Teopompo de Quíos (s. IV a. C.)
Autor contemporáneo de Éforo, nacido ca. 378 a. C., y discípulo de Isócrates. Durante su juventud, fue desterrado con su padre Damasístrato a Lacedemonia, de donde regresó en el 333-332 a. C. gracias a la intervención de Alejandro Magno. Cuando Alejandro murió, hubo de partir hacia Egipto, donde encontró la protección de sus amigos. De acuerdo con la concepción de su maestro, las obras históricas de Teopompo se caracterizan por su estilo cuidado en exceso y por su carácter didáctico (entre los discípulos de Isócrates fue común considerar la historia como una materia útil para los hombres de estado). A estos dos rasgos esenciales hay que añadir la vehemencia de sus juicios críticos y su postura favorable a los ideales oligárquico-aristocráticos.
Existen pocos fragmentos de sus escritos a excepción de los relativos a dos obras históricas: las Helénicas, que comienzan justo donde había quedado el relato de Tucídides (año 411 a. C.) y llegan hasta la batalla de Cnido en el 394 a. C., y las Filípicas, que con un total de 58 libros es su obra más ambiciosa. Las Filípicas comenzaban con la ascensión al trono de Filipo II de Macedonia en el 359 a. C. y concluían con su muerte en el 336 a. C. A pesar de que el espacio temporal cubierto era pequeño, su idea de que el advenimiento de Filipo significaba el inicio de una nueva era hizo que su relato se convirtiese en una pequeña historia universal, pues las hazañas de este soberano no eran más que el marco en que se inscribían sus narraciones, a modo de digresiones, sobre persas, griegos y sicilianos.Algunas partes de esta obra llegaron a publicarse exentas, como es el caso de la compilación que Filipo V mandó hacer sobre las hazañas de sus ascendientes (que ocuparon un total de dieciséis libros); también la historia del maravilloso país de Merópide, que formaba parte de los libros ocho y nueve de las Filípicas, se publicó con el título de Thaumasia. Aparte de esta producción histórica, sabemos que compuso varios discursos epidícticos, conocidos por Encomios (a Filipo, Mausolo o Alejandro), cartas y realizó un epítome de la obra de Heródoto en dos libros.
Bibliografía
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JACOBY, F., Die Fragmente der griechischen Historiker, Leiden, 1957 (primera edición, Berlín, 1929), fr. 115.
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MOMIGLIANO, A., Terzo contributo alla storia degli studi classici, 1966, pp. 367 y ss.