Stendhal (1783-1842).


Escritor francés, cuyo verdadero nombre era Marie-Henri Beyle, si bien es conocido universalmente por su pseudónimo literario de Stendhal. Nacido en Grenoble el 23 de enero de 1783 y muerto en París en 1842, provenía de una rica familia burguesa. Cuando contaba siete años de edad falleció su madre, a la que quería mucho; a su padre le detestó toda la vida por el conservadurismo que representaba la clase a la que pertenecía. Le mandaron a estudiar a la Escuela Politécnica de París; abandonó los estudios para trabajar en el Ministerio de la Guerra gracias a la recomendación de su primo Daru. Adoptó como segunda patria a Italia, país que conoció tras su incorporación, en 1800, al ejército de Napoleón. Ocupó diversos cargos en el ejército, primero como subteniente de caballería, pasando a ser ayudante de campo del general Michaud. De 1806 a 1814, viajó por Italia, Austria, Alemania y Rusia con funciones civiles y militares. Cuando cayó Napoleón, marchó a vivir a Italia, donde conoció a su primer amor, Angiola Pietragrua; se estableció en Milán y se interesó por la música y la pintura. Mantuvo relaciones con Matilde Dembowski a quien había conocido en 1818. Le acusaron de carbonarismo y tuvo que regresar a París en 1921. En París llevó una vida mundana que le acarreaba muchos gastos, por lo que escribió artículos en revistas inglesas y en el Journal de París sobre crítica de arte y música, ya que le denegaban continuamente un empleo en el gobierno. En 1830 cuando subió Luis Felipe al poder, le nombraron cónsul de Trieste pero, dada su oposición al régimen austríaco, le destinaron a Civitavecchia. En 1841 solicitó una excedencia por razones de salud, regresó a París y falleció un año más tarde de un ataque de apoplejía.

De los escritos sobre música, viajes y pintura, a las novelas.

De su pasión por los viajes, la pintura y la música nos quedan libros: sobre Haydn, Mozart y Metastasio, 1815; Historia de la pintura en Italia, 1817; Roma, Nápoles y Florencia, 1817; una biografía de Rossini, 1823; Paseos por Roma, 1829. Tienen mayor importancia los tratados: Del amor, 1822; Racine y Shakespeare, 1823-25. A partir de 1827 van apareciendo las novelas: Armancia, 1927; Vanina Vanini, 1929; Rojo y Negro, 1830, con la que se inició la novela llamada realista; Recuerdos de egotismo, 1832; Lucien Leuwen, que inició en 1834 pero la interrumpió para comenzar a escribir Vida de Henry Brulard, interrumpida a su vez en 1836; estas dos obras inacabadas se publicaron respectivamente en 1894 y 1890; Victoria Accoramboni y Los Cenci, ambas de 1837; siguieron La duquesa de Palliano, 1838; La abadesa de Castro, 1839, relatos inspirados en el Renacimiento; Memorias de un turista, 1838. En 1839 escribió su gran obra La cartuja de Parma, donde narró como se destruyen las aspiraciones individuales frente a una sociedad totalmente despótica. Fallecido Stendhal se publicaron: Diario, abarca los años 1801 al 1823; un fragmento de la novela El rosa y el verde, 1837; Vida de Napoleón, 1838 y parte de la novela inconclusa titulada Lamiel en la que trabajó de 1839-42.

El realismo.

Podemos incluir la obra de Stendhal dentro del movimiento romántico, aunque caracterizado por su formación ilustrada y por su filosofía atea y materialista. Fundador del moderno realismo, donde el hombre está representado dentro de una sociedad en completa evolución y condicionado por los acontecimientos políticos y económicos de toda una época. No llegó nunca a adaptarse al período de la expansión capitalista, la cual analizó y condenó por llevar a cabo una política mezquina llena de interés; en cambio mostró una profunda afición por el Renacimiento, mitificando Italia en cuanto que es tierra de generosas pasiones. Deseó mantener con el lector una complicidad casi fraternal; en él se funde la sinceridad de Rousseau y lo impersonal de las crónicas. De estilo personalísimo, su desinterés por la forma le llevó a la más absoluta modernidad.