Urbano VII, Papa (1590).
Se llamaba Juan Bautista Castagna y nació en Roma el 4 de agosto de 1521. Su padre, Cosme, era un noble genovés, y su madre, Constanza Ricci, era romana y hermana del cardenal Jacovazzi. Estudió derecho civil y eclesiástico en varias universidades y se doctoró en Bolonia. Fue secretario del tribunal de justicia y arzobispo de Rossano en 1553. En 1555 fue nombrado gobernador de Fano y, bajo Paulo III, de Perusa y Umbría. Asistió al Concilio de Trento y demostró pericia y tacto al presidir varias congregaciones. En 1577 Gregorio XIII lo envió de nuncio a Venecia y en 1577 fue gobernador de Bolonia. En 1583 fue creado cardenal presbítero del título de san Marcelo y el 8 de octubre de 1584, legado papal en Bolonia. Al morir el papa, fue elegido en 1590, como sucesor de Sixto V. Sólo fue papa durante 13 días. Murió antes de verse coronado, frustrando las esperanzas de muchos, que veían en él un futuro halagüeño. Fue enterrado en el Vaticano. El día de su elección tenía una lista de los menesterosos de la ciudad para remediar su pobreza; tenía proyecto de pagar todas las deudas de los Montes de Piedad de los Estados Pontificios con el tesoro de la cámara apostólica. Ordenó la reforma de la dataría apostólica por una comisión de los cuatro significados cardenales Paleotto, Facchinetti, Lancellotti y Aldobrandini. Dispuso que se continuaran las obras de su predecesor y las coronaran con las armas de Sixto V, y no con las suyas. No permitió a sus familiares apoderarse de los oficios de la corte ni los títulos honoríficos. Su sucesor fue Gregorio XIV.