Ruskin, John (1819-1900).
Filósofo, crítico e historiador británico del Arte, nacido en Londres, cuya importancia en la historia crítica estética se debe principalmente a los tres volúmenes sobre los Pintores modernos (1843, 1846, 1856). Ruskin no toleraba ninguna regla, ni técnica ni formal, cuando se trataba del Arte. Todo principio tradicionalmente admitido como determinante de la expresión artística es sustituido en él por el amor. El verdadero artista es el resultado de un don de Dios, que otorga a un hombre la capacidad innata y espontánea de amar los aspectos visibles del mundo y de unirse a su esencia íntima con una simpatía inmediata y fecunda. Aunque Ruskin habla con frecuencia de creación artística, en realidad no concibe el Arte como un acto de verdadera creación. Para él el hecho artístico se resuelve siempre en una apasionada adhesión al dato: verdadero artista es aquel que ama verdaderamente las cosas y de este modo descubre en las mismas su «verdad». Ciertamente el artista debe escoger sus formas entre las existentes en la naturaleza, pero la elección debe ser guiada únicamente por su gusto. Esta parte de la estética de Ruskin sigue siendo válida en nuestros días. Porque este gusto no es para él un indeterminado «no sé qué», sino una categoría de la visión. Hay artistas que «ven» por medio de líneas; otros, por medio de colores, etc.
Otras obras: Las piedras de Venecia (1851-53), Las siete lámparas de la arquitectura (1849).