Solchaga Catalán, Carlos (1944-VVVV).


Político y economista español, exministro de Industria y Energía, y de Economía y Hacienda, nacido en Tafalla (Navarra) el 28 de mayo de 1944. Estudió el Bachillerato en los Escolapios de Tafalla y en el Instituto de Pamplona. Se licenció en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid (1965) y amplió estudios en Basilea y en Estados Unidos.

Según ha declarado le hubiera gustado ser director de cine y no estudiar economía, pero se decidió por las Ciencias Económicas «con la idea de realizar posteriormente estudios de dirección de cine. Entonces exigían para ingresar en la Escuela de Cinematografía estar en posesión de un título universitario». No llegó a estar interesado por la economía hasta que conoció al profesor Luis Ángel Rojo, cuando estudiaba tercero de carrera.

Se doctoró en 1968 y ese mismo año, Luis Ángel Rojo le proporcionó un contrato en Planificación del Desarrollo y más tarde trabajó con él en el Ministerio de Hacienda y Comercio. Formó parte del Servicio de Estudios del Banco de España hasta 1974, donde se especializó en temas de economía internacional y llegó a ocupar la jefatura de sección de Balanza de Pagos y Economía Internacional. Durante esta etapa dentro del Banco de España, permaneció una temporada en el Banco de Pagos de Basilea; asistió en sustitución de Luis A. Rojo a la reunión de los veinte para la Reforma del Sistema Monetario y cursó estudios especiales en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.

Su actividad política comenzó al finalizar la carrera, cuando ejercía como profesor. Participó en las manifestaciones antifranquistas de la Universidad. En 1974 ingresó en el PSOE y cuatro años más tarde pasó a formar parte de la Ejecutiva del Partido en Euskadi, tras haber participado en el Estatuto Vasco. En septiembre de 1980 se reveló como un brillante parlamentario en temas económicos con motivo de la moción de censura del PSOE al presidente Suárez. En el Congreso del Partido en 1981 fue elegido secretario coordinador del Área de Estudios y Programas de la Comisión Ejecutiva Federal.

Obtuvo escaño en las elecciones generales de 1982 por Navarra, y el 2 de diciembre de 1982 fue nombrado ministro de Industria y Energía en el primer gobierno socialista de Felipe González. Sus decisiones más importantes fueron la reconversión industrial y encabezar la decisión del Consejo de Ministros de expropiar el holding «Rumasa».

El 4 de julio de 1985 fue nombrado ministro de EconomÍa y Hacienda, en el segundo Gobierno de Felipe González. Fue confirmado en el cargo en septiembre de 1988, tras la remodelación del Gabinete. En las Elecciones Generales del 22 de junio de 1986 fue reelegido diputado socialista por Navarra, que renovó escaño en las generales del 29 de octubre de 1989.

El 11 de marzo de 1991 fue confirmado en su cargo de ministro de Economía y Hacienda tras una remodelación del Gabinete. En esta reestructuración, el Ministerio de Economía perdió sus competencias de Comercio, que pasaron a Industria. El 10 de julio de 1991 Carlos Solchaga lideró el equipo económico que participó en la negociación frustrada con sindicatos y patronal sobre el Pacto Social de Progreso.

El 1 de agosto de 1991 fue elegido presidente del Comité Interino del Fondo Monetario Internacional (FMI), cargo que tiene una duración de dos años y en el que sustituyó a Michael Wilson, titular de la cartera de Comercio Exterior de Canadá. El 14 de julio de 1993 fue sustituido en Economía por Pedro Solbes.

Durante su larga etapa como Ministro de Economía y Hacienda destacan entre otras situaciones difíciles la reconversión industrial que le llevó a presentar su dimisión en febrero de 1984 por escrito, aunque más tarde fue retirada tras aceptar el modelo de reconversión industrial propugnado por UGT. Además, se enfrentó a una huelga general el 14 de diciembre de 1988 y las numerosas paralizaciones de 1990 y 1991 con motivo de la reconversión en el norte de España (Sagunto, Sestao, Ferrol, Reinosa, etc). También hizo frente a la banca extranjera con motivo de la quiebra de Explosivos Río Tinto.

