Talens, Jenaro (1946-VVVV).
Ensayista, crítico literario y poeta español, nacido en Tarifa (Cádiz) el 14 de enero de 1946. De joven estudió en Granada, en cuya Universidad se doctoró en Filología Románica en 1971, tras realizar estudios de Ciencias Económicas y Arquitectura en la Universidad Central de Madrid (hoy Complutense). Catedrático de Teoría de la Literatura en la Universidad de Valencia, desde 1983 es profesor visitante regular en la Universidad de Minnesota (EE.UU) y en la actualidad catedrático del Departamento de Lenguas y Literaturas Románicas de la Universidad de Ginebra. Asimismo, ha sido profesor visitante en las Universidades de Montreal, Técnica de Berlín, Buenos Aires, Bari, Bologna y Carlos III, de Madrid.
Como traductor, Talens posee una obra prolífica. Ha traducido a Hölderlin, Shakespeare, Beckett, Hesse, Goethe, Stevens, Lu Hsun, Montale, Eliot, Novalis, Trakl, Stevens, Brecht, Rilke y Pound.
Su obra crítica es del mismo modo muy abundante. Entre las decenas de volúmenes que ha publicado destacan, entre otros, su libro en torno a la figura de Luis Cernuda –Introducción a la lectura de Cernuda (1971), El espacio y las máscaras (1975), La escritura como teatralidad (1977), El sentido Babel (1993), Escritura como simulacro (1994), El futuro de las Humanidades (1998) y El sujeto vacío (2000), donde condensa su obra semiológica y crítica.
La obra poética de Talens se inicia a finales de los sesenta, en plena efervescencia de la poética de los ‘novísimos’, la eclosionaría en 1970, cuando J. M. Castellet publicó aquella mítica antología: Nueve novísimos poetas españoles. Precisamente en ese año el poeta publicaría dos libros importantes para el desarrollo de su poesía: Una perenne aurora y Víspera de la destrucción. Al año siguiente, en 1971 Talens publicó Ritual para un artificio, con el que el poeta se integraría dentro de la estética metapoética, junto a poetas como Pere Gimferrer y Guillermo Carnero. Dicha estética, conformada a partir del libro de Gimferrer Els Mirals, indagaba en torno al propio hecho de escribir. Tras este libro, que lo situó entre los poetas de su generación, Talens publicó libros que iban ensanchando esa metapoética que se impuso en los primeros setenta. Estos fueron El vuelo excede al ala (1973), El cuerpo fragmentario (1978) y Otra escena/Profanación(es) (1980) y Proximidad del silencio (1981). Libros en los que se adivinaba a un Talens que avanzaba hacia la experimentación (como tantos poetas de su generación durante el primer lustro de los setenta), al tiempo que indagaba dentro del campo de la reflexión filosófica y la tradición poética del modernism, por lo que podemos afirmar que en Talens para creación poética tenía mucho en este tiempo de taller, trabajo literario ofrecido dentro de una extrema radicalidad.
Tabula rasa (1985) iba a significar su tour de force en su evolución poética y, también, en la poesía española de esa década. Su lenguaje se acercó a lo cotidiano -alejándose por ende de los presupuestos experimentales en que se hallaba su obra hasta esa fecha- y conformó el punto de partida que le llevó inexorablemente hacia su última poética. Después vendrán otros poemarios en la misma estela, como La mirada extranjera (1985) y El origen del sueño de la muerte (1988), indagando en los temas universales de la muerte, el amor y el paso del tiempo. Más tarde, llegarían los más celebrados poemarios del autor, ya en la década de los noventa: Orfeo filmado en el campo de batalla (1994) y Viaje al fin del invierno (1997), este último premiado con el premio Loewe de poesía, poemario en la senda de la meditación y la poesía del conocimiento, aunque detrás de todo se halle el amor como tema esencial de toda su obra poética. Lo claro era que Viaje… iniciaba una nueva etapa poética en la obra del poeta de Tarifa. Una poesía que redundaba en el aspecto intimista, sin olvidar la poesía amatoria, ahora desde una perspectiva que intentaba cohesionar cierta poesía del conocimiento. Su siguiente poemario, todavía dentro de esos presupuestos, iba a ser Profundidad de campo (2001), un nuevo logro de Talens en esa búsqueda por lo esencial de la palabra y, al tiempo, por fructificar una vía meditativa-intimista que, por otro lado, siempre se halló en toda su poética.
