Roa Bastos, Augusto (1917-2005).


Poeta, cuentista y novelista paraguayo nacido en Asunción el 13 de mayo de 1917 y fallecido en la misma ciudad el 26 de abril de 2005. Su novela Yo, el supremo es, con toda probabilidad, junto a otras célebres crónicas de la desolación, la crueldad y la injusticia, una de las más lúcidas visiones de la América Latina contemporánea. Junto a esta obra, destacan entre el conjunto de su producción creativa El trueno entre las hojas (1953) e Hijo de hombre (1960).

La primera prueba de que el Paraguay había despertado de su larga modorra cultural producida por la Guerra del Chaco fue la publicación, en 1952, de La Babosa, de Gabriel Casaccia, que produjo un memorable escándalo en los ambientes literarios del país.

El año siguiente Roa Bastos publicó su primera obra, una colección de cuentos titulada El trueno entre las hojas (1953). Frente a la relativa pasividad de la actitud de Casaccia y su insistencia en el tema de la frustración, Roa Bastos, desde el principio, denuncia la violencia y la injusticia social que reinan en el país, deI que tuvo que exiIiarse en 1947.

Pero en medio de la evidente estridencia de estos 17 cuentos, ya se hace también evidente un esfuerzo por superar lo puramente documental. El distinguido crítico Rodríguez-Alcalá, en una larga reseña del volúmen enfatiza no sólo la virulencia de la protesta, sino también el experimentalismo que domina la técnica de los cuentos.

En 1960 escribió Hijo de hombre, un relato que abarca desde 1910 a 1936, con raccontos que la llevan hasta principios del siglo pasado y con un final que podría situarse en 1947. Viaja, la novela de Roa, a través de un largo período de tiempo dentro de la historia del Paraguay, utilizando los mitos, las leyendas, los símbolos y la naturaleza como centro del relato.

En 1974 apareció Yo, el Supremo, la novela más importante de Roa Bastos y la que lo catapultó a la consideración más universal.

En Yo, el Supremo, Roa Bastos, más maduro y quizás menos ilusionado, crea un libro que pertenece al tipo de literatura irónica y destructora de su propio poder de transmitir la ilusión de algo verídico.

Según precisó el propio autor, «eI desdibujamiento de una Iínea cronoIógica en Ia narración, Ia abolición de las fronteras del tiempo y espacio fueron los procedimientos que se me impusieron como los más eficaces para no encerrarla en los marcos de una época histórica determinada y trascenderla hacia una significación que pudiera llegar hasta el presente del lector«.

Yo el Supremo cumple, pues, un triple propósito: indagar sobre la naturaleza del régimen del doctor Francia (José Francisco Rodríguez Francia, 1756-1840, Dictador del Paraguay en el siglo XIX), y así bucear dentro de la intrahistoria permanente del Paraguay; indagar, una vez más, sobre las posibilidades de la novela, entre otras, la posibilidad de ensanchar todavía más sus límites; y finalmente, mediante las afirmaciones, contradicciones, paradojas y retruécanos del Dictador, cuestionar, para supremo estímulo del lector, las posibilidades expresivas del lenguaje mismo.