Hohenstaufen, Casa de (ss. XI-XIII).
Apellido de una ilustre familia de Alemania, cuyo origen se remonta al siglo XI. El primer miembro de la familia del que se tiene noticia es Federico von Büren, a mediados del siglo XI. Su hijo, Federico von Staufen (1079-1105), construyó en Hohenstaufen el burgo que dio nombre a la familia. Enrique IV le concedió en 1079 el ducado de Suabia. Federico se casó con la hija del emperador y fue nombrado su lugarteniente en Alemania.
Uno de sus hijos, Conrado (1093-1152), obtuvo el ducado de Franconia, mientras que su hermano Federico II el Tuerto (1090-1147) intentó conseguir el título imperial tras la muerte de Enrique IV, pero el Imperio recayó en la figura del duque de Sajonia, Lotarioen 1127. Los dos hermanos lucharon contra el emperador y Conrado se proclamó rey de Italia en 1128. El emperador le proscribió del Imperio. En Italia tampoco fue aceptado, pues contaba con la oposición del Papa y de los güelfos. Sus partidarios, denominados gibelinos, eran insuficientes, de modo que en 1135 tuvo que renunciar al trono, a cambio de lo cual consiguió el perdón del emperador. A la muerte éste, Conrado fue nombrado emperador en el año 1137.
A Conrado le sucedió su sobrino Federico I Barbarroja (1150-1190), que unió en su persona a las dos grandes familias alemanas de la época ya que su padre era un Hohenstaufen y su madre pertenecía a la casa bávara de los Welf. A él se debe el aumento del poder imperial en Alemania, así como la expansión de sus territorios. Fue un ferviente seguidor del cesaropapismo y mantuvo continuas luchas por la hegemonía sobre Italia. Le sucedió Enrique VI en cuyo corto reinado (1190-1197) obtuvo Nápoles y Sicilia al casarse con la heredera de estos territorios.
Su hermano Felipe se coronó emperador al año siguiente de la muerte de Enrique. Luchó contra Otón IV, los güelfos y el papa Inocencio III, para lo que tuvo que hacer continuas donaciones territoriales a sus seguidores con el fin de mantener su fidelidad. Se puso fin de este modo al aumento del poder territorial que había llevado a cabo Federico Barbarroja. Una vez dominados sus enemigos, fue asesinado por Otón de Wittelsbach en 1208. Le sucedió Otón IV, el cual se granjeó la oposición de Inocencio III que lo excomulgó. Falleció en la batalla de Bouvines en 1214. Federico IIle sucedió en el trono y con él el poder de los Hohenstaufen llegó a su cima. Conquistó Cerdeña y Jerusalén, pero no pudo vencer el poder del papado, que instigó a las ciudades alemanas en su contra e incluso después de su muerte en 1250 se opusieron a su linaje. Su hijo y sucesor Conrado IV fue el último de los Hohenstaufen en ocupar el trono del Imperio. Su hermano Manfredo le arrebató la corona Dos Sicilias, que posteriormente perdería a manos de Carlos de Anjou. Conradino, el hijo menor de Conrado IV, intentó reconquistar los territorios hereditarios paternos, pero fracasó y fue capturado y ejecutado por Carlos de Anjou en Nápoles en 1268.
El último hijo de Federico II, Enzio de Cerdeña, murió en el año 1272. Quedó tan sólo Catalina, hija de Enrique II, como representante de la familia, pero murió sin descendencia en el 1279. Se extinguió así la familia, cuyos derechos pasaron a Pedro III de Aragón a través de su matrimonio con Constanza, hija de Manfredo.