Giuseppe Terragni (1904-1941). El visionario del racionalismo italiano en la arquitectura moderna
Giuseppe Terragni (1904-1941). El visionario del racionalismo italiano en la arquitectura moderna
Giuseppe Terragni fue uno de los arquitectos más influyentes y representativos del movimiento moderno en Italia. Su trayectoria, aunque breve por las circunstancias históricas de su tiempo, dejó una huella imborrable en la arquitectura europea del siglo XX. Con una obra intensamente vinculada al racionalismo y al contexto político del fascismo italiano, Terragni se convirtió en una figura clave para comprender la evolución de la arquitectura moderna y sus contradicciones ideológicas.
Orígenes y contexto histórico
Nacido en 1904 en Meda, una localidad próxima a Milán, Terragni se formó en la Escuela Técnica de Como y posteriormente completó su carrera en el Politécnico de Milán, donde se graduó en 1926. Su educación coincidió con el auge de los movimientos de vanguardia europeos y el inicio del régimen fascista en Italia, dos elementos que marcarían profundamente su obra.
En 1927, Terragni abrió una oficina de arquitectura en Como junto a su hermano Attilio. Este mismo año iniciaría una carrera profesional que se desarrollaría en apenas trece años, pero que se convirtió en fundamental para consolidar la identidad del racionalismo italiano.
En 1926, un año antes de establecer su estudio, fundó el influyente Grupo 7, junto con Luigi Figini, Gino Pollini, Sebastiano Larco, Ubaldo Castagnoli, Guido Frette y Carlo Enrico Rava. Este colectivo se manifestó abiertamente en defensa de una arquitectura racional italiana, despojada de ornamentos clásicos y abierta a los principios del movimiento moderno internacional, aunque sin renunciar al espíritu de la tradición. A través de artículos en la revista Rasegna Italiana, proclamaron una visión arquitectónica moderada y coherente frente a los extremos del modernismo europeo.
Logros y contribuciones
El trabajo de Terragni no fue solo teórico. Desde sus primeros proyectos se evidencia una preocupación por una nueva forma de entender la arquitectura. Su proyecto para una fábrica de gas, presentado en la Bienal de Monza de 1927, ya demostraba una clara ruptura con el academicismo dominante.
Su primera obra emblemática fue la casa de apartamentos Novocomum en Como (1929). Este edificio de cinco pisos se caracterizaba por líneas severas y una innovadora esquina redondeada con superficies de vidrio, lo que generó un intenso debate en la comunidad arquitectónica italiana. Esta obra, lejos de ser solo un ejercicio formal, representó un manifiesto ideológico: una crítica a los métodos tradicionales y una apuesta por una arquitectura que respondiera a las necesidades contemporáneas.
En 1928, Terragni se unió al Movimiento Italiano per L’Architettura Razionale (MIAR), consolidando aún más su compromiso con el racionalismo. Sin embargo, este movimiento también tenía conexiones ideológicas con el fascismo, lo que introdujo una dimensión política compleja y polémica en su trabajo. La dualidad entre su visión arquitectónica innovadora y el uso del arte como instrumento de propaganda fascista fue una constante en su carrera.
Entre sus aportes más significativos al pensamiento arquitectónico destacan:
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La búsqueda de una arquitectura funcional y socialmente relevante.
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La utilización de materiales modernos como el hormigón, el acero y el vidrio.
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La integración de la luz como elemento arquitectónico, no solo funcional, sino también simbólico.
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El desarrollo de un lenguaje arquitectónico propio, adaptado a las exigencias del presente pero en diálogo con el legado histórico.
Momentos clave
A lo largo de su breve pero intensa carrera, Giuseppe Terragni dejó una serie de obras que marcaron hitos en la arquitectura moderna:
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1927: Presentación del proyecto para una fábrica de gas en la Biennale de Monza.
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1929: Construcción de la casa de apartamentos Novocomum en Como.
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1932-1936: Realización de la que sería su obra maestra, la Casa del Fascio en Como. Este edificio se convirtió en el paradigma de la arquitectura racionalista italiana. Su forma, un prisma de mármol blanco, con un estudio minucioso de las proporciones, la luz y la transparencia, refleja la intención de representar la ideología fascista desde una estética moderna.
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1933: Participación en la Triennale de Milán, donde diseñó junto a otros arquitectos la Casa de los Artistas, un proyecto frente al mar que exploraba nuevas formas de hábitat colectivo.
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1936: Construcción del jardín de infancia Antonio Sant’Elia en Como y la Villa Bianca en Seveso, obras que evidencian su preocupación por la escala humana y la funcionalidad de los espacios.
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1936-1937: Desarrollo, junto con Antonio Carminati, de la Casa del Fascio en Lissone, otra muestra de arquitectura institucional al servicio del régimen.
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1939-1940: Última obra relevante: el edificio Frigerio en Como. Aunque no concebido como un bloque compacto, la obra tuvo problemas de distribución interna que reflejan las tensiones de su etapa final.
Terragni también dejó numerosos dibujos, proyectos y escritos políticos, muchos de los cuales revelan un exceso de monumentalismo influido por las exigencias del aparato propagandístico fascista. Ejemplo de ello es su proyecto para el palacio de Littorio en la vía dell’Imperio, una propuesta ambiciosa que nunca se llevó a cabo.
Relevancia actual
A pesar de su muerte prematura en 1941, la figura de Giuseppe Terragni sigue siendo fundamental para entender la arquitectura del siglo XX. Su obra constituye uno de los ejemplos más depurados del racionalismo europeo y es objeto de estudio por su valor artístico, técnico y político.
La Casa del Fascio se ha convertido en un ícono de la arquitectura moderna, visitada y analizada por arquitectos de todo el mundo. Su diseño anticipa conceptos como la transparencia institucional y el uso simbólico del espacio, temas aún vigentes en el debate arquitectónico contemporáneo.
El legado de Terragni también reside en su capacidad de sintetizar las contradicciones de su tiempo. Por un lado, representó la vanguardia estética y técnica; por otro, se vio comprometido con un régimen totalitario. Esta dualidad convierte su figura en un referente ineludible para reflexionar sobre el papel social del arquitecto y la relación entre política y arte.
Su influencia puede rastrearse en generaciones posteriores de arquitectos italianos y europeos, especialmente en aquellos que han buscado una arquitectura ética, funcional y sin ornamentos superfluos. Hoy más que nunca, su trabajo plantea preguntas pertinentes sobre el equilibrio entre forma, función e ideología en la creación arquitectónica.
Bibliografía
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MCN Biografías, 2025. "Giuseppe Terragni (1904-1941). El visionario del racionalismo italiano en la arquitectura moderna". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/terragni-giusseppe [consulta: 14 de julio de 2025].