Rim-Sin I, Rey de Elam (1822-1763 a.C.).
(Ri-im-Sin o Ri-im-EN.ZU) Último rey de la dinastía elamita de Larsa, hermano y sucesor de Warad-Sin. Ambos hermanos fueron hijos de Kudur-mabuk, «jeque de Yamutbal» y adda de los martu (Amurru), persona que no había sido de estirpe elamita a pesar de su nombre y que, sin que se sepa exactamente cómo, se había hecho dueño de Larsa.
El largo reinado de Rim-Sin, evaluado en 60 años, coincidió con el apogeo de otras grandes ciudades-estado (Uruk, Isin, Babilonia, Eshnunna) que, a modo de «reinos combatientes», se disputaban la totalidad de Mesopotamia central y meridional. Sus primeros años de gobierno los dedicó a la restauración de templos y palacios, así como a fomentar la economía y la cultura (arte y literatura sumerias). Sin embargo, la amenaza de las ciudades de Isin y Babilonia y sus apetencias políticas impidieron una paz prolongada. Así, en el año décimo cuarto de su reinado se vio obligado a luchar contra una gran coalición militar en la que participaban Babilonia, gobernada por Sin-muballit, Isin, Rapiqum y Uruk, regida por Irdanene. En la lucha, sin embargo, salió vencedor Rim-Sin. Seis años más tarde hubo de destruir la ciudad de Der, y al siguiente (año vigésimo primero de su gobierno) incorporó Uruk a su Estado. En el año trigésimo, capturó la ciudad de Isin, con lo que puso término al reinado de Damiq-Ilishu y con él a la dinastía de tal ciudad-estado. Estos triunfos le hicieron prácticamente dueño del país de Sumer, en el que durante unos años restauró ciudades y murallas, enriqueció templos y otorgó edictos de desgravación fiscal y cancelación de deudas. Incluso, no tuvo inconveniente en ser divinizado en vida. Sin embargo, el empuje de Babilonia, gobernada por el nuevo rey Hammurabi, fue poco a poco minando a Rim-Sin, que acabó por convertirse primero en aliado y luego en subordinado del rey babilonio. Después de haber perdido algunas ciudades, finalmente en el año 1763 a.C. fue derrotado y capturado en la propia Larsa, tras soportar un sitio de varios meses conducido con toda dureza por Hammurabi. Con Rim-Sin desaparecía de la historia la ciudad-estado de Larsa.