Roberto Belarmino, San (1542-1621).


Teólogo, jesuita, y doctor de la Iglesia italiano, nacido en Montepulciano en 1542 y fallecido en 1621, cuya oposición a la doctrina de Miguel Bayo supuso el inicio del enfrentamiento entre los jesuitas y los partidarios del bayanismo. Su fiesta se celebra el 17 de septiembre.

Se puso al servicio de su época para realizar sus grandes sistematizaciones teológicas en las que hay continuas referencias a la filosofía. Su obra principal, que ha quedado como clásica, es Disputationes de controversiis christianae fidei adversus huius temporis haereticos (1596). Pero es también muy importante su pensamiento político, el cual ha quedado reflejado en algunas partes de las Disputationes, en el Tractatus de potestate summi pontificis in rebus temporalibus adversus Gulielmum Barclaium (1610) y en el De officio principis christiani (1619), así como en los escritos de la polémica con el rey inglés, Responsio… ad librum «Triplici modo triplex cunes» (1608) y Apología…, pro responsione sua ad librum… (1609). La base de las tesis políticas de Roberto Belarmino es su doctrina sobre el derecho natural. La ley natural tiene en sí una relación con la naturaleza humana y al mismo tiempo con la voluntad de Dios. Con esta tesis se enfrentaba a los protestantes que querían deducir la ley natural directamente de la Revelación. Se oponía así a los voluntaristas y al racionalismo incipiente. Respecto al Estado, defendió la teoría del origen divino mediato, según la cual el poder viene de Dios pero reside en el pueblo, y por medio de éste es conferido al Soberano. El pueblo delega el poder en el Soberano, pero de tal forma que lo conserva en su fuente y tiene el derecho de retomarlo en determinados casos. Reconoce y distingue la esfera del poder eclesiástico y del poder civil. El poder civil tiene una jurisdicción propia que deriva de la naturaleza, mientras que el papa, per se ac principaliter, no tiene jurisdicción en lo temporal, sino sólo indirectamente, in ordine ad spiritualia.