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PsicologíaBiografía

Kraepelin, Emil (1856-1926).

Psiquiatra alemán, nacido en 15 de febrero de 1856 en Neustrelitz (Mecklemburgo) y fallecido el 7 de octubre de 1926 en Munich.

Kraepelin comenzó sus estudios de medicina en Würzburg, pero fue en 1876, durante una estancia académica en Leipzig, concretamente en el laboratorio de psicología experimental que dirigía Wilhelm Wundt, cuando su vocación por la medicina mental quedó totalmente perfilada. Dos años más tarde presentó en Múnich su tesis sobre Lugar de la psicología en la psiquiatría, y se estableció en dicha ciudad como ayudante de Von Gudden durante cuatro años, tras los cuales regresó a Leipzig a trabajar en el servicio de Paul Flechsing.

En 1886 fue nombrado profesor de psiquiatría en Dorpat (Estonia), puesto que dejó en 1890. Permaneció la última década del siglo XIX en Heidelberg, donde conoció al histopatólogo Alöis Alzheimer; a partir de entonces se inició entre ellos una estrecha colaboración, hasta el punto de que, cuando en 1903, Kraepelin obtuvo la cátedra de psiquiatría en Munich, Alzheimer siguió siendo su patólogo en la capital de Baviera.

Además de la mencionada cátedra, Kraepelin se encargó en Múnich de la dirección de Königlische Psychiatrische Klinik, una nueva clínica universitaria que alcanzó un enorme prestigio en el primer tercio del siglo XX. En 1918, dicha clínica se convirtió en el Instituto Alemán de Investigaciones Psiquiátricas.

Kraepelin se formó en la escuela organicista y neuropatológica alemana de la segunda mitad del siglo XIX. Entre sus aportaciones a la clínica psiquiátrica se cuenta la descripción de la llamada “demencia precoz” (dementia praecox), como una forma de psicosis endógena, que aisló como entidad nosográfica y que, a su vez, dividió en tres tipos clínicos principales: la “catatonía” (descrita por Kahlbaum entre 1863 y 1874), la “hebefrenia” (descrita por Hecker en 1871) y una forma delirante, a la que calificó de “paranoide”. Dicha categoría diagnóstica tuvo un amplio eco en el mundo psiquiátrico y preparó el terreno para que Eugène Bleuler describiera, en 1911, el concepto de esquizofrenia. Asimismo, Kraepelin agrupó una serie de cuadros clínicos, para establecer el concepto de “psicosis maniaco-depresiva”.

Sin embargo, el mayor interés de la propuesta teórica de Kraepelin radica en el hecho de ser el creador de una nueva nosografía psiquiátrica, de una nueva clasificación de las enfermedades mentales que, con variantes más o menos significativas, se ha mantenido como uno de los paradigmas psiquiátricos más aceptados a lo largo del siglo XX. Su obra fundamental es su Tratado de Psiquiatría, cuya primera edición data de 1883 (Compendium der Psychiatrie), siendo la novena y última publicada en 1927 (Psychiatrie), un año después de su muerte. El seguimiento de las nueve ediciones es de gran interés para valorar la evolución y el desarrollo del pensamiento de su autor, si bien, a partir de la sexta edición, la de 1899, su sistematización de las enfermedades mentales puede considerarse definitiva.

La clasificación propuesta por Kraepelin, en la mencionada sexta edición de su Tratado, incluye trece categorías diferentes: Locuras infecciosas, Locuras por agotamiento, Intoxicaciones, Locuras tiroideas, Dementia praecox, Demencia paralítica, Locura de las lesiones del cerebro, Locuras de involución (melancolía, demencia, etc.), Locura maniaco-depresiva, Paranoia, Neurosis generales, Estados psicopáticos (locura degenerativa) y Detenciones del desarrollo psíquico.

Como se ve, una amplia y compleja lista de enfermedades, cuya clasificación se hace con criterios etiológicos: causas externas (exógenas) e internas (endógenas), con criterios clínicos: síntomas y signos, que permiten “describir” las distintas formas o tipos de locura, y con criterios evolutivos: dichos síntomas están sometidos a un curso o evolución, novedad importante en el sistema kraepeliniano, pues el psiquiatra ya no se enfrentará al “delirio” aislado o repetido de un individuo, sino a una “enfermedad”, cuya evolución debe conocer para establecer un pronóstico y, por supuesto, suministrarle un tratamiento. En definitiva, Kraepelin propone catagorías diagnósticas que han de tener una etiología propia, un curso equiparable en todos los casos, un final idéntico y una anatomía patológica común.

Elemento fundamental de las concepciones psiquiátricas de Kraepelin es la “patologización de la locura” y su indiscutible jurisdicción médica. Si los padres del alienismo (Pinel, Esquirol) hubieron de buscar sus puntos de partida en la Filosofía o en la Historia Natural, prácticamente un siglo más tarde, la medicina le ofrece a Kraepelin todas las referencia epistemológicas que necesita la locura, en cualquiera de sus formas, es una “enfermedad” y la psiquiatría es una rama más de la medicina.

En ocasiones se ha llegado a establecer una cierta discusión sobre si las aportaciones de Kraepelin y de su contemporáneao Freud, han sido opuestas o complementarias. Independientemente de lo que se pueda pensar al respecto, lo cierto es que la psiquiatría kraepeliniana y el psicoanálisis freudiano constituyeron compartimentos estancos y canónicamente irreconciliables hasta al menos la segunda posguerra mundial. De manera muy esquemática, Kraepelin representó la psiquiatría de asilo (o de manicomio) que albergaba psicóticos pobres, mientras que Freud se identificaba con la psiquiatría de gabinete destinada a neuróticos/as pudientes. Sólo más tarde, con el desarrollo y evolución de ambas ortodoxias, han podido establecerse si no puentes teóricos, si una cierta convivencia y apertura (según los casos) de jurisdicción “científica” sobre los pacientes.

Bibliografía

  • DESVIAT, M. et al. Epistemología y práctica psiquiátrica. (Madrid, Mayoría, 1990).

  • POSTELl, J. y QUETEL, C. (eds.) Nouvelle Histoire de la Psychiatrie. (Toulouse, Privat, 1983).

R. Huertas

Autor

  • R. Huertas