Sanz-García Correa, Juan Pablo (1819-1897). El arquitecto ecuatoriano que marcó el siglo XIX

Juan Pablo Sanz-García Correa (1819-1897) fue un destacado arquitecto, pintor y tipógrafo ecuatoriano, considerado uno de los más grandes exponentes de la arquitectura en Ecuador durante el siglo XIX. Su vida estuvo marcada por una incansable búsqueda del conocimiento, la innovación y la creación de obras que perduraron en el tiempo. Nació el 24 de junio de 1819 en Quito, donde también fallecería el 24 de marzo de 1897, dejando un legado imborrable en la historia del país.

Orígenes y contexto histórico

Juan Pablo Sanz-García nació en una época crucial para Ecuador, un país que, a principios del siglo XIX, atravesaba un proceso de consolidación tras obtener su independencia de España. La situación política y social en ese entonces era inestable, y las inquietudes por modernizar el país estaban presentes en muchos sectores de la sociedad. La vida de Sanz-García se desarrolló en este contexto de transformaciones, lo que influyó profundamente en su trabajo y en sus múltiples facetas como intelectual y profesional.

Desde temprana edad, mostró una notable inclinación por el arte y la ciencia. A los 14 años, en 1833, comenzó a trabajar como cajista en el semanario El Quiteño Libre, lo que le permitió estar en contacto con la imprenta y la tipografía, una de sus grandes pasiones. Sin embargo, sería en 1838 cuando su padre lo apoyó para que se dedicara de lleno al dibujo, el grabado y la arquitectura, disciplinas que marcarían su futuro.

Logros y contribuciones

Sanz-García es recordado principalmente por sus importantes logros en el ámbito de la arquitectura. A lo largo de su carrera, contribuyó a la construcción y remodelación de una serie de edificaciones fundamentales para Quito y otras ciudades del Ecuador. En 1866, a los 47 años, comenzó sus estudios de Agrimensura en la Universidad Central, donde se graduó en 1869. Esta formación le permitió ampliar su conocimiento técnico y consolidarse como un arquitecto altamente capacitado.

Una de sus principales colaboraciones fue con el cónsul francés Juan Bautista de Mendeville, quien, además de su cargo diplomático, era arquitecto. Juntos remodelaron el palacio de la Audiencia y participaron en la construcción de otros edificios de gran importancia en Quito, como la casa del presidente Juan José Flores.

Principales obras de Sanz-García

  • Reconstrucción tras el terremoto de 1859: Sanz-García tuvo un papel fundamental en la restauración de templos y conventos que fueron gravemente afectados por este desastre natural.

  • Capilla del Colegio de los Jesuitas: Construyó esta capilla en 1860, un ejemplo de su capacidad para integrar el diseño arquitectónico con las necesidades espirituales de la comunidad.

  • Puente de Panzaleo: En Latacunga, Sanz-García diseñó y construyó este puente, un símbolo de la ingeniería de su tiempo.

  • Túnel de La Paz: Situado cerca de la calle de la Ronda en Quito, este túnel es otra muestra de la audacia arquitectónica de Sanz-García.

  • Torres de Santo Domingo: El arquitecto también intervino en la terminación de las torres de esta histórica iglesia, un proyecto que sigue siendo de gran relevancia en la ciudad.

Además de sus obras arquitectónicas, Sanz-García fue un pionero en el campo de la tipografía en Ecuador. En 1853 fundó una imprenta en el Colegio de los Jesuitas, que marcó el inicio de una serie de proyectos relacionados con la impresión. A través de su imprenta, contribuyó a la creación de diversos trabajos litográficos y publicaciones, como el periódico El Artesano (1853), que tuvo un impacto importante en la sociedad de su época.

Momentos clave de su vida

A lo largo de su vida, Sanz-García experimentó momentos cruciales que marcaron su trayectoria y lo posicionaron como un hombre de vanguardia en varias disciplinas.

  • La fundación de la Escuela de Dibujo (1847): Este fue uno de los momentos más importantes en su carrera. A través de esta escuela, Sanz-García enseñó y formó a varias generaciones de arquitectos, pintores y artesanos.

  • Su participación en la Academia de Dibujo del Convictorio de San Fernando: A partir de 1850, Sanz-García se dedicó a enseñar en esta prestigiosa institución, lo que consolidó su reputación como un gran maestro.

  • El periódico La Candela (1860): Esta publicación, aunque breve, fue un claro ejemplo de su valentía y compromiso con la libertad de expresión. Debido a su contenido, Sanz-García fue perseguido y encarcelado, pero continuó enviando artículos desde la prisión a su imprenta.

Además de su labor profesional, Sanz-García fue un masón y un hombre curioso, siempre ávido de nuevos conocimientos. En 1844, construyó su propio telescopio y siguió el curso de un cometa hasta su desaparición en 1845, una hazaña que refleja su fascinación por la ciencia y la tecnología. Su interés por la fotografía también lo llevó a desarrollar sus propios métodos de impresión de negativos en vidrio, una innovación que reemplazó los tradicionales daguerrotipos de la época.

Relevancia actual

Aunque han pasado más de cien años desde su muerte, la figura de Sanz-García sigue siendo de gran relevancia para el Ecuador contemporáneo. Su trabajo, tanto en arquitectura como en otras disciplinas, dejó una huella perdurable en la cultura ecuatoriana. Muchas de sus obras siguen siendo símbolos de la identidad de Quito y otras ciudades, como el Puente de Panzaleo o la Casa de los Canónigos, que han resistido el paso del tiempo.

El legado educativo de Sanz-García también perdura. La Escuela de Dibujo que fundó en 1847 y sus contribuciones a la formación de arquitectos y artistas continúan siendo un punto de referencia en la historia de la educación artística en Ecuador. La pasión con la que dedicó su vida a enseñar y a compartir su conocimiento se refleja en los discípulos que formó y que luego dejaron su propia marca en el país.

La influencia de Sanz-García en la tipografía y la imprenta ecuatoriana también es notable. Su contribución al desarrollo de la industria editorial en Ecuador le otorga un lugar destacado entre los pioneros en este campo. El hecho de que fuera capaz de editar un almanaque cada año, basado en sus investigaciones personales, demuestra la magnitud de su intelecto y su dedicación.

Hoy en día, el legado de Sanz-García se puede ver en las fachadas de muchos edificios históricos, en los libros que circularon gracias a sus imprentas y en las enseñanzas que dejó a generaciones de artistas y arquitectos ecuatorianos. Su figura es un símbolo de la modernización y el progreso de Ecuador en el siglo XIX.

El impacto de Sanz-García como arquitecto, pintor, tipógrafo y educador sigue vigente, y su nombre permanece como uno de los más grandes de la historia de la arquitectura ecuatoriana.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Sanz-García Correa, Juan Pablo (1819-1897). El arquitecto ecuatoriano que marcó el siglo XIX". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/sanz-garcia-correa-juan-pablo [consulta: 8 de julio de 2025].