Salas, Roger (1950-VVVV).


Narrador cubano, nacido en Holguín en 1950. Desde muy temprana edad encauzó su vocación artística a través de dos manifestaciones bien diferenciadas como son la danza y la creación literaria. A comienzos de la década de los años ochenta, su oposición al régimen castrista le obligó a emprender un largo exilio que, tras llevarle por diferentes países de Europa, le condujo definitivamente a España, donde se afincó y se empleó como crítico de danza y moda en un prestigioso diario de información general.

A finales de 1998 irrumpió en el panorama de las Letras hispanoamericanas con un volumen de cuentos titulado Ahora que me voy, obra que mereció los elogios unánimes de críticos y lectores. Su prosa, tocada de un aliento cosmopolita que en nada recuerda sus orígenes en la parte más oriental de su Cuba natal -y sí, en cambio, la voz más universal de otros escritores habaneros como Alejo Carpentier, a quien Roger Sala rinde tributo en uno de sus relatos-, revela un estilo barroco y desenfadado, irreverente en algunas ocasiones, y adornado por una oralidad alegre y musical que arrastra al lector a una bellísima recreación plástica de personajes y situaciones. Acorde con este desenfreno barroco, en los cuentos de Roger Salas la sintaxis se dilata y enreda en las más variadas estructuras subordinadas, y la adjetivación, en su exuberancia colorista y sorprendente, se apodera de todos los registros, desde el nivel culto que manejan con solvencias algunos personajes, hasta el lenguaje coloquial de casi todos los restantes, plagado de oportunos vulgarismos de marcado acento cubano. Por lo demás, las figuras literarias creadas en estos relatos pasan a engrosar los dominios de los perdedores, como metáfora universal del sentimiento del exilio, la añoranza de los espacios cubanos y las deudas que el autor pretende saldar consigo mismo y con quienes han forzado su extrañamiento.

Salas desembarcó en la novela con Florinda y los boleros de cristal (La Tempestad, 2002), un texto escrito en la década de los setenta que bebe de la inspirada obra de referencia de su compatriota Guillermo Cabrera Infante, Tres tristes tigres, y que el autor logró recomponer con el paso de los años, tras reunir los pasajes que había diseminado por las casas de sus amigos antes de abandonar Cuba. La obra ofrece una vista panorámica del setentero ambiente nocturno en La Habana y abrió el camino de una trilogía literaria que recorre en paralelo la biografía del narrador. Los destinos de Olvido-Topacio recrea el submundo de la inmigración cubana en el Madrid de los años ochenta y La conjura de los precios permite a Salas introducirse en la jungla del mundo literario español.

JRF.