Obra poética
En el umbral del hombre, 1964.Los ámbitos, 1965.Una perenne aurora, 1970.Víspera de la destrucción, 1970.Ritual para un artificio, 1971.El vuelo excede el ala, 1973.El cuerpo fragmentario, 1978.Reincidencias, 1978.Proximidad del silencio, 1981.Otra escena/Profanación(es), 1980.Purgatori, 1983.Secuencias, 1983.Tabula rasa, 1985.La mirada extranjera, 1985.Cinco maneras de acabar agosto, 1986.El sueño del origen y la muerte, 1988.Monólogo de Peter Pan, 1988.Cenizas de sentido. Poesía reunida 1962-1975, 1989.El largo aprendizaje. Poesía reunida 1961-1975, 1991.Orfeo filmado en el campo de batalla, 1994.De qué color son las princesas, 1995.Retrato de un poeta en Nueva Granada, 1996.Viaje al fin de invierno, 1997.Sol de intemperie, 1999.Profundidad de campo, 2001.Minimalia, 2001.La constancia del nómada, 2002.
Estudios sobre la obra poética de Talens
JARA, René:, Sevilla La modernidad en litigio, Alfar, 1990.FERNÁNDEZ SERRATO, Juan Carlos: “Introducción” a Cantos rodados (Antología poética, 1960-2001), Madrid, Cátedra, 2002.MAS, Miguel y RAMOS, Juan (eds.): Jenaro Talens, Cuervo (Nº 8, monográfico), abril de 1986.PARZSCH, H.: Poesía y transgresión. (Re)conquista del cuerpo y temática de Alba en la poesía de Jenaro Talens, Valencia, Episteme, 1998.SALDAÑA, Alfredo: “Jenaro Talens: reflexión teórica y práctica artística”, Grama y Cal, Nº 1, pp. 193-209.
Antología poética
Mujer en forma de elegía
Pura como un enigma,como la luz desnuda que respiro,dime qué soy para el silenciode esta noche de agosto,sin milagros ni júbilo,de este noviembre anticipadodonde el amor se anilla como frutosobre tus hombros frágiles, y túcuerpo se vuelve playa rumorosapara mis manos, donde se endurecetanto brusco recuerdo,como un mar desbocadoque fuese asombro y muerte y aventuray no supiera que aún hay tiempo, quehalló hospitalidad donde halló nido.
(de Tabula rasa)
Nombres quemados por el sol
La memoria. Los ojos. Los nombres llenos de raíces.una ciudad fantasma hecha de arcilla.Miro ese hueco inmenso donde fui: los otros,en noches largas como mi deseo.La luz me piensa. Escuchocómo tu cuerpo hilvana los atardeceresen esta claridad recién lloviday se posa en la piedra. Ah, si anunciaseel gorjeo del sol y el agua inmóvil.¿Oyes?, la noche hablay un aire arrecia sobre el promontorioque forman mis dos manos sobre ti.Mañana habremos de inventar el tiempo,abrir sus puertas a la luzpara que en este cielo que se desmoronacrezcan de nuevo nombres como frutos,una semilla de conciliación.
(de El sueño del origen de la muerte)
Territorios de un cuerpo
Hermoso es el desorden de mi pensamiento.Yo no sigo el ejemplo de los más ancianos:busco lo mismo que buscaban.Por eso, en esta diáspora de ti,sé que el silencio que nos cubre es esto,dos bultos que se pliegan y se envuelvenpara volver de nuevo hasta su soledad.Compruebo que es abril, que el invento terminay que incluso las flores son felices.Soy como ellas, no pregunto nada;y me limito a estar sobre tu cuerpocomo quien mira sin temor, de frente,en eclipsede sol.
(de Viaje al fin del invierno)
Monólogo de Frankestein
Esa luz que viene hasta nosotrosdel fondo mismo de la nochequizá resulta demasiado grandepara beberla al despertar. No séqué extraña suerte me condujo aquí.Hecho con los pedazos de otros hombrestan condenados como yo, me veofrente a esa luz y a solas,como si un alba ajena me arrojasesobre un lecho de plumasdemasiadopequeño para tanto amor.Conozco ahora las dificultadesde huir remando al viento. Sobre el aguano quedan flores que me cubran, nies mi rostro el que flota en la corriente.Tal vez si el mundo un díadeja de odiar su imagen, pueda yacerjunto a un cuerpo desnudo, como un túnelpor donde atravesar la madrugaday ya no importe ni me duelaque este paseo por el lago dure una eternidad.
(de Profundidad de campo)