera

A lo largo de su carrera, Alonso Mañes vivió una serie de momentos clave que definieron su legado. En 1972, tras el estreno de Misericordia de Galdós, la obra se convirtió en uno de los mayores éxitos de Mañes. Con una versión de Alfredo Mañas y una puesta en escena de Manuel Mampaso, actores como José Bódalo y María Fernanda D’Ocón contribuyeron al éxito del montaje, lo que resultó en el reconocimiento con el Premio Nacional de Teatro.

Otro momento destacado fue su llegada al Teatro Nacional María Guerrero, donde, durante siete años, contó con la colaboración de Manuel Canseco. Juntos lograron consolidar al teatro español como una institución de referencia en la escena internacional. Esta etapa fue clave para el crecimiento de Mañes, quien consolidó su estilo y su reputación en el mundo del teatro.

En 1983, Mañes asumió la dirección artística del Teatro de la Zarzuela, un cargo que le permitió experimentar con el género operístico y montar producciones de gran envergadura. Entre sus logros en esta etapa, destaca su montaje de Fidelio de Beethoven, una de las obras operísticas más importantes de la historia. Además, Mañes también se destacó en la dirección de obras del género chico como Doña Francisquita de Vives, que lo consolidó como un gran director de toda una gama de géneros teatrales.

Relevancia actual

Hoy en día, Alonso Mañes sigue siendo una figura clave en la historia del teatro español. Su legado perdura no solo a través de los montajes que dirigió, sino también a través de su influencia en las generaciones posteriores de directores teatrales. Su capacidad para leer el texto con profundidad, así como su talento para adaptar y transformar las obras según su contexto, es admirada por quienes siguen estudiando y realizando teatro en la actualidad.

Los estudios y las representaciones de sus obras continúan siendo un referente en las escuelas de teatro y en los escenarios más importantes del país. Directores contemporáneos se inspiran en su forma de abordar el teatro, reconociendo la importancia de su mirada crítica hacia la sociedad y su habilidad para resaltar la humanidad y la complejidad de los personajes.

En resumen, Alonso Mañes fue un verdadero maestro de la dirección teatral que dejó una marca indeleble en la historia del teatro español. Su capacidad para trabajar con textos clásicos y contemporáneos, su habilidad para construir universos escénicos complejos y su incansable búsqueda de la emoción genuina en el escenario lo han convertido en una figura de culto dentro de la cultura teatral española.

Obras destacadas

A lo largo de su carrera, Alonso Mañes dirigió una gran cantidad de obras que se han considerado hitos en la escena española. Entre ellas destacan:

  • Romance de lobos de Valle Inclán

  • El círculo de tiza caucasiano de Brecht

  • El galán fantasma de Calderón

  • El anzuelo de Fenisa de Lope

  • Misericordia de Galdós

  • Adiós señorita Ruth de Williams

  • Las tres hermanas de Chejov

  • El jardín de los cerezos de Chejov

  • El adefesio de Alberti

  • El rey de Sodoma de Arrabal

Estos títulos, junto con otros que Mañes dirigió a lo largo de su carrera, continúan siendo fundamentales para la comprensión del teatro clásico y contemporáneo en España.

Alonso Mañes fue, sin lugar a dudas, uno de los grandes pilares del teatro español del siglo XX, y su legado sigue vivo en las representaciones y los estudios teatrales que celebran su trabajo en los escenarios de todo el mundo.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Alonso Mañes, José Luis (1924-1990). El maestro de la dirección teatral española". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/alonso-mannes-jose-luis [consulta: 29 de septiembre de 2025].