Belaid Abdesselam (1928-VVVV). El estratega de la industrialización argelina y su papel crucial en la transición política

Figura prominente en la historia política y económica de Argelia, Belaid Abdesselam ha sido uno de los arquitectos del desarrollo industrial del país magrebí durante las décadas cruciales posteriores a su independencia. Nacido en julio de 1928 en Dehemcha, su trayectoria destaca por su compromiso con el Frente de Liberación Nacional (FLN), su vinculación con los sectores estratégicos del país y su rol como Primer Ministro en un momento clave de la transición política en Argelia. Su legado, aunque sujeto a controversia, dejó una huella profunda en el modelo económico nacional y en el complejo juego de poder postcolonial.
Orígenes y contexto histórico
Belaid Abdesselam nació en una Argelia todavía bajo dominio colonial francés. Su formación académica tuvo lugar en la Universidad de Grenoble, una institución en Francia que acogió a muchos estudiantes argelinos comprometidos con la lucha por la independencia. Allí no solo obtuvo conocimientos técnicos, sino también una sólida base ideológica y política que lo impulsó a liderar la Unión General de Estudiantes Argelinos, un semillero de activismo anticolonial.
En plena lucha por la independencia, se trasladó a Oujda (Marruecos), donde sirvió como instructor en la Escuela del Frente Nacional de Liberación (FLN). Este movimiento fue el principal motor de la resistencia armada y política contra el dominio francés. Su especialización en temas técnicos y su lealtad al FLN lo posicionaron como asesor clave del Gobierno Provisional de la República Argelina (GPRA) en 1961, bajo el liderazgo de B. Y. Ben Khedda, desde el exilio en Túnez.
Una vez lograda la independencia en 1962, Abdesselam se integró al equipo asesor del nuevo gobierno presidido por A. Ben Bella, donde empezó a forjar su reputación como experto económico y técnico de confianza. Su temprana vinculación con las estructuras fundamentales del naciente Estado argelino consolidó su perfil como una figura clave para el futuro del país.
Logros y contribuciones
El principal legado de Belaid Abdesselam reside en su participación decisiva en el desarrollo de la industria energética de Argelia. Entre 1964 y 1966, dirigió la Sociedad Nacional de la Producción, Transformación y Comercialización de los Hidrocarburos (SONATRACH), la cual se convertiría en uno de los pilares fundamentales de la economía argelina. Bajo su dirección, esta empresa estatal fortaleció su capacidad de exploración, producción y exportación de petróleo y gas, consolidando el dominio estatal sobre los recursos energéticos.
En 1966, fue nombrado ministro de Industria e Hidrocarburos, un cargo estratégico en un país donde el sector energético constituía —y aún constituye— la fuente principal de exportaciones. Su mandato coincidió con los ambiciosos planes de desarrollo socializante impulsados por el régimen de Houari Boumediene, quien buscaba transformar a Argelia en una potencia industrializada y autosuficiente. Abdesselam fue un actor central en ese proyecto de economía planificada, que perseguía la nacionalización de recursos y la creación de una base industrial sólida.
En 1974, su influencia se expandió más allá del ámbito nacional al asumir la presidencia del Consejo de la Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo (OPAEP). Esta función le permitió proyectar su visión económica en el contexto regional, reafirmando el liderazgo de Argelia en las dinámicas energéticas del mundo árabe. Además, entre 1979 y 1981, presidió el Comité Económico Especial del Comité Central del FLN, reforzando su papel en la formulación de estrategias de desarrollo nacional.
Entre 1977 y 1980, ejerció como ministro de Industria Ligera, dirigiendo esfuerzos por diversificar la economía nacional más allá del petróleo y gas. Esta etapa estuvo marcada por la intención de estimular la producción manufacturera, una tarea compleja dadas las limitaciones estructurales y la dependencia histórica de los recursos naturales.
Momentos clave
A lo largo de su carrera, Belaid Abdesselam protagonizó varios episodios fundamentales para la evolución política y económica de Argelia:
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1961: Asesor político del GPRA en el exilio tunecino.
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1962: Asesor económico del primer gobierno independiente de Argelia.
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1964-1966: Director general de SONATRACH.
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1966-1977: Ministro de Industria e Hidrocarburos.
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1974: Presidente del Consejo de la OPAEP.
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1977-1980: Ministro de Industria Ligera.
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1979-1981: Presidente del Comité Económico del Comité Central del FLN.
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1992-1993: Primer Ministro y Ministro de Economía.
Uno de los puntos culminantes de su carrera fue su regreso a la primera línea del poder en 1992, en un contexto de crisis nacional. La victoria del Frente Islámico de Salvación (FIS) en las elecciones legislativas había provocado un colapso institucional que forzó la dimisión del presidente Chadli Bendjedid. En este escenario, se estableció un Alto Consejo de Estado (HCS) con el objetivo de controlar la situación y evitar el colapso del Estado laico. Ali Kafi, presidente del HCS, nombró a Abdesselam Primer Ministro y Ministro de Economía, confiando en su experiencia técnica y su historial como “padre” del desarrollo industrial.
Durante su mandato, se esperaba que su liderazgo revitalizara una economía en declive, marcada por el desempleo, el estancamiento de la producción y la presión de la deuda externa. Sin embargo, su gestión fue ampliamente criticada, especialmente por su fracaso en las negociaciones con organismos financieros internacionales, lo cual bloqueó la posibilidad de acceder a créditos indispensables para la estabilidad económica. La percepción generalizada de ineficacia y rigidez en sus políticas llevó a su destitución el 22 de agosto de 1993, siendo sustituido por Redha Malek.
Relevancia actual
A pesar del paso del tiempo y las controversias que rodean su figura, Belaid Abdesselam permanece como un símbolo del modelo de industrialización estatal que definió la Argelia postcolonial. Su papel en la consolidación de SONATRACH y en la formulación de políticas económicas basadas en la soberanía energética sigue siendo un referente para debates actuales sobre el futuro económico del país.
La tendencia a revisar críticamente las políticas del periodo socialista ha revalorizado ciertos aspectos de su legado, especialmente en lo relativo a la planificación estratégica y la nacionalización de recursos, en contraposición a los efectos negativos del liberalismo económico adoptado en años posteriores. Su experiencia también es invocada en discusiones sobre la necesidad de líderes con visión técnica en contextos de crisis institucional.
En un país que continúa lidiando con desafíos estructurales —como la diversificación económica, la lucha contra la corrupción y la construcción de una economía sostenible— la figura de Abdesselam emerge con ambivalencia: por un lado, como símbolo de una época de ambiciones colectivas; por otro, como ejemplo de las limitaciones de un modelo centralizado que no logró responder a las dinámicas cambiantes del entorno internacional.
En conclusión, la historia de Belaid Abdesselam está estrechamente vinculada a los momentos más críticos y transformadores de Argelia. Su paso por instituciones clave, su liderazgo en sectores estratégicos y su retorno en tiempos de emergencia política le otorgan un lugar permanente en la narrativa del país. Más allá de los juicios sobre su eficacia, su trayectoria representa la complejidad de construir un Estado moderno desde los escombros del colonialismo.
MCN Biografías, 2025. "Belaid Abdesselam (1928-VVVV). El estratega de la industrialización argelina y su papel crucial en la transición política". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/abdesselam-belaid [consulta: 28 de septiembre de 2025].