Sendler, Irena, «Sendlerowa» (1910- 2008).
Trabajadora social polaca, nació el 15 de febrero de 1910, en Varsovia, y falleció el 12 de mayo de 2008, en su ciudad natal. Fue reconocida como la responsable de salvar la vida a más de 2.500 niños durante la Segunda Guerra Mundial.
En 1939, cuando Alemania invadió Polonia, Irena Sendler, o Sendlerowa, nombre con el que era conocida, trabajó de enfermera en el Departamento de Bienestar Social de Varsovia, luchando para aliviar los padecimientos de los judíos confinados en el distrito llamado «Gueto de Varsovia». Trabajó a favor de las personas prisioneras en esa ciudad, tanto judías como católicas, arriesgando su vida al hacerlo, al proporcionarles comida a los huérfanos, ancianos y pobres, además de ropa, medicinas y dinero.
Se alió con una compañera, Irena Schultz, para conseguir las identificaciones de las personas en la oficina sanitaria, escudándose en el motivo de la lucha contra las enfermedades contagiosas que horrorizaba a los nazis. Así consiguió luego salvoconductos para otras colaboradoras. Para tomar contacto con las familias a las que ayudar, caminaba por las calles del gueto con una estrella de David, el símbolo judío, en la ropa, para no despertar el recelo de los habitantes. Irena les ofrecía una mejor vida a los hijos y nietos desvalidos, pero sus progenitores no podían tener la certeza de que serían salvados, y dudaban en entregárselos. Muchas veces las enfermeras que volvían a una casa para insistir que les entregaran los niños, se encontraban con que todos los integrantes de la familia habían sido deportados por los nazis.
Lo métodos de rescate de los niños podían variar, a veces los retiraban en ambulancias, como supuestas víctimas del tifus, pero luego recurrió a otros trucos, como esconderlos en sacos de basuras, cajas de herramientas, cargamentos de mercancías, bolsas de patatas, ataúdes, todo elemento se convertía en una vía de escape. No satisfecha con lograr que pudieran defender sus vidas, ideó un sistema de recuperación de sus identidades, creando un archivo para registrar los datos de cada individuo que rescataban.
Al enterarse de sus actividades, el 20 de octubre de 1943 Irena fue arrestada por la Gestapo y trasladada a la prisión de Pawiak, donde fue torturada. Sus captores la vejaron constantemente para que confesara los nombres de sus colaboradoras y el paradero de los niños, pero ante su firme negativa a hacerlo, la sentenciaron a muerte. Cuando esperaba su ejecución, un soldado la llevó aparte para «un interrogatorio adicional» y la dejó escapar.
La organización de judíos Zegota sobornó a los alemanes para suspender su orden de fusilamiento, por lo que Irena continuó con su arriesgada labor bajo una identidad falsa.
En el año 1944 Irena enterró dos frascos en el jardín de su vecina, que contenían sus listas de identidades de niños y las familias a las que pertenecían. Al terminar la guerra, ella misma fue a desenterrarlas y las entregó al presidente del Comité de Salvamento de Judíos Sobrevivientes. En muchos casos fue tarde, pues las familias de esos huérfanos habían sido aniquiladas en los campos de concentración. Los sobrevivientes fueron alojados entonces en diferentes orfanatos al principio, y luego enviados a vivir a Palestina. Los niños rescatados sólo conocían a Irena por su nombre clave «Jolanta«, y algunos de ellos llegaron a reconocerla al ver su foto en los periódicos.
En 1965 la organización Yad Vashem de Jerusalén le otorgó el título de «Justa entre las Naciones» y se la nombró ciudadana honoraria de Israel. En noviembre de 2003 el presidente de la República, Aleksander Kwasniewski, le otorgó la más alta distinción civil de Polonia: la Orden del Águila Blanca. Irena fue acompañada para recibir esta distinción por sus familiares y por Elzbieta Ficowska, una de las niñas salvadas, conocida como «la niña de la cuchara de plata».
En el año 2007 el gobierno de Polonia la presentó como candidata para el premio Nobel de la Paz. Esta iniciativa fue del Presidente Lech Kaczynski y contó con el apoyo oficial del Estado de Israel, a través de su primer ministro, Ehud Olmert, y de la Organización de Supervivientes del Holocausto residentes en Israel. Las autoridades de Auschwitz expresaron su apoyo a esta candidatura, ya que consideraron que Irena Sendler fue uno de las últimas heroínas vivas de su generación, y que demostró una fuerza, una convicción y un valor inusual frente a un mal de una naturaleza extraordinaria.
Falleció en Varsovia (Polonia), el 12 de mayo de 2008 a los 98 años de edad. En homenaje a sus actos heroicos se preparó la filmación de su historia en el cine.