Carlos Solchaga estaba ligado al llamado grupo de los «renovadores» dentro del Partido Socialista, frente a los «guerristas» quienes en junio de 1990 lanzaron una fuerte campaña contra él. Sin embargo, tras la crisis originada a causa de la Guerra del Golfo, su política económica fue elogiada por las principales organizaciones mundiales.

En las elecciones generales del 6 de junio de 1993 fue de nuevo elegido diputado por Navarra al Congreso. El 28 de junio de 1993 en la reunión del Grupo Parlamentario Socialista fue elegido presidente y portavoz con 87 votos a favor y 66 en contra, que votaron a Eduardo Martín-Toval, más 5 votos en blanco y uno nulo.

A finales de junio encabezó una delegación de economistas que viajó hasta Cuba para analizar la situación de las reformas económicas emprendidas allí. A la vuelta de sus vacaciones y comenzadas las sesiones ordinarias del Parlamento, Solchaga afirmó que era partidario de la liberalización del suelo. Esta declaración fue contestada por el ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, quien comentó que Solchaga había tenido «un delirio liberal» sobre este tema. Asimismo, en el mes de septiembre se mostró a favor de la reforma laboral pues, según él, la flexibilidad del mercado de trabajo repercutiría beneficiosamente en la estructura económica del país.

El 5 de octubre de 1993 publicó en el diario El País un artículo en el que dijo que existían motivos suficientes para abrir una reflexión crítica en el PSOE. Además, a lo largo del escrito desarrolló el catálogo de temas que consideraba debían debatir los socialistas (prestaciones sociales, intervencionismo del Estado, legislación laboral, recursos naturales y el Estado del Bienestar) y describió las formas que debería adoptar ese debate.

El 18 de febrero de 1994, a poco más de un mes de la celebración del XXXIII Congreso del PSOE, reconoció en una entrevista que el Partido Socialista «ha estado dividido, de una manera larvada, desde principios de 1990, fecha en la que estalla el escándalo Juan Guerra«. También admitió errores del PSOE en sus años de poder, como «el alejamiento de la sensibilidad de la calle, ataques de prepotencia y arrogancia, hasta parecer que el poder político y el poder en el partido estaba patrimonializado por un grupo de gentes«.

En marzo de 1994 asistió con voz pero sin voto al XXXIII Congreso del PSOE, en el que se eligió una nueva ejecutiva y se produjo la salida de relevantes miembros del sector «guerrista». Durante ese último año, Solchaga fue testigo además de cómo el caso Ibercorp iba manifiestamente implicando al exgobernador del Banco de España, Mariano Rubio -de quien había sido su valedor- en esa trama financiera. El elevado número de nuevas pruebas que aparecieron a partir del mes de marzo y el consiguiente escándalo que éstas provocaron, le condujeron el 5 de mayo a renunciar a su cargo de presidente del Grupo Parlamentario Socialista y a su escaño en el Congreso, y así asumió con este acto su responsabilidad política por el caso. Fue relevado como presidente y portavoz del grupo por Joaquín Almunia.

El 1 de junio de 1994 se incorporó como presidente del consejo editorial del grupo Recoletos, que edita el diario económico Expansión y la revista Actualidad Económica. Permaneció en este puesto hasta el 30 de noviembre de 1998, en el que presentó su renuncia por su oposición a la alianza entre el grupo Recoletos y Unedisa, editora del grupo El Mundo.

El 18 de enero de 1996 fue nombrado profesor asociado a la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona para impartir la asignatura de Economía Española en cuarto curso de Económicas. Sobre su carrera profesional y política, los periodistas Carmen Tomás e Ignacio Alonso publicaron en diciembre de 1993 el libro El provocador. En este relato biográfico se le describía como uno de los mejores «animales políticos» de la nación.