Verlaine, Paul-Marie (1844-1896).
Poeta francés, nacido en Metz el 30 de marzo de 1844 y muerto en París el 8 de enero de 1896. Está considerado como uno de los mejores poetas franceses de todos los tiempos.
Vida
Perteneció a una familia de la pequeña burguesía provinciana acomodada. Su padre, Nicolas Verlaine, fue capitán de ingenieros, y procedía de una familia de las Ardenas belgas; y su madre, Élisa Dehèe, era originaria de Artois e hija de unos terratenientes. La familia se estableció en París en 1851, donde Verlaine asistió por primera vez a la escuela y en 1853 comenzó sus estudios en el Liceo Bonaparte. Terminó el bachillerato en 1862 e ingresó en la administración municipal en calidad de “expéditionnaire à l´Hotel de Ville”, empleo modesto.
Desde muy joven, comenzó a escribir poesía y publicó su primer poema en 1963. Frecuentó los círculos de los poetas de la llamada «Segunda generación parnasiana«: C. Mendès, F. Coppée, A. France y Sully-Prudhomme. Colaboró en la revista L´Art, una de las publicaciones semanales de vanguardia.
Cuando estalló la guerra, se casó con Mathilde Mauté de Pleurville, que le inspiró algunos poemas de La bonne chanson (La buena canción, 1870). Después, conoció a Rimbaud y entre ellos nació una fatídica amistad. Viajaron juntos a Arras, a las Ardenas, a Bruselas y a Charleroi. En Londres, vivieron miserablemente impartiendo clases de francés, casi siempre bebidos y hambrientos. En Bruselas, Verlaine disparó contra Rimbaud y fue denunciado por éste. Encarcelado, primero en Bruselas y luego en Mons, sufrió una crisis religiosa que le llevó a convertirse y a comulgar. Cumplida la pena, se retiró al monasterio de la Trama en Chimay.
En febrero de 1875, después de intentar reconciliarse de nuevo con su esposa, se reunió con Rimbaud en Stuttgart. Volvió a París y marchó a Londres, donde conoció a Germain Nouveau. Fue profesor en Bournemouth (Inglaterra) entre 1875 y 1877 y, desde esta fecha hasta 1879, en el Institut Notre-Dame de Rethel, donde se enamoró de un joven llamado Lucien Létinois, con el que mantuvo una relación. En 1880 compró una granja en Juniville y se instaló con él allí.
En 1882 vivió en París con su madre, colaboró en varias revistas y su fama fue creciendo. Intentó estrangular a su madre y pasó tres meses en la cárcel. Después, para poder vivir, pronunció conferencias en Holanda, en Bélgica y en Inglaterra. En 1894 presentó su candidatura a la Academia Francesa, pero no fue elegido. Al año siguiente, lo nombraron “príncipe de los poetas” y se formó una comisión para pagarle una pensión mensual. Murió el 8 de enero de 1896.
Su vida se caracterizó por una especie de dualismo existencial: una alternancia de una vida llena de vicios con alternancias y reacciones espirituales.
Obra
Su “Art poétique” (“Arte poética”), poema que compuso en Mons en 1874 y que se publicó por primera vez en la revista Paris Moderne en 1882, supuso el credo de las nuevas generaciones poéticas. En él, reivindica la “música ante todo” y es, en este principio, donde radica toda su obra. Recomienda el uso del verso impar, en aras de la musicalidad, el cual rompe la cadencia y es más vago y soluble. Según Verlaine hay que huir del estilo académico o perfecto y la forma de expresión tiene que ser indecisa. Rechaza la elocuencia y critica el uso de la rima. Sin embargo, los preceptos por él promulgados los siguió sólo en parte en su obra.
Sus primeros versos siguen la estética romántica, que admira, y luego la estética parnasiana, cuyos grupos frecuentó asiduamente. Sus primeras publicaciones fueron recibidas con entusiasmo, incluso por Victor Hugo, por entonces en Bruselas.
En 1866 publicó Poèmes saturniens (Poemas saturnianos), bajo la influencia de Baudelaire, donde se muestra una concepción pesimista de la vida que se atribuye a los hombres nacidos bajo el signo de Saturno. En 1869 publicó en Bruselas unos sonetos sáficos Les amies (Las amigas) y Fêtes galantes (Fiestas galantes), un homenaje triste y evocador a la levedad encantada del siglo XVIII, donde revive el universo de Watteau y otros artistas. En La bonne chanson (La buena canción, 1970), los poemas de amor dirigidos a su futura esposa, Mathilde, ofrecen una nota de optimismo y confianza, una pasajera felicidad que se truncará posteriormente.
La crisis religiosa que Verlaine sufrió durante su estancia en la cárcel quedó reflejada en Romances sans paroles (Romanzas sin palabras, 1974), cargada de contrición y buenos propósitos donde hace pródigo uso de los versos impares, los versos cortos y las variadas formas métricas, así como experimentos en el uso de la rima. Fruto de este período de arrepentimiento, conversión y reforma es también la publicación del volumen Sagesse (Cordura, 1881), similar en contenidos a Romances sans paroles.
Su figura empezó a cobrar importancia y después de la publicación de Femmes (Mujeres), Dédicaces (Dedicatorias, 1890), Bonheur (Felicidad), Chansons por elle (Canciones para ella, 1891) y Liturgies intimes (Liturgias íntimas, 1892) alcanzó la cima.
En 1884 dio a conocer el libro de ensayos y artículos titulado Les poètes maudits (Los poetas malditos), en el cual exalta a los poetas oscuros que llevan una vida mísera e irregular: Rimbaud, Mallarmé, Corbière, Villiers de l´ Isle Adam y él mismo. Cuatro años más tarde, en 1888, publicaría una nueva edición aumentada.
Un año después, en 1885, apareció el volumen Jadis et naguère (Ayer y antaño), donde juega de nuevo con los matices de las palabras y sus sonoridades; abundan los aciertos en poemas de épocas muy variadas y encontramos muestras de excelente lirismo verliano. Entre los poemas que figuran en este libro se encuentra el famoso “Art poétique” con el que abríamos este capítulo.
En 1888 vio la luz el libro titulado Amour (Amor), el cual pretendió ser en un principio una continuación o ampliación de Sagesse, pero las composiciones incluidas en él le dieron un carácter más híbrido. Mezcla elegías por Lucien Létinois, discípulo y compañero del poeta, y sonetos de dedicatorias.
Una de sus obras más atractivas y personales es la titulada Parallèlement (Paralelamente, 1889), un repertorio mixto que alterna lo profano con lo piadoso.
A partir de este momento, su producción carecerá de importancia, imitándose y prolongándose en la banalidad, desapareciendo prácticamente la cualidad musical que caracterizó su mejor poesía. Otras obras son: Dedicatorias (1890), Mujeres (1890), volumen de poemas eróticos, Mes hôpitaux (Mis hospitales, 1891), Chansons por elle (Canciones para ella, 1891), Liturgies intimes (Liturgias íntimas, 1892), Elégies (Elegías, 1893), Dans les limbes (En el limbo, 1894), Epigrammes (Epigramas, 1894), Confesions (Confesiones, 1895) y Chair (Carne, 1896).
Por último, cabe mencionar las prosas autobiográficas Les mémoires d´un veuf (Memorias de un viudo, 1886) y la colección póstuma Hommes (Hombres, 1903).
Verlaine fue uno de los inspiradores más venerados por los modernistas españoles e hispanoamericanos.