Wenceslao I, emperador del Sacro Imperio (1361-1419).


Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (1378-1400), rey de Bohemia (1363-1419), margrave de Brandemburgo (1373-76), rey de los romanos (1376-1400) y duque de Luxemburgo (1383-76). Primogénito del emperador Carlos IV y de su tercera esposa, Ana de Sheweidnitz, nació el 26 de febrero del año 1361, en la ciudad alemana de Nuremberg, y murió en Praga, en agosto del año 1419.

Cuando tan sólo contaba tres años, fue nombrado rey de Bohemia, para desposarse a los doce años con Juana, hija del duque Alberto I de Baviera, fecha en la que accedió al margravado de Brandemburgo. Finalmente, fue proclamado rey de los romanos, el 6 de julio del año 1376, en la ciudad imperial de Aquisgrán, la antigua capital del Imperio carolingio. Tras la muerte de su padre, en el año 1378, fue elegido nuevo Emperador, con el nombre de Wenceslao I, pero no pudo imponer su nombramiento a las potentes ligas urbanas y señoriales alemanas, imbuidas de un alto sentido independentista en lo político que chocaba con la pretensión unitaria imperial. Wenceslao I, aunque se había iniciado muy pronto en los asuntos políticos del Imperio, y a pesar de su contrastada inteligencia y gran cultura, se vio pronto desbordado por los intereses de la nobleza y el alto clero alemán. En el año 1389, Wenceslao I convocó una dieta en la ciudad de Eger, cuya finalidad era la de acabar precisamente con dichos enfrentamientos y establecer la paz en el Imperio. En Bohemia se topó con los mismos problemas que en el Imperio: la resistencia nobiliar y clerical. Precisamente, Wenceslao I se enfrentó seriamente con el arzobispo de Praga, en el transcurso de cuya lucha murió el consejero del arzobispo, Juan Nepomuceno, que fue arrojado al río Moldava por orden del emperador. A partir de ese momento, Wenceslao I practicó un gobierno autoritario y despótico que provocó la formación de una liga integrada por los nobles bohemios y apoyada por el propio hermano del emperador, Segismundo, y por el primo de ambos, el margrave Jobst. Los enfrentamientos llegaron a su punto culminante cuando el propio emperador fue hecho prisionero y conducido al castillo de Praga, en el año 1394, donde fue obligado a delegar su poder a un consejo real, integrado por miembros de la aristocracia más relevante de Hungría, bajo la presidencia de Jobst, el cual duró hasta el año 1396, una vez que los príncipes electores alemanes amenazaran a los bohemios con una intervención militar directa si no liberaban al emperador. Una vez puesto en libertad, Wenceslao I firmó un pacto con los bohemios, en el que anulaba de facto su poder en dicho reino, con lo que puso en evidencia su falta de carisma y poder efectivo dentro del Imperio. En el año 1398, Wenceslao I se alió con la Corona francesa en su política antipapal, además de ceder a la familia Visconti el ducado de Milán, en calidad de feudo imperial. Estas dos decisiones políticas adoptadas por Wenceslao I fueron tomadas como pretexto por los príncipes electores alemanes para decidirse a deponer al Emperador. El 20 de agosto del año 1400, se llevó a cabo la deposición pública del emperador en la localidad de Oberlahustein. Fue nombrado Emperador el conde del Palatino, Roberto de Wittelsbach, al que luego le sucedería, ya en el año 1410, Segismundo, el hermano de Wenceslao I.

Una vez depuesto como Emperador, Wenceslao intentó recuperar el trono de Bohemia, para ello se enfrentó a su hermano Segismundo, que lo encerró en un castillo de Viena hasta el año 1402. En represalia contra el papa Bonifacio IX quien en el año 1403 lo excomulgó, Wenceslao apoyó tácitamente a los partidarios de Juan Hus. En el año 1410, tras morir el emperador Roberto, Wenceslao intentó, sin éxito, recuperar nuevamente el trono imperial, el cual fue ocupado por su hermano Segismundo, quien a su vez confirió la Corona de Bohemia a Wenceslao, en el año 1411. Reducido a su pequeño reino de Bohemia, Wenceslao siguió protegiendo a los reformadores husitas en detrimento de los católicos, pero ante el desprestigio de los reformadores, les retiró su apoyo. Como represalia, poco antes de su muerte, tuvo lugar el estallido de una seria insurrección husita, cuya principal consecuencia fue la defenestración de sus consejeros católicos, noticia que le causó un gran disgusto que acabó por provocarle la muerte, en agosto del año 1419.

Bibliografía

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