Romero, Rafael o «Alonso Quesada» (1886-1925).


Poeta, narrador y dramaturgo español, nacido en Las Palmas de Gran Canaria en 1886 y fallecido en Santa Brígida (Las Palmas) en 1925. Aunque su verdadero nombre era el de Rafael Romero, publicó sus escritos literarios bajo el seudónimo de «Alonso Quesada». Autor de una breve producción poética que exalta la naturaleza de las Islas Canarias y evoca la grandeza del océano Atlántico, formó, junto a sus compañeros de aventura literaria Tomás Morales y Saulo Torón, el denominado «trío de poetas postmodernistas canarios».

Volcado desde su juventud al cultivo de la creación literaria, irrumpió en el panorama literario español con un volumen de versos que, bajo el título de El lino de los sueños (1915), salió a la luz prologado por Miguel de Unamuno. La buena acogida deparada a esta opera prima por parte de críticos y lectores animó a «Alonso Quesada» a publicar, cuatro años más tarde, su obra en prosa titulada Crónicas de la ciudad y de la noche (1919), libro que representa la incorporación del pensamiento isleño a la actitud espiritual de la Generación del 98.

Encuadrado, por su primer poemario y por las ideas vertidas en dicha obra en prosa, entre los poetas postmodernistas que afloraron en las Letras españolas en la segunda década del siglo XX, volvió a los anaqueles de las librerías con un segundo libro de poesía titulado La umbría (1923), largo poema dramático que le consagró como una de las voces líricas más prometedoras de su tiempo. Pero su prematura desaparición, sobrevenida en 1925, truncó bruscamente su ya sólida andadura literaria. Dejó, con todo, varios poemas inéditos que fueron publicados póstumamente en un volumen titulado Los caminos dispersos (1944), obra que muestra una nítida evolución -lógicamente, interrumpida- hacia la estética de Antonio Machado. También dejó inéditas algunas novelas y obras teatrales.

Considerado, junto al ya citado Tomás Morales, como uno de los grandes cantores del paisaje canario y el océano Atlántico, en su producción lírica pueden leerse versos como estos: «Tierras de Gran Canaria, sin colores; / secas, en mi niñez tan luminosas…«; «¡Oh, y mañana el huerto y los naranjos, / y la tierra y el agua de mis fuentes, / y esta sagrada claridad del alba / sobre mi mar Atlántico…«. Pero, frente a la monotonía de otros poetas paisajista, la originalidad de «Alonso Quesada» radica en su poderoso aliento lírico para mezclar la exaltación del mar y del paisaje con los temas y motivos más característicos de la vida cotidiana: «Son las tres de la tarde. La oficina está envuelta / en el oro marino que nos trae el verano…«.

Véase España: Literatura.

JRF